En 1877 el All England Lawn Tennis and Croquet Club celebró el primer torneo de tenis de Wimbledon. El mítico evento deportivo se ha convertido en un clásico no solo del circuito de tenis, sino del deporte mundial. La tradición siempre ha sido seña de identidad del torneo —por ejemplo, con el requisito de la vestimenta blanca— pero el año que viene veremos un cambio notable en Wimbledon.
Adiós a los jueces de línea humanos. Ayer el All England Lawn Tennis Club anunció "actualizaciones operacionales" para el Campeonato de Wimbledon de 2025. En dicho comunicado se destacaba la adopción de un sistema electrónico en tiempo real que sustituirá a los jueces de línea.
Out. El nuevo sistema, llamado Live Electronic Line Calling (Live ELC), estará presente en todas las pistas y todo el Campeonato, incluidos los partidos clasificatorios. Será este sistema el que cantará las bolas como "out" y también el que cantará los "fault" cuando el servicio de los jugadores no entre.
Los jueces de silla pierden protagonismo. Las máquinas por tanto sustituirán a los jueces de línea que se repartían por las pistas y que eran parte integral de la tradición del tenis en Wimbledon y en el resto de torneos de los circuitos ATP y WTA. Los jueces de silla (umpires) también pierden protagonismo, ya que ellos fueron hasta no hace mucho los principales responsables de cantar si una bola había entrado o no.
"You cannot be serious!". Eso ha provocado desde luego históricas peleas dialécticas entre jugadores que no estaban de acuerdo con las decisiones de los jueces de silla. Entre las más famosas, por supuesto, la del colosal enfado de McEnroe en Wimbledon en 1981 cuando dijo aquello de "You cannot be serious". La bola fue cantada como out... pero había entrado. Como se puede ver en el vídeo a cámara lenta, hasta levantó la cal de la línea.
Las pruebas han sido satisfactorias. La organización del Campeonato de Wimbledon ha indicado que la decisión para adoptar este sistema se ha tomado tras el éxito de las numerosas pruebas realizadas en el torneo que tuvo lugar en 2024. Es de hecho una evolución de las tecnologías que monitorizaban si la bola había entrado o no. El célebre sistema de Ojo de Halcón (Hawk-Eye) lleva usándose como asistencia de los jueces de silla desde 2007 en Wimbledon, por ejemplo, y en los últimos tiempos también se ha hecho muy popular el llamativo sistema FoxTenn, que usa cámaras de alta velocidad y redes neuronales para el seguimiento de la bola.
Solo queda Roland Garros. Tanto el Open de Australia como el U.S. Open ya habían sustituido a los jueces de línea por sistemas electrónicos, y solo mantenían al juez de silla. Wimbledon hará en 2025 lo mismo, y eso hará que solo uno de los cuatro Grand Slams conserve de momento esa tradición: Roland Garros, en París, Francia.
No exentos de polémica. En la actualidad muchos torneos dan derecho a los jugadores a cierto número de "challenges" en los que solicitan la comprobación electrónica de si una bola ha entrado o no tras la decisión humana. Esta especie de "VAR" del tenis suele ser aceptado sin problemas por jugadores y público, pero hay situaciones en las que esas decisiones también han provocado quejas por parte de los jugadores, que no se fiaban siquiera de esos sistemas electrónicos. Daniil Medvedev, actual número cuatro del mundo, se quejaba precisamente de esto en el reciente torneo de Beijing y advertía: "no os fiéis de Hawkeye". La polémica probablemente seguirá ahí.
Imagen | Derek Holtham
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