El avión comercial propulsado por hidrógeno será uno de los actores clave para cumplir los requerimientos de reducción de emisiones en aviación. ZeroAvia, una de las jóvenes empresas más activas en el desarrollo e investigación de trenes motrices con cero emisiones, presume de haber hecho volar el avión de hidrógeno más grande del mundo. Se trata de un bimotor Dornier 228 de 19 asientos que nos hace fantasear con un futuro de aviones regionales movidos de forma limpia.
Un Dornier 228, a hidrógeno. Este mítico avión nació en los años 80 como un bimotor de combustión, aunque no es la primera vez que se adapta. Se ha utilizado para hacer pruebas con motores eléctricos híbridos, y ZeroAvia ha logrado hacerlo volar con un tren motriz ZA600 basado en pilas de combustible.
Este motor se ha ubicado en el ala izquierda del avión como sustituto a los Honeywell TPE-331 que utiliza habitualmente. En el ala derecha, seguía este Honeywell para funcionar en conjunto con el motor de hidrógeno, por lo que ha habido cierto apoyo durante el vuelo. El tren motriz de hidrógeno comprende dos pilas de combustible.
10 minutos de gloria. El vuelo ha tenido lugar en las instalaciones de I+D de ZeroAvia, ubicadas en el aeropuerto de Cotswold (Gloucerstershire, Reino Unido). 10 minutos de recorrido para completar el ciclo de despegue, vuelo y aterrizaje. Se trata del motor ZeroAvia más grande desarrollado por la empresa, para mover el que se ha convertido a su vez en el avión más grande del mundo movido por pila de combustible.
Es interesante destacar que, en el caso de ZeroAvia, el hidrógeno no se utiliza como combustible del motor. Estas pilas de hidrógeno alimentan las pilas de combustible, las cuales se encargan de transformar la energía química en eléctrica y, precisamente, es un motor eléctrico lo que mueve las hélices. Es algo relativamente similar a lo que se está intentando en el mundo de la automoción, con motores de gasolina que recargan motores eléctricos, siendo estos últimos los que mueven el vehículo.
El objetivo a corto plazo. ZeroAvia tiene grandes planes para su avión de hidrógeno. Este vuelo ha sido tan solo una prueba, pero la compañía es trabajar en un tren motriz de 2-5 megavatios, pensado para aviones capaces de transportar hasta 90 pasajeros. Quieren comenzar pruebas este mismo año, y organizar su producción. También hay objetivos menos ambiciosos, como la producción de otro tren motriz de 600 kW para vuelos de 9 a 19 asientos. Este último proyecto, el HyFlyer II, está respaldado por el programa ATI del Gobierno de Reino Unido.
En el caso de estos vuelos de prueba, los tanques de combustible y los sistemas de generación de energía se ubicaban dentro de la propia cabina. A la hora de producir esta tecnología para uso comercial, estos componentes se almacenarán fuera del fuselaje.
El objetivo a largo plazo. La hoja de ruta parece bien marcada. El objetivo es ir aumentando de forma progresiva tanto la capacidad de los aviones como la distancia que pueden recorrer.
- 2025: Primer vuelo comercial de entre 9 y 19 pasajeros, con una distancia máxima de 555 km (vuelos regionales).
- 2026: 40-80 pasajeros, rango de 1852 km.
- 2030: 200 asientos, rango de 3.704 km.
- 2035: 200 asientos, rango de 5.556 km.
- 2040: más de 200 asientos, rango de 9260.
ZeroAvia no está sola. Esta no es la única empresa a la carrera por el avión con hidrógeno. Recientemente hablamos de Jungfrau, un concepto denominado por la empresa como "hiperavión" y que tiene la ambición de cruczar el mundo en 90 minutos, multiplicando por 15 la velocidad del sonido. Más allá de la rocambolesca idea, es un ambicioso proyecto con casi 30 millones de dólares como inversión.
También Rolls Royce sigue en pruebas para desarrollar motores de hidrógeno, basándose en el clásico motor AE 2100 presente, entre otros, en el Lockheed Martin C-130J Hércules. En el caso de Rolls, su idea no es la de pilas de hidrógeno que muevan motores eléctricos, sino la de usar directamente un motor movido por hidrógeno.
Fuente e imagen | ZeroAvia
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