Si eres un viejuno digital, puede que recuerdes que hasta el año 2001, existía cierta armonía en las versiones de Windows. Salvo alguna excepción, no debías preocuparte por elegir una versión específica del sistema operativo para tu ordenador personal. Si querías instalar Windows ME, a menos que trabajaras en el departamento TI de una empresa y quisieras optar por Windows 2000, tu única opción era Windows ME.
Esto cambió sustancialmente con la llegada de Windows XP. El nuevo sistema operativo de Microsoft llegaba con un montón de novedades que prometían inaugurar una nueva era en la historia informática. Pero también llegaba con una buena cantidad de ediciones. Entonces, ya no tenías únicamente Windows XP. De hecho, esta definición “a secas” no existía.
Windows y su multitud de ediciones
Tenías Windows XP Home, Windows XP Professional, Windows XP Media Center, Windows Starter, etc. Este abanico de ediciones, en mayor o menor medida, también se desplegó en versiones posteriores, aunque algunas ediciones se quedaron por el camino. Las ediciones Starter aparecieron en Windows XP y llegaron a su fin en Windows 7, pasando por el amado y a la vez odiado Windows Vista (que no ha sido el peor sistema de Microsoft).
¿Qué llevó a los de Redmond a lanzar esta última edición y por qué llegó a su fin poco tiempo después? Volvamos el tiempo atrás para intentar descubrirlo.
Las ediciones Starter, como decimos, vieron la luz con Windows XP, aunque su despliegue estuvo limitado a algunas regiones del mundo y se produjo varios años después del lanzamiento inicial del nuevo sistema operativo. Según Microsoft, se trataba de “una introducción de bajo coste" a Windows XP especialmente diseñada para ordenadores de escritorio en países en desarrollo”.
Will Pole, el máximo responsable de expansión del mercado de Microsoft, recordaba en 2006 que Windows XP Starter nació tras un proyecto de colaboración con el Gobierno de Tailandia. Las autoridades aspiraban a distribuir ordenadores entre las familias que no podían comprarlos. “Mientras trabajábamos con el gobierno tailandés, volvimos a conectar con la visión original de Microsoft de una PC en cada escritorio y en cada hogar”, recordaba el ejecutivo.
Así Windows XP Starter, estuvo disponible en Tailandia y también en otros países como Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, Filipinas, Indonesia, India, México, Malasia, Perú, Rusia, Turquía, Uruguay, Vietnam o Venezuela. Y sus características eran muy diferentes a lo visto en cualquier otra edición de Windows.
El sistema, explicaba Microsoft, permitía ejecutar un máximo de tres aplicaciones al mismo tiempo, su resolución más ambiciosa era de 1024 x 768 píxeles y carecía de soporte para dominios de grupo de trabajo. Además, estaba diseñado para funcionar específicamente con procesadores Intel Celeron o AMD Sempron. También había otros límites a nivel de hardware: solo admitía 512 MB de RAM.
Pero no todo era recortes. Windows XP Starter también incluía una página de ayuda dedicada para todas aquellas personas que estaban aprendiendo a utilizar ordenadores y vídeos con tutoriales en el idioma local. Además, incluía fondos y salvapantallas personalizados para algunas de las regiones en las que estaba disponible.
Si querías comprar esta edición de Windows, simplemente no podías. ¿La razón? Microsoft no vendía licencias a los usuarios, sino a los fabricantes. En este sentido, Windows XP Starter estaba incluido en algunos ordenadores de bajo coste y estaba pensado para funcionar específicamente ahí.
La llegada de Windows Vista no significó el final de esta edición de Windows. Microsoft volvió a apostar por esta fórmula con Windows Vista Starter. También estaba disponible en países en desarrollo y mantenía, en gran parte, las características de su predecesor. No obstante, los recortes eran más sustanciales. Por ejemplo, la nueva interfaz de usuario de Windows Vista, conocida como Windows Aero, estaba deshabilitada permanentemente.
Más tarde, con la introducción de Windows 7 llegó Windows 7 Starter. Aquí, al igual que en las ediciones anteriores, Microsoft quería limitar la apertura de programas a un máximo de tres. La idea avanzó incluso hasta las versiones de desarrollo release candidate, pero la compañía acabó dando marcha atrás. La mayoría de las limitaciones seguían presentes, por lo que continuaba erigiéndose como la versión de Windows más recortada del catálogo.
Desde ese entonces no hemos vuelto a ver una versión Starter de Windows. Esto puede deberse a que, si bien los requisitos de hardware de los sistemas operativos de Microsoft han ido elevándose, nos encontramos en un punto donde incluso del hardware de gama baja es lo suficientemente potente como para ejecutarlos. Y, por otra parte, ya no es casi indispensable contar con un ordenador.
Aquella misión que cumplían los ordenadores de bajo coste y más tarde los netbooks ha sido reemplazada en cierto modo por los teléfonos inteligentes y las tabletas, propuestas que no utilizan sistemas operativos Microsoft, sino de Google. Y también hay dispositivos de gama baja. Para estos también hay ediciones menos exigentes de Android, como Android Go.
Imágenes: Microsoft | BlazePlastic2003
Ver 13 comentarios