Cuando el empresario tecnológico William Sachiti compró la vieja base militar de Neatishead, en Reino Unido, un antiguo complejo gestionado en su día por la Royal Air Force (RAF) y que en el siglo XX formó parte de la red de radares encargada de vigilar la costa este de Gran Bretaña a la caza de misiles soviéticos, tenía en mente reconvertirla en una incubadora para nuevas tecnologías.
La instalación era amplia.
Estaba aislada.
Y sus 76.000 metros cuadrados formaban un escenario por el que se repartían una docena de edificios —incluido un impresionante búnker nuclear— y en el que Sachiti vio un escenario ideal para las pruebas de su compañía. Espacio necesitaba, al fin y al cabo. Además de empresario y experto en robótica e inteligencia artificial (IA), Sachiti es el "padre" de Kar-go, el vehículo autónomo de Academy of Robotics diseñado para repartir paquetes... y con posibles aplicaciones militares.
Todo cuadraba.
Ya trasladado a Neatishead, Sachiti se encontró sin embargo con un problema. Más bien una inquietud. En la vieja base abandonada de la RAF no había solo naves, patios y cámaras blindadas. Entre su edificios despuntaba un radar AMES Type 84, un dispositivo pintado en verde militar, repleto de varillas medio oxidadas y coronado por una pantalla de 18,3 metros de largo y 7,6 de ancho.
De cazar misiles... a ovnis
A su modo el AMES Type 84 es una pequeña joya tecnológica una reliquia de la Guerra Fría protegida con un nivel de Grado II por su interés histórico. Y es normal. Entre 1962 y 1994 radares de la RAF como el instalado en Neatishead se encargaron de auscultar los cielos para anticiparse a cualquier amenaza militar y garantizar que se cumpliese el Pacto de Varsovia.
Con el salto de siglo el escenario cambio y el complejo militar de Neatishead acabó desmantelándose en 2004. No el AMES Type 84, que se quedó apuntando al cielo desde su pedestal de hormigón, mudo y ciego, como un chivato de los tiempos de mayor tensión militar.
Así lo vio Sachiti durante sus idas y venidas por los corredores de Neatishead hasta que hace poco más de una semana decidió sentarse a la mesa, abrir su ordenador, conectarse a Reddit y teclear:
“¡Ayuda! Quiero devolverle la vida a esto”.
Debajo del mensaje añadió una foto del radar.
Las respuestas en /r/electronics no tardaron en llegar en cascada y aunque el empresario había lanzado su publicación de forma anónima, sin dar su nombre, los usuarios de Reddit descubrieron quién era y dónde estaba el radar. No era demasiado difícil: la adquisición de Neatishead se había anunciado en la prensa y Gran Bretaña solo construyó un puñado de dispositivo como aquel.
Entre el batiburrillo de preguntas, respuestas y reflexiones que generó la petición de ayuda del empresario, alguien le lanzó la pregunta más básica.
— ¿Por qué comprarlo?
— ¿Porque me he convencido de que puede ser divertido usarlo para intentar encontrar ovnis? —replicó Sachiti.
Su comentario no pasó por alto.
Poco después contactaba con él la revista Vice, que volvió a plantearle exactamente la misma pregunta: ¿Quería el radar para salir a la caza de objetos volantes no identificados? La respuesta de Reddit —explicó— la había escrito medio en broma, pero a su modo hubo quien le cogió el guante, incluidos "cazadores de ovnis", y el propio Sachiti parece no cerrar la puerta a que el viejo radar vuelva a girar a la caza de misterios siempre. Su único requisito: que no se le dé un mal uso.
Desde que publicó su mensaje en Reddit ha contactó con él gente que plantea con total seriedad usar el Type 84 para la caza de objetos no identificados. “No me corresponde a mí decidir cuál es el mejor uso en el mundo moderno. Siempre y cuando no haga daño y no sea intrusivo… tengo la tecnología… démosle una vida”, explica el empresario a los reporteros de Vice.
Entre quienes reaccionado a su SOS en Reddit hay también quien plantea usar el radar para escanear la luna y quien, simplemente, señala las complicaciones de poner en marcha el viejo Type 84. "Es probable que funcione a una potencia y frecuencia restringidas, ¿no? En ese caso, se necesitaría una licencia; ¿es fácil conseguirla?", plantea un usuario.
El empresario asegura sin embargo que "las licencias no son un obstáculo" y recalca que no está "limitado a un uso amateur". "Me interesa encontrar la manera de hacerlo funcionar parcialmente. Sin la radiación, por supuesto. Me parece un desperdicio ver cómo la tecnología antigua, pero antes muy costosa, se desperdicia lentamente. Me gustaría devolverle la vida de alguna manera".
"Es un bien de gran interés para el patrimonio del Reino Unido. Hay mucha gente a la que le encantaría verlo encendido una vez al año y que los estudiantes y las universidades pudieran hacer experimentos aquí y allá", concluye Sachiti, para quien los radares suponen un terreno nuevo.
Imagen de portada Adrian S Pye (Geograph)
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