Os lo presentamos el pasado verano, y ya podemos decir que está operativo por calles holandesas. A WEpod lo podríamos describir como el primer microbús autónomo, en el que no hay conductor, y sí espacio para seis pasajeros.
No todo van a ser coches autónomos de grandes compañías como Alphabet o Tesla Motors, también hay espacio para vehículos de transporte con varios pasajeros, confeccionados por empresas pequeñas como la francesa EasyMile. Lo dicho, WEpod hizo sus primeros recorridos hace unos días en Wageningen.
Lo positivo del asunto es que es tal y como prometen, autónomo, pero tampoco nos podemos volver locos con las posibilidades, ya que por ahora el recorrido está limitado a uno de poco más de dos cientos metros. WEpod no es muy rápido, se mueve a una velocidad de ocho kilómetros por hora.
Es un buen comienzo para WEpod, que en los próximos meses irá ampliando su campo de actuación, con la intención de cubrir rutas de hasta seis kilómetros, sin carriles especiales o railes. En mayo empezarán las pruebas más serias con ellos.
Los vehículos están haciendo ahora una pequeña ruta prefijada, de no más de dos cientos metros, pero la idea es que se puedan mover con libertad para cubrir los intereses de los diferentes ocupantes.
Nvidia pone el cerebro
Para moverse en consonancia con el tráfico, Wepod lleva tecnología Nvidia, y es necesario que los usuarios lleven un teléfono móvil - una aplicación - para comunicarse con el vehículo. Según Nvidia, sus unidades de proceso gráfico se ponen a merced de las cámaras y radares que lleva el vehículo, pero también se introduce un sistema de ‘deep learning’ para afrontar el reconocimiento de lo que tiene alrededor.
Para el desarrollo del sistema, Nvidia trabaja junto a la Universidad de Delft, además de tener el apoyo de algunos fabricantes, como Audi, BMW, Ford y Mercedes, que por su cuenta también trabajan con el hardware de Nvidia.
Además de EasyMile, en el proyecto están la gente de Citymobil2, una iniciativa financiada por la Unión Europea que trabaja en el transporte público autónomo. No nos sirve para hacernos una idea del precio que puede tener, pero comentar que a EasyMile le cuesta unos tres millones de dólares desarrollar uno codo con codo con la Universidad de Delft.
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