El trágico crimen de Mocejón nos ha traído de vuelta un viejo debate: el de si internet, que nació siendo anónima, debería dejar de serlo. Es algo que plantea ahora Fiscalía, que apuntaba a "perfeccionamientos técnicos" para mejorar la investigación de los delitos de odio. Esos perfeccionamientos se centran precisamente en eso: en que tengas que identificarte para hacer (¿casi?) todo lo que haces en internet. Sobre todo, en redes sociales.
La Ley Mordaza no fue ni es, pero plantea su vuelta. Hace nueve años que se aprobó la Ley Orgánica de Protección de la Seguridad Ciudadana, conocida popularmente como "Ley Mordaza". Pedro Sánchez prometió eliminarla, pero jamás ha llegado a derogarse. Muchos colectivos denunciaron que era demasiado restrictiva y limitaba la libertad del ciudadano y ponía en peligro su libertad de expresión. Ahora esa amenaza vuelve tras las declaraciones del fiscal Miguen Ángel Aguilar, que apuntaba que habría que replantearse el anonimato en redes.
Fin del anonimato y destierro a los infractores. Este jurista indicó en una entrevista en el programa de radio 'Hoy por hoy' que habría que terminar con el anonimato en redes, pero además debería prohibirse el acceso a esas redes a quienes han sido condenados por delitos de odio al usarlas.
Un viejo y eterno debate. En Xataka hemos hablado largo y tendido del anonimato en internet a lo largo de estos años. Este componente fundacional de internet benefició su crecimiento en sus inicios, pero también se ha convertido en un problema, sobre todo en unas redes sociales en las que los discursos de odio abundan y donde tenemos trolls hasta en el sótano. La pregunta, no obstante, no es tanto si debemos poner fin al anonimato, sino si podemos hacerlo técnicamente.
Dame tu DNI para crear cuenta. Erradicar el anonimato implicaría que todos los usuarios de internet se identificaran convenientemente si quieren usarlas, como se hace por ejemplo al querer usar banca online. Así, para crear cuenta en redes sociales como Facebook, Twitter, TikTok o Instagram tendríamos que proporcionar nuestro DNI y/o teléfono. Teóricamente podríamos utilizar un alias o un pseudónimo para seguir publicando contenidos sin mostrar tu nombre real, pero todos esos contenidos podrían trazarse fácilmente gracias a esa identificación inicial.
¿Adiós a la privacidad? Las ventajas son evidentes a la hora de perseguir y mitigar contenidos tóxicos, cyberbulling y delitos de odio, pero también sería una amenaza quizás letal para la privacidad: las plataformas y los gobiernos podrían saber aún con más detalle todo lo que hacemos en internet.
Pero hay demasiados retos técnicos. El impacto de erradicar el anonimato de internet sería enorme e implicaría a todos los actores implicados en la red de redes —incluidos, desde luego, gigantes tecnológicos como Facebook, X o TikTok que tendrían que colaborar para implementar esos procesos—, pero es que ni siquiera parece que técnicamente haya una forma clara de hacerlo. Las redes VPN permiten por ejemplo enrutar el tráfico de internet para que parezca que estamos en un sitio distinto al que estamos. El uso de navegadores como Tor también ayuda a proteger la privacidad, y el uso de redes públicas también ayudaría a evitar esos seguimientos o a mitigarlos de forma notable. Por último está el cifrado, que permite proteger las comunicaciones para que solo el origen y el destino de la comunicación puedan descifrar el mensaje.
El gato y el ratón. La puesta en marcha de medidas de verificación de identidad como las que se planteaban en la Ley Mordaza o las que ha apuntado Fiscalía probablemente darían lugar a un círculo vicioso en el ámbito técnico: las herramientas para proteger el anonimato seguirían estando ahí —por no hablar de un posible auge de la falsificación de documentos de identidad— y probablemente los cuerpos de seguridad y las plataformas tendrían ante sí un problema de muy difícil solución.
El caso del "carné del porno". El Gobierno de España planteó este verano la creación de un "carné del porno" para limitar el acceso a contenidos para adultos y evitar que estos puedan ser consumidos por los jóvenes. La llamada Cartera Digital Beta esté disponible en septiembre, pero la idea ha suscitado numerosas críticas tanto por el fondo —con su claro riesgo para la privacidad— como por su forma: su alcance es muy limitado, ya que solo afecta a proveedores de contenidos para adultos basados en España.
Imagen | Warren
En Xataka | Lo que sabemos sobre el 'porno en internet' y su influencia en la sexualidad de hombres y mujeres
Ver 30 comentarios