En un tiempo que todo es digital es una sorpresa encontrar un vídeo en el que restauran a mano una fotografía para salvarla del paso del tiempo. La imagen en cuestión no parece tener ningún valor artístico, pero el paso del tiempo le ha dado un valor histórico para la comunidad en la que apareció.
Hoy en día, lo más habitual es escanear una fotografía antigua y pasar toda esa información por los filtros y herramientas de Adobe Photoshop hasta conseguir que no se note el efecto de los años. Pero lo que hemos encontrado es un vídeo en el que restauran el papel y la superficie sensible de una imagen de más de 90 años.
Para los que llevamos años en este mundo, es un reencuentro con las técnicas que utilizábamos en el cuarto oscuro; y para los más jóvenes, es una llamada de atención sobre los orígenes de la fotografía y el inmenso placer de tocar una fotografía de papel.
Cómo restaurar físicamente una fotografía antigua
Si tienes más de 40 años, seguro que si eras aficionado a la fotografía, tuviste la oportunidad de trabajar en un laboratorio o verlo en algún centro cultural. A lo mejor hasta en el colegio tenían uno. Es genial trabajar con el ordenador, pero en el cuarto oscuro, con su luz roja y la música que poníamos, era todo distinto, un trabajo mucho más artesano.
El proceso que se observa en el vídeo impresiona por la cantidad de pasos que siguen para llegar al resultado final. Desde máquinas humidificadoras para poder planchar el papel hasta esponjas con diversos químicos para levantar la suciedad, pasando por la recuperación de zonas perdidas con papel japonés.
Una imagen digitalizada se puede reproducir indefinidamente, pero la copia original tiene un valor único. Es el papel que vieron los que aparecen retratados. El tiempo ha pasado por ella y por eso nos emociona más cuando la vemos expuesta que una copia actual.
Si tenéis tiempo, si estáis de vacaciones, os recomendamos ocupar diez minutos de vuestro tiempo para ver el vídeo. Es un canto a las cosas bien hechas. Aquí no importan las técnicas de revelado imposible, o los millones de capas que utilicemos. Tampoco es una fotografía espectacular. Es casi una sencilla panorámica social que en su momento no tendría mayor relevancia.
Hazlo tú mismo en casa
No es fácil hacer todo esto en casa. Hay que tener estudios y mucha práctica para conseguir algo similar. Y por supuesto toda la maquinaria. Nunca me atrevería a hacerlo personalmente con una fotografía tan antigua. Por ese motivo nos sentimos más seguro en un entorno digital.
La sensación no es la misma, pero al menos es más permisiva con los errores que podamos cometer. Ahora hay muchas formas de hacerlo, desde Photoshop hasta varias aplicaciones que lo hacen por ti.
Hoy recomendaría escanear la imagen con el mejor escáner posible (se nota la diferencia) y pasar la fotografía a Adobe Photoshop. Es verdad que podemos usar la IA de las nuevas apps, pero pocas aguantan un tamaño grande y un formato TIFF. Si no necesitas grandes tamaños, son la mejor opción.
El proceso de restauración digital en Adobe Photoshop es lento y pesado. Con experiencia se consiguen grandes resultados. Pero nadie nos quita varias horas de trabajo. Una buena combinación sería aprovechar los filtros neuronales del programa y luego seguir trabajando a mano. El único problema de este proceso sería cómo escanear una fotografía enrollada.
Y también sirve para darse cuenta de que la fotografía no es una competición. Lo importante es dominar la técnica para que las generaciones futuras puedan disfrutar del momento que tú captaste. La fotografía es un acto social, una forma de recordar el pasado.
Es verdad que el vídeo está en inglés, pero se pueden activar los subtítulos en español para entender, paso por paso, todo lo que vemos. Es tan relajante como un vídeo de restauración de cuadros y tan instructivo como uno del museo del Prado. Seguro que os entran ganas de buscar vuestras viejas fotos y hacer lo mismo.
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