Los trackpads de los portátiles de Apple son excepcionales, y de hecho pocas veces -y solo muy recientemente- hemos podido disfrutar de una experiencia similar en equipos basados en Windows. Aquí el control total del hardware y el software que ejerce la empresa de Cupertino le dan un plus que además se ha notado en la sensibilidad, eficiencia o la propia sensación táctil que transmitían esos componentes.
Ahora la batalla por ofrecer trackpads aún más versátiles se ha vuelto a animar. Por un lado tenemos los nuevos trackpads con tecnología Force Touch de Apple que han hecho su debut tanto en los nuevos MacBook como en los también renovados MacBook Pro de 13 pulgadas. Y por la otra, la promesa de los precision touchpad que desde hace tiempo se implementan en equipos Windows 8.1 pero que darán un salto adicional con Windows 10. ¿Qué nos ofrece cada alternativa?
Llega el sorprendente Force Touch
Es una de las grandes novedades de Apple en materia de hardware este año, y desde luego una de las que a nivel práctico más parece que podría influir en la experiencia de usuario con los portátiles de la firma que la integren. La tecnología Force Touch de sus nuevos trackpads es protagonista en los nuevos MacBooks que se pondrán a la venta, pero también en los MacBook Pro 13 que nuestros compañeros de Applesfera acaban de analizar y con el que han ofrecido los detalles de esta tecnología en vídeo:
Como comentan tanto en el análisis como en el vídeo, el nuevo trackpad de Apple ya no cuenta con ese clic mecánico que caracterizaba a los modelos tradicionales, pero eso da igual: el motor táptico hace que la sensación táctil sea exactamente la misma: al hacer el mismo gesto del clic que hacíamos "sentiremos" que ese clic se produce en el trackpad. Aunque todo está controlado por software, el resultado final es transparente para el usuario.
Hay muchas ventajas en esta nueva concepción del trackpad de Apple, y una de ellas es la de que ese clic ya se puede realizar en cualquier zona del trackpad, y no necesariamente en la parte inferior. Pero es que además está la otra gran característica: el sensor de presión configurable que permite acceder a nuevas posibilidades en el control táctil y por gestos y que da acceso a lo que Apple llama el "clic Force".
Por ahora solo hemos visto pinceladas de lo que este tipo de característica podría ofrecer. Apple mostró -y también lo vemos en el vídeo que acompaña a este artículo- por ejemplo cómo al reproducir vídeo podemos ajustar la velocidad de avance o retroceso manteniendo el dedo con una presión mayor o menor. A mayor presión, más y más rápido avanzaremos o retrocederemos en el vídeo.
En la página de soporte de Apple también mencionan otras prestaciones igualmente interesantes. Podremos por ejemplo hacer clic con algo más de fuerza sobre una palabra de una página web en Safari para que aparezca la definición de la misma desde el diccionario o la Wikipedia. O sobre una dirección, lo que provocará que se abra Mapas apuntando a ella, o a un evento o fecha para que se añada al Calendario. O sobre el Dock, lo que dará acceso a Mission Control (curioso, en la página de soporte lo siguen llamando Exposé). Y así con otros tipos de contenido que por ahora se restringen a aplicaciones nativas de Apple. Por ahora.
La promesa de Windows 10
Hace tiempo que Microsoft trata de garantizar la mejor experiencia posible en los touchpad (el nombre cambia, pero eso es lo de menos) de los portátiles basados en Windows, y de hecho lleva meses tratando de establecer una serie de requisitos especiales que hagan que un touchpad tradicional se gane el derecho a ser uno de los llamados precision touchpad.
No se trata de touchpad especiales o radicalmente distintos de lo que habíamos visto hasta la fecha, sino que aquí Microsoft impone ciertos requisitos para calificarlos de este modo. Es una especie de certificación que hace que el fabricante en cuestión pueda garantizar a su vez que toda la potencia de los gestos táctiles en esos componentes podrá ser aprovechada en Windows 8.1 y, desde luego, en Windows 10.
En el centro para desarrolladores de Microsoft se establece la Guía de Diseño Industrial de los Precision Touchpad en Windows, y en ella se toman tres factores en cuenta: el tratamiento de la superficie (capa protectora, textura), la integración con la zona en la que reposa la muñeca (aquí entran en juego también la ausencia de botones, las dimensiones -64 x 32 mm son las óptimas, o la alineación, entre otras cosas) y la mecánica del touchpad (fuerza de activación, flexibilidad de la superficie, profundidad del click -no mayor que 0,3 mm-).
Todas estas propiedades permiten al fabricante aprovechar toda la potencia de los gestos táctiles que Microsoft plantea tanto en Windows 8.1 actualmente como en Windows 10. El nuevo e inminente sistema operativo de los de Redmond plantea cambios en este sentido, y en una reciente conferencia en WinHEC en China (presentación en PowerPoint Online, aquí), uno de los responsables de este área ofreció detalles sobre esas nuevas prestaciones.
Aparte de destacar que se han reducido los costes de lograr fabricar touchpads con esos requisitos, la presentación también mostraba la nueva hornada de gestos disponibles en Windows 10. Los gestos desde los bordes que eran parte de Windows 8.1 pasan a ser gestos multitáctiles en Windows 10 con este tipo de touchpads. Algunos son iguales a los que había hasta ahora (como el zoom), pero otros están asociados a nuevas órdenes de Windows 10 que sobre todo permiten controlar de forma rápida la gestión de tareas. Interesante, pero con una clara desventaja frente a la propuesta de Apple.
Desarrolladores, a jugar
Y esa desventaja no es ni más ni menos que la API Force Touch que Apple ha preparado para que los desarrolladores puedan sacar partido de esta tecnología y que hará que sus posibilidades no se limiten a lo que la empresa de Cupertino ofrezca en sus aplicaciones nativas, sino a nuevos escenarios en todos los ámbitos.
Por ahora ya hemos visto una demostración de lo que puede ofrecer esa posibilidad: Inklet es la primera aplicación que aprovecha el sensor de trackpad con Force Touch de forma que la precisión de este desarrollo, haciendo que se convierta en una tableta gráfica realmente potente, pero aquí las opciones son muy relevantes. Poder firmar documentos electrónicos directamente desde el trackpad con gran calidad -la precisión en la fuerza del trazo será mayor- es otra de las ideas que se barajan, pero de nuevo aquí los desarrolladores serán los que manden.
No hay, que sepamos -hemos contactado con Microsoft para confirmarlo, pero de momento no tenemos respuesta- una API similar para los precision touchpad de los que nos hablan en Windows 8.1 y Windows 10, y esa limitación podría volver a centrar el interés de los desarrolladores en la plataforma de Apple. Aquí Microsoft juega con la ventaja de que su cuota de mercado es casi absoluta y es difícil obviar este segmento, pero la realidad en el mundo móvil con Android e iOS es similar en cuota y aún así Apple sigue siendo protagonista absoluto para esos desarrolladores.
A priori parece evidente que ambas alternativas ofrecen un salto cualitativo importante respecto a lo que habíamos visto hasta ahora, pero desde luego Apple lleva la delantera tanto en tecnología como en su apuesta por desarrollos de terceras partes. Veremos si en Redmond anuncian cambios próximamente, y la conferencia BUILD que comienza el 29 de abril sería un marco perfecto para ello.
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