Está claro que las cámaras compactas todavía tienen su mercado. Pero deben innovar y no limitarse a añadir megapíxeles o zoom brutales para los que necesitas un buen trípode.
En ese estilo de innovación se presenta la Cybershot DSC-G1 de Sony, que no me importaría comprar si no fuera por los 600 dólares que costará.
Eso sí, sus especificaciones no están nada mal: sensor de 6 megapíxeles, más que suficientes, WiFi 802.11b/g, 2 GB de memoria interna, pantalla espectacular de 3.5 pulgadas a la que le falta ser táctil, grabación de vídeo en MPEG-4, DLNA, estabilización Super Steady Shot y zoom óptico de tres aumentos Carl Zeiss.
Vía | gizmodo.
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