Apple está desplegando un cambio en iOS 18 que está generando su propio terremoto en el mundo de las aplicaciones. El culpable es un pequeño cambio en la ventana que solicita el acceso a nuestros contactos.
El cambio lo conocíamos desde junio, pero ahora, en las primeras semanas con iOS 18 llegando a millones de dispositivos, vamos conociendo las implicaciones.
La panorámica. Hasta ahora, cuando una aplicación pedía acceso a nuestros contactos en iOS, el sistema solo establecía dos opciones: todo o nada. O toda la lista, o ninguna concesión. Con iOS 18, Apple ha añadido un paso intermedio y permite que escojamos exactamente qué contactos queremos compartir.
Ya no es un todo o nada.
Por qué es importante. Es un cambio muy sutil pero con implicaciones profundas:
- Da mayor control al usuario sobre su información personal.
- Frena potencialmente el crecimiento viral de las nuevas aplicaciones sociales.
- Cambia el equilibrio de fuerzas entre Apple y los desarrolladores.
Nuestras agendas suelen estar llenas de gente con la que tenemos una relación personal nula o muy puntual y distante. No dar acceso a la lista de contactos en bloque nos previene de un posible descuido o error que acabe enviándoles invitaciones o contenido de nuestra parte sin darnos cuenta.
Quizás estemos a gusto dando acceso a una nueva app social a nuestros amigos o familiares más íntimos, pero no a jefes o a contactos profesionales esporádicos.
Entre líneas. Este cambio no va solo de privacidad. También es un obstáculo para las apps sociales que dependen del acceso masivo a los contactos de sus usuarios para crecer rápidamente. Tanto por la facilidad para enviar invitaciones como por el efecto red que crea comprobar que muchos de nuestros contactos ya están ahí.
Nikita Bier, un afamado desarrollador de apps virales, dijo que estos cambios suponen el fin del mundo para las nuevas aplicaciones. Quizás suene exagerado, pero hay motivos razonables para ese tipo de preocupaciones.
En detalle. El acceso a contactos de usuarios es fundamental para el crecimiento inicial de muchas aplicaciones sociales. WhatsApp, por ejemplo, dependía de poder sugerir amigos rápidamente a partir de nuestra lista de contactos para poder crecer.
Facebook ya dijo en su momento que tenía comprobado que era mucho más probable que un nuevo usuario siguiese en la plataforma si añadía al menos siete amigos en sus primeros diez días. Con este cambio, ese tipo de logros pueden ser muchísimo más complicados.
Sí, pero. La verdad no es blanca ni negra:
- Los usuarios siguen pudiendo compartir todos sus contactos si quieren, solo que ahora tienen esa nueva opción intermedia.
- Algunas aplicaciones pueden beneficiarse: si no generaban la suficiente confianza como para darle toda nuestra agenda, suena menos arriesgado darle solo algunos contactos.
- Quizás sea una buena oportunidad para que las apps sociales piensen en formas alternativas de crecer sin tener que darles acceso a todos nuestros contactos. TikTok es un ejemplo de que es posible.
La controversia. Estas restricciones no se aplican a los servicios propios de Apple. Por ejemplo, iMessage se libra de tener que pedir ese permiso de acceso a contactos.
¿Es una ventaja injusta, o es parte de la lógica del sistema? Difícil responder, pero lo que es seguro es que es una nueva polémica.
En resumen. El cambio que ha hecho Apple, similar al que ya hizo en su momento con el acceso a la fototeca, aumenta el control del usuario sobre su privacidad, aunque a costa de dificultar el éxito de las nuevas apps sociales.
Esto puede tener una externalidad involuntaria: ayudar a consolidar a las aplicaciones más establecidas y por tanto más grandes, en detrimento de las pequeñas y recién llegadas. Pero quizás sea hora de que piensen, grandes y pequeñas, en formas menos invasivas de crecer.
Imagen destacada | Applesfera, Xataka con Mockuuups Studio
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