La elección del ratón con el que convivimos cuando utilizamos nuestro ordenador es, al igual que la del teclado, estrictamente personal. Creo firmemente que en este terreno no hay reglas. A algunos usuarios les encantan los teclados de membrana, mientras que otros, entre los que me incluyo, adoramos los mecánicos. O los que incorporan interruptores optomecánicos. Por supuesto, todas estas opciones son igualmente apetecibles porque el mercado nos ofrece teclados de mucha calidad que recurren a estas tecnologías.
Con los ratones sucede lo mismo. Hay propuestas de mucha calidad de toda condición y pelaje, pero yo prefiero los trackballs a los ratones con diseño tradicional por muy avanzados que sean estos últimos. De hecho, utilizo un trackball a diario desde hace diecisiete años y aún no me he cansado de él. Bueno, en realidad durante este tiempo han pasado por mis manos tres de estos dispositivos, pero todos ellos eran trackballs con un diseño muy similar. Nada de ratones.
Los 'trackballs' tienen grandes virtudes (para mí), y también algunos defectos
En noviembre de 2020 publiqué un artículo de carácter personal, como el que estáis leyendo ahora mismo, en el que describí mi larguísima convivencia con un trackball. No ha cambiado nada desde entonces, y no será por no haberlo intentado.
Durante los últimos dos años he podido probar con cierta calma más de dos decenas de ratones de gama media y alta. Como os he anticipado en los dos primeros párrafos de este artículo, estoy muy contento con mi trackball (el actual es un modesto Logitech M570), pero me apasiona la tecnología y me gusta buscar activamente periféricos que puedan ayudarme a incrementar mi productividad.
El apego cuenta, pero no lo suficiente para impedirme tomar una decisión si creo que es racional
Honestamente, ninguno de los ratones que he probado (y había un poco de todo: dispositivos láser, ópticos, ergonómicos, para juegos...) me ha gustado lo suficiente para convencerme de que merecía la pena que desterrase mi ya veterano trackball y me hiciese con él. El apego cuenta, claro, pero no lo suficiente para impedirme tomar una decisión si creo que es racional.
De hecho, hace apenas una semana relegué "sin compasión" mi teclado mecánico habitual, un Corsair K63, a un segundo equipo que utilizo ocasionalmente. Su lugar ahora lo ocupa un estupendo teclado mecánico con interruptores hot swap, teclas PBT de doble inyección y un tacto que enamora: un Ducky One 3 TKL. Pero esta es otra historia.
Las cualidades de los trackballs que han provocado que me gusten tanto son lo bien que encajan en un escritorio con poco espacio disponible (cuando compré el primero para mí esta era una condición inexcusable), lo mucho que duran las pilas (entre 18 y 20 meses utilizándolo prácticamente a diario), y, sobre todo, su impecable ergonomía. De hecho, lo utilizo cada día al menos durante 8 horas y apenas sufro de fatiga mecánica en las articulaciones de mis manos.
En cualquier caso, los trackballs no son perfectos. Ningún periférico lo es. Sus desventajas más evidentes son, en mi opinión, que no nos entregan el control preciso que requieren algunas aplicaciones, como las de retoque fotográfico, y tampoco son una buena opción para disfrutar al máximo muchos juegos. Se pueden utilizar en estos escenarios, sí, pero un buen ratón me parece muy superior. En cualquier caso, yo ya tengo puestos mis ojos sobre el que posiblemente será mi próximo trackball cuando "muera" mi M570: un MX Ergo de Logitech.
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13 comentarios
relectron
Sobre gustos no hay nada escrito.
Yo prefiero no tocarle las bolas a nada ni a nadie.
ccpo
Mi M570 lo he reparado ya una vez, a la espera de que tenga algo de tiempo para desoldar el botón derecho. Y para cuando ya no tire más, tengo uno comprado exactamente igual y almacenado. Es lo mejor que he probado en mi vida, no lo cambio por nada. No entiendo cómo gran parte de la gente no se decide a usar un trackball, es súper cómodo
Entrambosmares
Pues llevo cuatro o cinco y estoy seguro de que ya lo usaba en 2006. Tuve el cordless, el de la bola en medio (creo que tuve dos), el m570 y m575... (este tengo dos, en casa y en el trabajo)
Durante muuuucho años, no toqué un ratón.
lolo_aguirre
Para mi otro de los inconvenientes de los trackballs en los que no cae mucha gente es que necesitan desmontarse cada cierto tiempo para limpiar la bola como en los ratones antiguos.
dsa10
Sólo lo contemplaría si el ratón normal me causara algún dolor. De momento no es el caso después de décadas.
goyete
Pues parece una chorrada los 20º extra de inclinación del MX Ergo, pero no.
Y si no te convencen esos 20º extra, es extremadamente fácil recuperar la posición plana
2 semanas hace que lo tengo y todavía no lo he conectado a cargar... está con lo que venía de fabrica
nacery
Personalmente como usuario con manos pequeñas el M570 puede producir molestias por la curvatura de la palma. Acabé cambiando a un Lift vertical (además porque permitía sincronizarlo con 3 dispositivos a la vez en vez de los 2 del M570)..
anbernardi
Cómo lo mantienes limpio?
Lo tengo hace 1 año. Ha sido un tedio diario quitarle la suciedad.
Si bien mi miñeca y antebrazo lo agradecen, no hay como un buen ratón para tareas de precisión.