El nuevo MacBook Pro M4 parece el mismo de siempre, pero es el MacBook Pro que llevo esperando más de 10 años

Esta vez sí, por esta generación sí estoy dispuesto a invertir todo lo que cuesta un nuevo MacBook Pro

Apple Macbook M4 Pro
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Enrique Pérez

Editor Senior - Tech

Editor especializado en tecnología de consumo y sociedad de la información. Estudié física, pero desde hace más de diez años me dedico a escribir sobre tecnología, imagen y sonido, economía digital, legislación y protección de datos. Interesado en aquellos proyectos que buscan mejorar la sociedad y democratizar el acceso a la tecnología. LinkedIn

Llevo 11 años esperando este momento. Parecía que nunca iba a llegar, pero por fin me he decidido a jubilar mi viejo MacBook Pro (Retina, 13 pulgadas, finales de 2013). Es probablemente la mejor compra tecnológica de mi vida, pero tras más de una década utilizándolo todos los días durante horas, es momento de hacer una gran inversión y cambiarlo por un modelo más nuevo. Y va a ser el nuevo MacBook Pro con M4 Pro de 14 pulgadas.

No os voy a engañar. No me resulta fácil gastarme los 2.449 euros que cuesta. Me ha llevado años convencerme de que vale la pena. Total, mi viejo MacBook todavía aguanta como un campeón. Pero es el momento.

¿Qué tiene de especial este MacBook Pro (2024)? ¿Por qué este año y no el anterior o el pasado? Aquí os dejo con mis reflexiones.

Dejé pasar el tren del M1

En 2021, mi MacBook ya tenía unos siete años. Uno podría pensar que es tiempo suficiente para renovar el portátil que utiliza todos los días para trabajar, pero no fue el caso. El MacBook con el M1 fue una revolución. Y estuve tentado. Pero simplemente no era el momento. Por muchos motivos, pero principalmente personales.

Un año antes le había cambiado la batería al mío. Además tampoco estaba tan bien económicamente en ese momento, justo después de la pandemia. Aunque esto no es relevante aquí.

Hay dos motivos. El primero es que los procesadores M1 suponían una arquitectura nueva. Los resultados en rendimiento no dejaban lugar a dudas, pero no lo tenía tan claro respecto al software. Durante los primeros años muchos desarrolladores tuvieron que adaptar sus programas. Y personalmente no quería hacer de 'early adopter' en ese campo.

El siguiente motivo es que los cambios de aquel MacBook con M1 se quedaban principalmente en el procesador. Mi modelo de 2013 ya tiene pantalla Retina, tenía una buena autonomía y tanto el trackpad como el teclado iban bien. El salto no parecía tan tentador.

El M4 Pro es el chip en el que confío para aguantar durante años

Macbook Pro M4

No necesito la potencia del M4 Pro. Al fin y al cabo llevo años trabajando con un procesador un Core i5. El problema es que si quiero un ordenador que me aguante otros diez años voy a necesitar un salto así. Pretendo hacer uso del portátil conectado a un monitor 4K y quiero poder multiplicar radicalmente mi multitarea. Hasta ahora tengo que esperar segundos para cada tarea; quiero poder empezar a editar decenas de archivos al mismo tiempo sin problema. Quiero utilizar Apple Intelligence pero sobre todo poder ejecutar LLMs directamente.

El salto del M4 Pro no lo hemos tenido ni con los M2 ni con los M3. Apple utiliza un proceso de segunda generación de 3 nanómetros. Y todos sabemos que las segundas generaciones son las más maduras; eficientes y completas. No quiero experimentos y sé que el M4 Pro es el chipset más avanzado que Apple ha construido en los últimos años. Sí, el M4 Max es más potente, pero a la práctica es un M4 Pro simplemente con más núcleos.

Pantalla y batería: lo que me hizo entrar en el ecosistema Apple

En su día buscaba un portátil con pantalla mayor que FullHD y una autonomía por encima de las 10 horas. Aquello fue antes de la llegada de los Ultrabook. Sorprendentemente, los 1.500 euros que me costó el MacBook Pro Retina 2013 era lo más barato que había entonces. Meses después llegarían los primeros Zenbook, los XPS y demás modelos con Windows. Pero ya era demasiado tarde. Para mi sorpresa, me había metido en el ecosistema de Apple. También curiosamente, pese a utilizar Mac durante todos estos años, sigo siendo usuario habitual de Google y el ecosistema Android.

El MacBook Pro con M4 sigue apostando por la pantalla Liquid Retina XDR mini-LED del año pasado, pero tenemos una mejora del brillo en exteriores hasta los 1.000 nits. Un salto considerable teniendo en cuenta que el MacBook Pro del año pasado estaba en los 600 nits. Pese a que Jobs opinase lo contrario, sigo creyendo que pronto veremos paneles OLED táctiles en un MacBook. Pero no sabemos cómo saldrán. De nuevo, estoy apostando por un portátil que representa posiblemente lo más estable y maduro de esta generación.

Otro punto es la batería. En vez de comprarme un MacBook está la opción de apostar por un Mac mini con M4 y el futuro MacBook Air. Sin embargo, a mí me gusta tenerlo todo en un mismo sitio. El portátil lo conecto al monitor externo en el despacho, pero luego me voy al comedor a jugar o hacer cosas. El tener esa libertad de mover el portátil es imprescindible. También quiero poder tener acceso a mi estación de trabajo completa cuando viajo a eventos de prensa, cuando tengo un congreso o cuando simplemente me apetece trabajar en una cafetería.

Y aquí el nuevo MacBook Pro con M4 Pro promete hasta 14 horas de navegación web. Esta es la cifra que más me interesa. No son las 24 horas de streaming de vídeo del modelo M4 estándar. Esa cifra redonda es puro marketing. Pero a la hora de la verdad, tengo dos horas de autonomía extra respecto al MacBook con M3 Pro del año pasado. Bienvenidas sean.

Una corazonada de 2.449 euros

Macbook Entrega

En el momento de escribir estas palabras ya le he dado a comprar. Llevo con el dinero reservado desde hace años, pero duele igual. Pero con esta generación tengo la corazonada que será dinero bien invertido. Difícilmente me salga tan bien como el anterior, pero Apple se ha ganado mi confianza.

Además de las mejoras en rendimiento, autonomía y claramente en potencia, hay algunos detalles que también valoro. Tiene una cámara frontal de más calidad, el sistema de altavoces es excelente y sobre todo, porque ofrece Thunderbolt 5. Porque si algo también tenía claro es que quería el nuevo estándar de conexión por cable. Para poder conectarle todo tipo de pantallas y poder pasar grandes cantidades de datos de forma rápida. Lamentablemente, porque ni siquiera gastándote tanto dinero lo tiene todo, el nuevo MacBook Pro no tiene WiFi 7.

El pago ya está hecho. 2.449 euros. Sin descuento por estudiante, ni oferta del BlackFriday ni comprado en dólares. Si todo va bien, el próximo 8 de noviembre lo tendré en casa. Ni siquiera he esperado a la review, llevando la contraria a lo que tantas veces he recomendado. Lo he comprado con una fe ciega basándome en todos estos años. Solo el tiempo me dirá si ha sido una decisión acertada.

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