El surtido de material que llega a Steam es absolutamente monstruoso. Ya solo cuando se echan sobre nosotros sus famosas ofertas de temporada, la plataforma se convierte en un festival de compra compulsiva de juegos que solo conoces por el título, o más aún, que te suenan remotamente porque alguien te dijo que estaban bien. Imagina si ampliamos el radio de acción al catálogo completo de juegos disponibles en Steam. Todos somos conscientes de que por fuerza ahí debe haber juegos de gran calidad que pasan bajo el radar.
Sin la menor intención de ser completistas, vamos a intentar poner un mínimo, minúsculo remedio a esa situación. Hemos seleccionado unos cuantos juegos de Steam que creemos que tienen una gran calidad y que pueden haberte pasado desapercibidos. Algunos de ellos habrán tenido cierto eco entre algún sector de la prensa del público, pero no se han convertido en superventas. Otros son oscuros secretos que comparten unos pocos iniciados. En cualquier caso, no han sido el éxito que merecen y vamos a intentar ponerle remedio, con esta selección de 17 joyas ocultas de Steam.
Baba is You (2019)
Esta reciente maravilla indie estrafalaria del finés Arvi Teikari coquetea con la idea de dar al jugador la posibilidad de escribir las reglas de la partida, representadas en palabras escritas en baldosas. Los elementos de unas pantallas remotamente inspiradas en las mazmorras clásicas de los 'Zelda', pero con un aroma más analógico, como el propio Baba, una bandera que hay que encontrar, o los muros y enemigos, van mutando al ritmo que impone el jugador. Una joya muy complicada de describir y que demuestra que siempre hay espacio para encontrar nuevas formas de jugar.
Dragon's Dogma (2012)
En esta selección hay espacio para todo tipo de juegos. Y aunque la categoría de "joyas ocultas" suele aplicarse a indies y a juegos minúsculos que pasan bajo el radar, no podemos dar de lado a 'Dragon's Dogma', que algún provocador ha calificado como "el Dark Souls bueno". Su mundo persistente y abierto, impresionante aún hoy, recuerda a otros esfuerzos titánicos en la creación de escenarios de fantasía como 'Oblivion', mientras que el sistema de combate trae a la memoria en ocasiones a la famosa saga de From Software, aunque con los tintes masoquistas menos acentuados.
DYO (2018)
Este free-to-play se puede jugar en solitario pero su auténtico sentido lo tiene con dos personas colaborando para que un par de minotauros encuentren la salida a cada uno de los laberintos de inspiración grecolatina que propone el juego. La pantalla está dividida en dos, y cada uno de los jugadores puede o moverse por su sector o hacer que las dos pantallas se unan, abriendo vías, salvando obstáculos y ayudando al prójimo. Perfecto para partidas a cuatro manos. ¡Y gratis!
Hidden Folks (2016)
Una pequeña maravilla entretejida entre el programador indie Adriaan de Jongh y el microdibujante Sylvain Tegroeg. Juntos lanzan al jugador escenarios en blanco y negro superpoblados por habitantes minúsculos, a los que hay que localizar interactuando con una miriada de detalles del decorado. Relajante a la vez que enervante, ha tenido múltiples encarnaciones en otros formatos, pero la versión de Steam sigue recibiendo actualizaciones, la última de ellas hace apenas unas semanas y de temática musical.
Into the Breach (2018)
Un delicioso título de estrategia indie por turnos, y que continúa majestuosamente las propuestas del mucho más popular y también soberbio 'FTL: Faster than Light'. Da la impresión de que aquel aclamadísimo indie espacial ensombreció un poco la recepción de este juego de sus mismos creadores, Subset Games, pero 'Into the Breach' tiene unas mecánicas tan precisas como su precedente. La ambientación, en un futuro en el que se enfrentan mechas contra monstruos colosales resulta familiar, pero el ritmo de implacables combates por turnos es un auténtico desafío.
Lair of the Clockwork God (2020)
¿Puede un juego ser a la vez excelente como arcade de plataformas y como aventura point-and-click? 'Lair of the Clockwork God' lo consigue sencillamente yuxtaponiendo ambos géneros sin que resulte artificial. Los protagonistas, Ben y Dan, juegan cada uno con uno de los estilos, pero lo que llevan a cabo en los puzles old-school influye en el plataformeo frenético, y viceversa. Un juego que lucha por ser inclasificable y lo consigue gracias a su mecánica y su espléndido sentido del humor, quizás el elemento más clásico de toda la macedonia.
Lisa: The Painful (2014)
Otra maravilla rebosante de mala baba y gráficos feístas programado en RPGMaker y que agarra lo mejor de dos mundos (entornos pseudoplataformeros en 2D y combates roleros por turnos) para retratar un mundo postapocalíptico sin compasión ni esperanza. Daremos vida a un sujeto de mediana edad y muy mal aspecto que sale al páramo a buscar a su hija adoptiva. Las elecciones que haga en su viaje afectarán de forma permanente a lo que suceda, y tendrá ocasión de enfrentarse a enemigos en combates por turnos que harán las delicias de los jugadores más encallecidos y experimentados.
Maiden and Spell (2020)
Aunque esté camuflado con estética magical girl, en realidad este juego es un salvaje combate entre guerreras pseudo-sailor moon que encuentra su más perfecta modalidad en el uno contra uno. Desencadena una tormenta de proyectiles amorosos contra tu contrincante, y si no tienes a nadie a mano, hay modalidad contra CPU e incluso un modo historia que es en realidad un boss-rush crispante. Excelente banda sonora estilo JRPG.
The Void Rains Upon Her Heart (2018)
Un shooter de la modalidad bullet-hell y con ritmo de encadenado de jefes, pero que aún así, y pese a su infernal velocidad, se permite anclar su estética en lo cuqui (nuestra nave es un corazón de lado) a la vez que escupe algunas mutaciones que no desentonarían en la fiesta de fin de año en Neo-Tokyo. La suerte tiene mucho que ver con la habilidad, porque en cada nivel, los power-ups que sueltan los monstruos e incluso la propia identidad de los mismos es completamente azarosa. Un desafío camuflado de festival del amor.
OneShot (2016)
Un minúsculo juego hecho con el editor RPGMaker, pero que compite en ingenio y carisma con hermanos mayores del género. Su secreto: el jugador es un personaje más e interactúa con la protagonista, una niña llamada a restaurar la luz en una tierra arrasada donde hay robots y otros peligros. El juego chafardea en los archivos de tu PC, y cuando salgas y entres de la partida, romperá la cuarta pared, entre muchos otros ingeniosos recursos que hacen de este título un auténtico festival del metalenguaje.
Pony Island (2016)
Una maravillita procedente de Canadá que propone una curiosa metaficción en forma de una vieja recreativa a la que hay que jugar hasta que se descubre que está poseída y quiere el alma del jugador. Con formato de point-and-click clásico, pero con elementos de shooter, endless runner, puzles y otros subgéneros inmediatos y rápidos, la cosa rápidamente se pone surreal, usando la estética de baja fidelidad y el componente esotérico de todo lenguaje de programación para proponer una aventura oscura, de humor retorcido y estética cuqui y borrosa.
Return of the Obra Dinn (2018)
Lucas Pope, creador de uno de los juegos indie más impresionantes de los últimos años, 'Papers, Please', se tira a la piscina de la experimentación gráfica con un juego que hay que verlo para creerlo: dando vida a un impector de seguros para la Compañía de Indias Orientales en 1807, el jugador se tiene que encargar de subir a bordo de un barco fantasma e identificar a los sesenta cadáveres de la tripulación con un artilugio que le permite otear el momento de la muerte del sujeto. Puzles, exploración y atmósfera perfecta para un juego que imita el estilo gráfico de los primeros Macintosh, limitado y perfecto para una historia como esta.
Tiranny (2016)
El auténtico juego de culto de Obsidian, el inmerecido fracaso 'Alpha Protocol', ha sido retirado de Steam por un quítame allá esas bandas sonoras, pero hay otros del estudio que nos pueden hacer bien el servicio, como el semidesconocido 'Tiranny'. Es una derivación independiente del aclamado 'Pillars of Eternity', un RPG de línea dura en el que un semidiós ha conquistado el mundo y damos vida a uno de sus enviados para restaurar el orden e imponer su voluntad. Originales sistemas de skills y de invocación de hechizos conforman la mecánica de un RPG de ambientación decadente que merece reivindicación inmediata.
Tormentor X Punisher (2017)
Este frenético shooter cenital en la estela de 'Hotline Miami', pero con la ambientación de un 'DOOM' de tebeo barato (aún más) es una experiencia hipersangrienta y a toda velocidad como pocas. Mecánica clásica de dos sticks, gargantuescos jefes finales y un delicioso sentido del humor que parece salido de la portada de un disco de thrash metal costroso. A veces la perfección llega por las vías más obvias.
Yuppie Psycho (2019)
Definido como 'First Job Survival Horror' esta joyita de estética pixelada y pop es el segundo trabajo del estudio español Baroque Decay, después del también estupendo 'El Conde Lucanor'. Basado en la exploración y los puzles, pero también con una buena cantidad de sigilo y combate, este dungeon crawler de terror ambientado en una oficina lo tiene todo: terror cárnico, crítica a las corporaciones, guiños a la cultura pop japonesa, pixelazos modelados a lo anime... una auténtica montaña rusa de extravagancia y mala baba.
Wuppo (2016)
Un plataformas que puede engañar debido a su colorista estética de personajes sencillos y gráficos dibujados a mano, pero que esconde un mundo enorme y que se explora al estilo de la sensación indie 'Guacamelée': según se van adquiriendo poderes y propiedades se puede acceder a rincones de los niveles que permanecían inaccesibles. Argumento y aspecto naïf, pero sus desafiantes choques con inmensos jefes finales le dan un toque distintivo.
ZeroRanger (2018)
Si nos pusiéramos a detallar una colección de joyas ocultas en Steam que-también-son-matamarcianos nos salía una lista diez veces más larga que esta, así que quedémonos con un único caso como representación: este pegatiros de naves de la vieja escuela tiene una preciosa paleta cromática basada en el verde y el naranja, un sistema de progreso que acaba dándote la posibilidad de convertirte en mecha y unos interludios de diálogos enrevesados que son la guinda del pastel.
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