México retumba de alegría tras la victoria en el Mundial 2018 y genera un terremoto artificial [Actualizada]

Actualización (19/06/2018): hemos actualizado el tema tras hablar con Nahúm Méndez-Chazarra, geólogo y divulgador científico, que nos ha aclarado las diferencias entre terremotos y terremotos artificiales y lo difícil que es definir estos conceptos de una forma inequívoca.

El Mundial de fútbol 2018 que se está celebrando en Rusia ha comenzado a dar las primeras sorpresas, y una de ellas fue la victoria de México sobre Alemania en el primer partido del grupo F.

Ese resultado provocó que se desatara la alegría en México DF, con unos aficionados que celebraron el gol de Hirving Lozano en el minuto 35 del partido saltando y gritando de una forma espectacular. Tanto, que provocaron un terremoto artificial detectado por los sismógrafos del país.

Un terremoto de alegría que solo los sensores percibieron

Así lo indicaron las lecturas del Instituto de Investigaciones Geológicas y Atmosféricas (IIGEA), cuyos sensores sísmicos registraron tremores en dos localizaciones de la capital mexicana siete segundos después de que se marcara ese gol por parte de la selección de México.

Las lecturas dela red de monitoreo sísmico indicaron ese singular evento que también fue confirmado por ejemplo por los sistemas de alerta sísmica en Chile, cuyos sensores detectaron "una aceleración máxima que llegó a 37 cm/s2 en el momento del gol de México". Los dos sismógrafos estaban localizados en Venustiano Carranza y en Coyoacán, en la ciudad de México.

Como explicaron los responsables del IIGEA en su blog, en realidad el evento "no es perceptible para la población en general, pero sí por los instrumentos más cercanos al lugar".

El concepto de 'terremoto artificial' lleva a equívoco

Nuestros compañeros de Xataka México ya aclaraban que la denominación de 'terremoto artificial' puede llevar a confusión, ya que se trata de 'un fenómeno originado por la actividad del hombre' que no tiene nada que ver con la magnitud de un terremoto convencional.

Los sismógrafos que detectaron ese sismo artificial están localizados en la ciudad de México, cerca de las celebraciones, y son tan sensibles que recogieron ese breve tumulto tras el gol de la selección mexicana de fútbol.

Así, es importante destacar que el término 'terremoto artificial' o 'sismicidad inducida' puede llevar a equívoco, y de hecho este término normalmente se aplica en ámbitos como detonaciones mineras o el no hace mucho célebre fracking.

Estos sismos no dañan el subsuelo, añaden, y no es la primera vez que un evento deportivo genera un terremoto artificial: en octubre de 1988 un partido de fútbol americano universitario también provocó un pequeño sismo artificial que hizo que aquel partido ya se conozca popularmente como 'The Earthquake Game" ("El partido terremoto").

Un geólogo nos aclara la situación

Las dudas que plantean estos 'terremotos artificiales' son evidentes, así que nos pusimos en contacto con el geólogo Nahúm Méndez-Chazarra (@nchazarra), que nos indicó que el debate que ha surgido demuestra cómo existe "una gran variedad de opiniones y definiciones más o menos concretas con respecto al término terremoto".

Nahúm Méndez-Chazarra, geólogo y divulgador científico. Fuente: Fundación Telefónica.

Así, destacaba Nahúm, parece que si en un terremoto convencional no ocurre nada y es de baja magnitud, algunos lo califican como un mero temblor, pero especifica que "si definimos terremoto simplemente como la vibración de la superficie de la Tierra por causa de una liberación de energía, sin atender a la fuente, podemos hablar de terremoto".

Hasta no hace mucho solo detectábamos terremotos de origen natural por ser realmente grandes, pero como nos explicaba este geólogo, los instrumentos han mejorado "y detectan vibraciones causadas por ejemplo por explosiones en canteras, detonaciones de armas nucleares o incluso el fracking".

Esos sensores, comentaba Nahúm, también "son capaces de detectar la vibración que generan los hinchas de un equipo de futbol cuando este marca un gol y se ponen a saltar" Añadía además que no es un caso aislado de México, y por ejemplo en España también hemos sentido ese efecto en ocasiones, "muy especialmente cerca de grandes estadios".

Como es de esperar, dicho efecto solo se puede detectar con estaciones sísmicas cercanas a esos estadios, y aclara que es importante que nos demos cuenta de que "celebrar un gol no va a provocar vibraciones del suelo a 400 km de distancia. Para eso se requieren cantidades de energía muchos ordenes de magnitud por encima".

La duda, claro, es si llamar a esas vibraciones terremoto o no. Para Nahúm la cuestión está en nuestra definición de terremoto. Si esos hinchas producen esas ondas que se propagan y que recogen los sismógrafos, "¿por qué excluirlos y no llamarlos terremotos si no nos atenemos a la definición que escribimos anteriormente?".

Para este geólogo lo importante además es aclarar que el único riesgo que hay al llamar a ese fenómeno 'terremoto artificial' es el de pensar que este tipo de celebraciones pueda ser suficiente para generar un terremoto verdaderamente destructivo. "No es así. Aunque saltáramos todos al mismo tiempo, somos minúsculamente pequeños".

En Xataka | Cómo ver el Mundial 2018 de Rusia por Internet

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