Una pieza de plástico de tres brazos que gira. Si me pidieran que definiera qué es un Fidget Spinner, esa sería la frase que me vendría a la mente en un primer momento. Pero detrás de su simple diseño hay mucho más: una ingeniosa forma de conseguir que el giro se prolongue en el tiempo y una satisfacción al verlo girar que ya ha conseguido ganarse a millones de niños (y no tan niños) por todo el mundo.
"La nueva y popular moda en juguetes es una pieza de plástico que gira", titulaba el New York Post hace unos días cuando hablaba de los Fidget Spinners. En él explicaban que muchos estudiantes, incluso universitarios, están recurriendo a ellos para calmar el estrés y que las grandes tiendas del país están teniendo problemas de stock debido a la alta demanda. Y no sólo en Estados Unidos: en España ya comienzan a verse en los colegios y en las tiendas de barrio. Hasta Amazon tiene un montón de modelos en stock.
Cómo funciona un Fidget Spinner
La estructura principal de un Fidget Spinner básico tiene forma que comentaba antes: se trata de una pieza de plástico con tres brazos y acabados redondeados. La gracia está en que poseen un rodamiento en el centro y tres contrapesos en los extremos. Estos últimos giran en sentido contrario al rodamiento central. Con esta combinación, el giro del dispositivo entero se prolonga durante minutos.
Existen otros modelos con diseños diferentes (aquí podéis ver una recopilación: los hay con dos brazos, cuatro brazos, con forma de rueda dentada, etc.), pero el funcionamiento siempre es el mismo: están diseñados de tal forma que son muy fáciles de mantener en equilibrio y, una vez les das impulso para girar, tardan más tiempo de lo que habitualmente podrías esperar en detenerse.
Y no sólo los hay de plástico: también hay modelos cerámicos, de aluminio... El precio varía en función del material, de la calidad del rodamiento, los colores, la forma y muchos otros parámetros, aunque lo habitual es que oscilen entre los 2 y los 10 euros. Pero vamos, que otros fabricantes no han perdido la oportunidad de hacer versiones premium y hay otros Spinners que pueden alcanzar los 700 dólares.
Ya existía (y con todo un culebrón detrás)
Aunque es ahora cuando se pone de moda, el Fidget Spinner no es un gadget de alta tecnología y, de hecho, lleva existiendo desde 1993. O, al menos, una versión muy primitiva pero con una descripción similar. Fue idea de Catherine Hettinger, una madre estadounidense que buscaba, según confiesa en una entrevista a The Guardian, cómo entretener a su hija de siete años.
Hettinger ideó un sistema únicamente de plástico que giraba sobre el propio dedo y lo patentó en 1997 con la idea de que pudiera servir tanto a los más pequeños como a los adultos para aliviar el estrés y como forma de entretener las manos de la gente que, por ejemplo, quería dejar de fumar.
Parecía que el diseño de Hettinger iba a más, con clientes comprando unidades de prueba y con Hasbro, el popular fabricante, planteándose fabricarlo en masa. Por desgracia para ella, el acuerdo con Hasbro no prosperó. Su invento no triunfó y, por problemas de dinero, decidió no renovar la patente en 2005.
Eso sí, el "juguete que gira" original de plástico se parece poco al diseño de tres brazos y con rodamientos que está triunfando ahora. Entonces, ¿cómo llegamos al actual? Su origen no está muy claro pero parece que un tal Sam KenKnight podría haber sido el primero en poner a la venta una versión de dos brazos (su primer vídeo data de abril de 2016) y las copias y otras versiones llegaron poco después.
Pero ¿por qué?
¿Tanto jaleo por un trozo de plástico que gira? Pues parece que sí. Según cifras que compartía el New York Post, un distribuidor ya ha vendido en Estados Unidos más de 20 millones de unidades, y reconocía que las grandes cadenas comerciales del país estaban dispuestos a pagar más por traer más unidades en envío urgente vía avión. "A este ritmo, va a ser nuestro juguete más vendido en nuestros más de 50 años de historia", decía dicho distribuidor.
A su popularidad también ayuda el hecho de que algunas escuelas de Estados Unidos y de Reino Unido ya lo están prohibiendo en sus aulas. ¿Su argumento? Que distrae a los alumnos y que hacen ruido, como asegura este director de un colegio inglés. Y ya sabéis lo que pasa: basta que los colegios prohiban algo para que dicho algo se ponga de moda entre los niños.
Desde entonces, YouTube no ha parado de llenarse de vídeos de trucos y reviews con el juguetito como protagonista y prácticamente todas las tiendas online tienen diversos modelos a la venta. Los Fidget Spinners tienen ya hasta un subreddit dedicado, en el que usuarios de estos peculiares gadgets comparten sus nuevas adquisiciones, los movimientos que hacen con ellos y consejos para sacarles el máximo partido.
¿Y por qué también está triunfando entre adultos? Al igual que el exitoso Fidget Cube, algunos vendedores resaltan cómo sirve para aliviar el estrés y para reducir la ansiedad. También es frecuente leer cómo pueden ayudar, supuestamente, a personas con TDAH y autismo, aunque los expertos no se ponen de acuerdo en esto último y hay opiniones para todos los gustos.
Vale, pero ¿por qué? ¿A qué se debe tanto éxito? No lo sé, pero os confieso una cosa: esta mañana uno de nuestros compañeros se ha ido una tienda cercana a comprar uno para grabar nuestro vídeo. Horas después, y tras haberlo terminado, me comentaba que no sólo sigue usándolo porque el giro engancha sino que además sus familiares le han pedido varios más. Y yo, cuando termine de escribir esto, me voy a acercar a otra tienda a hacerme con el mío, a ver si de verdad es para tanto. ¿Hablamos en unas horas?
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