Durante años, hemos leído sobre la “experiencia cinematográfica”. Incluso con cierto sentido romántico. Y pensemos en qué ofrece un cine: butacas cómodas, sonido envolvente y profundo y una sala oscura —acondicionada para ofrecer un ambiente inmersivo, pero también para generar un mejor contraste de imagen, ya que se basa en un sistema de proyección sobre pantalla blanca—. Estas son las tres claves. Cada vez que se cierran las puertas y se inicia la proyección, comienza también esa ‘liturgia’ donde te aíslas de los estímulos externos; donde concentras tus sentidos y emociones en eso que está frente a ti.
Ahora intentemos trasladar esto a un hogar. A un nivel básico, es fácil: un sofá cómodo y una buena tele con alguna barra de sonido para complementar la potencia sonora. Pero hay matices: ¿tu salón está demasiado iluminado o es demasiado oscuro? Como veremos más adelante, si tu habitación recibe mucha luz solar, un televisor Samsung Neo QLED responde mejor al deslumbramiento y los reflejos en pantalla. En cambio, si la sala dispone de unas buenas cortinas, persianas o directamente peca de mala iluminación, los televisores Samsung OLED son excepcionales para esa experiencia puramente cinematográfica.
Pero no nos adelantemos. Solo debes tener en cuenta dos variables: tu presupuesto y el espacio para esa tele. Y no te preocupes si eres más de cine indie o de grandes superproducciones: en ambas situaciones, encontrarás el televisor y el equipamiento que mejor se adapta a ti. Más fácil, imposible.
Neo QLED vs. OLED: las diferencias
Ha llegado el día: tienes el hueco medido y el mueble preparado para esa tele que estás a punto de comprar. Ya casi puedes sentir ese gustito de acurrucarte y empaparte de un drama de Oscar. O subir el volumen a niveles atronadores y sentir cada escena de una buena peli de acción. Quieres un cine en casa y estás a punto de tenerlo. Solo necesitas unas pautas para elegir sin sentir, dentro de algunos meses, que te has equivocado.
Sí, existen miles de tecnologías distintas. Pero, por suerte, podemos agruparlas en cuatro: QLED, OLED, Neo QLED y Lifestyle. Y, dependiendo de las preferencias, necesidades y gustos de cada uno, Samsung cuenta con modelos de cada tipo de panel. En la actualidad, las tecnologías líderes son Samsung Neo QLED —televisores como The Frame o los nuevos modelos 8K representan la élite de esta tecnología— y Samsung OLED. Ambas ofrecen experiencias de visualización de alta calidad... pero también presentan diferencias clave.
Profundicemos en esas claves antes de elegir qué televisor meter en casa. La principal diferencia entre Neo QLED y OLED radica en la tecnología de pantalla utilizada y en cómo se ilumina. Neo QLED, para empezar, emplea Mini-LED para la retroiluminación. Y esto garantiza un mayor control sobre la iluminación y una mejora en el contraste y el brillo en comparación con los QLED tradicionales. Por otro lado, OLED utiliza diodos orgánicos emisores de luz que pueden apagar completamente los píxeles individuales, lo que resulta en negros profundos y en un contraste casi infinito.
La tecnología Samsung Neo QLED propone una evolución del QLED tradicional. QLED son las siglas de Quantum Dot LED, es decir, que recurren a puntos cuánticos —partículas casi microscópicas, de nanómetros— para reproducir imágenes. Cuando estas partículas son retroiluminadas por la luz UV, se ‘excitan’ eléctricamente y representan los distintos colores. Son paneles de alta eficiencia energética. Y, si los QLED recurren a miles de ‘bombillas’ de un tamaño minúsculo, Neo QLED recurre a LED aún más pequeños y finos. Esto garantiza un mayor control del color, de la precisión del blanco y de la profundidad del negro, otorgando un contraste superior.
En la actualidad, ambas tecnologías ofrecen la reproducción de millones de colores y una excelente precisión. Sin embargo, la tecnología Neo QLED posee un pico de brillo más alto que OLED, convirténdola en la opción lógica para habitaciones más brillantes. Los paneles OLED, por su parte, ‘brillan’ en habitaciones oscuras, concediendo una experiencia cinematográfica más inmersiva.
Qué tecnologías usan para lograrlo
Lo que debe quedar claro es que ambos tipos de panel reproducen el 100 % del volumen de color. A más LED, más control de la luz y menos estelas sobre las áreas brillantes.
Pero todavía podemos ir un paso más allá. Por ejemplo, hablemos de tamaños: si cuentas con una sala amplia, presupuesto y espacio para ello, Samsung cuenta con televisores Neo QLED 8K de hasta 85 pulgadas. Y son idóneos tanto para organizar una proyección magna entre colegas como para sentir la euforia de un partido deportivo como si estuvieras a pie de grada.
Estos paneles, además, cuentan con un procesador cuántico neuronal con escalado 8K. Esto significa que las redes neuronales, mediante un algoritmo de inteligencia artificial, analizan el contenido que estás viendo y optimizan la imagen basándose en el análisis resultante. Y, aunque parezca increíble, saben distinguir entre una comedia navideña y un oscuro thriller de venganza. O incluso videojuegos: si detectan que conectas una consola, activan el modo juego, los 144 Hz en 8K de refresco y el retraso de entrada ultrabajo. Y con el Samsung Gaming Hub, puedes elegir entre distintas configuraciones, personales y predefinidas.
Y mucho ojo al OLED con Quantum HDR, compatible con el estándar HDR más avanzado del mercado, el Adaptive HDR10+. Ya no solo se trata de crear un perfil para el tipo de contenido: cada fotograma, cada frame, está optimizado. Si una peli salta del terror a la comedia, la inteligencia artificial acomodará el contraste de cada escena, el tono de cada piel y la sonoridad de cada diálogo.
¿Hemos dicho piel? Sí, literalmente: los últimos televisores OLED de Samsung cuentan con Pantone Validated, la prestigiosa certificación que evalúa la fidelidad en reproducción de color según el Pantone Matching System (PMS), una garantía de calidad total, ya que es utilizada tanto por diseñadores y profesionales del color como fotógrafos o etalonistas.
Una garantía que se traduce en mejoras reales. Cada serie, cada clásico del cine reescalado a 8K o cada nuevo éxito cinematográfico son representados tal y como fueron pensados por sus autores, por sus directores de fotografía y demás profesionales. Tal es el nivel de realismo de estos paneles, que son capaces de alcanzar hasta 110 tonos de piel —según el Pantone SkinTone—, reproduciendo con precisión y realismo cada matiz único de cada actor o personaje.
El sentido del cine
“Pero en el cine suena mejor”. Esta es una de esas frases que dinamitan la ilusión de tener un cine en casa. Al fin y al cabo, la calidad de muchas proyecciones en digital deja bastante que desear frente a cualquier panel QLED. Sin embargo, ante esas largas filas de altavoces, de tamaño industrial, retumbando por la sala, es entendible que la contrapartida sonora no pueda ser emulada. Pero... es aquí donde entra en juego la innovación tecnológica.
Samsung recurre a un sistema denominado “Object Tracking Sound”, capaz de representar todo el rango dinámico a la vez que reproduce cada fuente de sonido y la sitúa en el lugar que corresponde. Cada rugido de un motor o de un monstruo; cada grito o cada susurro; cada efecto de un chocar de espadas o la suave brisa... Todo está en su sitio, de manera realista.
Estos televisores Samsung son, además, compatibles con la tecnología Dolby Atmos, totalmente integrada para que, si el sonido de lluvia debe sentirse desde arriba, así sea reflejado por el panel o la barra de sonido —no hay cine en casa que se precie sin el apoyo de una de las barras de sonido de la Serie Q—.
Por último, Q-Symphony sincroniza los altavoces del panel Samsung OLED con la barra de sonido, multiplicando las posibilidades sonoras, al aprovechar esa fuente de sonido extra: los altavoces del televisor y la barra sonando a la vez. Un emparejamiento que genera una experiencia acústica más rica y envolvente. Justo lo que pretendemos para montar ese cine en casa.
Cuando acudimos a la anatomía humana, nos damos cuenta de lo lejos que hemos llegado: un ojo sano puede detectar unas 100 gradaciones diferentes de cada color primario, lo que da lugar a varios millones de tonos a unos 70 megapíxeles de resolución. Y hoy, estos televisores Neo QLED y OLED de Samsung superan los mil millones de colores y nos acercan, más que nunca, a una experiencia donde lo digital se escucha y siente más humano que nunca. Tu cine en casa es así de sencillo.
Imágenes | Samsung