Vamos a decirte algunas maneras en las que solucionar los problemas de conexión de Android Auto, para esas veces en las que parece que el cable está bien pero igualmente te está dando problemas. No es una solución para todos los problemas de conexión, pero sí una que nuestros compañeros de Xataka Android han encontrado para la mayoría de ellos.
Se trata de una solución un poco rudimentaria, pero que ha funcionado. Pero como es posible que no sirva para todos, tras explicártela vamos a darte otra serie de consejos que también puede servirte para solucionar este tipo de problemas de conexión.
Prueba con un conector diferente
Hay momentos frustrantes en los que el cable parece estar bien, pero cuando conectas el móvil al coche, en cuanto dejas de hacer presión sobre el cable se apaga la pantalla. En estos casos, la solución puede ser conectar el móvil al coche usando un USB-A, cuyos extremos se conectan de una manera más firme frente a otros cables.
Por lo tanto, el problema no está tanto en el cable como en el conector. Pero hoy en día, lo común es tener un cable USB de tipo C, ya que son los que usan los móviles hoy en día. En este caso, la solución es conseguir conversor de USB-C (hembra) a USB-A (macho) para conectar el cable de carga en él, y luego usarlo para conectarlo al coche.
En definitiva, lo que necesitas es un cable USB-C macho, y un adaptador USB-C (hembra) a USB-A (macho), para así conectar tu móvil de una manera más firme. No es un truco que vaya a hacer milagros, pero puede ser interesante probarlo.
Otras soluciones que pueden ayudarte
En el caso de que este pequeño truco no te haya servido, también puedes optar por las soluciones más habituales para los problemas de conexión de Android Auto. Son las siguientes:
- Reinicia el móvil y el coche: Sí, la primera solución es la clásica desde el principio de los tiempos, apagar y volver a encender. Hazlo con el móvil y con el coche.
- Comprueba la compatibilidad del móvil y el coche: Puedes haber pasado por alto el que no todos los coches son compatibles con Android Auto, ni tampoco los móviles. Tendrás que revisar que son compatibles y que por lo tanto se pueden usar.
- Prueba con otro puerto USB del coche: Si un puerto USB del coche da problemas al conectar el móvil, prueba a conectarlo en otro en el caso de que haya. Puede que si solo usas un puerto USB se haya acabado deteriorando con el tiempo, o que solo uno de ellos esté habilitado para Android Auto.
- Usa un cable USB de alta calidad: Si estás conectando el móvil al coche con un cable viejo o que ya ha luchado en mil batallas, quizá el problema sea que está dañado o anticuado. En estos casos, reemplázalo con uno que esté certificado para transferencia de datos.
- Adaptador inalámbrico de Android Auto: Existen en el mercado adaptadores que se conectan al coche, y luego tú conectas el móvil a este adaptador de forma inalámbrica para no depender de cables.
- Actualiza Android Auto y las apps del móvil: Siempre es importante tener el móvil y sus apps actualizados a la última versión, para que tanto Android como Android Auto dentro del móvil estén a la última.
- Verifica las opciones de conexión USB: Cuando conectes el móvil por USB, en Android tendrás distintas opciones de conexión. En ellas, debes seleccionar la opción de "Transferencia de datos" en lugar de solo "Carga".
- Activa las opciones de desarrolladores: Prueba a activar las opciones de desarrollador de tu móvil Android, y luego seleccionar el modo "Depuración USB" para intentar que la conexión sea más estable.
- Limpia la caché de Android Auto y Google Play Services: No es común, pero a veces puede haber fallos en la caché de las apps por la corrupción de algún archivo. En estos casos, borra la caché de Android Auto y de Google Play Services para que las apps se "reinicien" y empiecen desde cero.
- Revisa la configuración del coche: En los ajustes de la consola de tu coche, asegúrate de que Android Auto está habilitado o permitido como fuente de conexión.
- Restablece las configuraciones de red: Si la conexión del móvil parece parpadear, prueba con apagar y volver a encender o restablecer las configuraciones de WiFi, Bluetooth o datos móviles por si son inestables.
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