Cuarta generación, que se dice pronto, de la familia de phablets de Samsung. Como hemos visto hace un rato en directo, los coreanos reservan sus mejores galones para la gama Note. Es cierto que llegar más tarde le beneficia pero el salto de una generación a otra, y respecto al Samsung Galaxy S5, es bastante grande.
Ya os hemos contado todas sus especificaciones técnicas pero ahora es el momento de contarnos nuestras impresiones desde Berlín. A estas alturas la pregunta ya no es si el Samsung Galaxy Note 4 será el mejor phablet del año sino si este año viene con motivos de peso para competir por el trono de mejor terminal del 2014.
Samsung Galaxy S5 nos convenció pero dejaba claro que los coreanos todavía estaban siendo reticientes a a dar un paso al frente en el diseño e ir más allá del plástico y los marcos cromados para ofrecer algo diferente. La competencia espabiló y les pasó por delante en varias ocasiones.
En este sentido el Samsung Galaxy Note 4 no introduce cambios radicales pero si viene con un elemento heredado del Galaxy Alpha: el marco de metal. Es un comienzo que esperemos derive en una transformación más grande con el paso del tiempo. De momento ese detalle nos gusta. Agradable al tacto y visualmente más atractivo que el plástico. Un elemento que sigue teniendo mucha presencia.
Tras el experimento de la carcasa trasera del Samsung Galaxy S5 vuelven al acabado tipo piel del Note 3. Recordemos que se trata solo de algo visual ya que el policarbonato es el material base. Cumple bien con su cometido aunque no me gusta que los fabricantes jueguen a transmitir sensaciones visuales que no se corresponden con el tacto. LG, eso iba por tu G3 y su acabado metálico.
En la parte frontal notamos cómo ligeramente Samsung ha vuelto a aprovechar muy bien las dimensiones. El móvil es grande pero la pantalla WQHD Super AMOLED deja pocos espacios sin cubrir. Marcos finos y bordes superiores e inferior bastante finos. Quizá dato por dato no sea el que mejor resultados consigue pero da la sensación de ser un terminal muy bien acabado y grande.
La relación tamaño y peso es muy acertada. Un móvil ligero y con unas dimensiones proporcionadas si tenemos en cuenta que la pantalla es de 5,6 pulgadas. Los últimos rumores apuntaban a que los coreanos no se sumarían a LG G3 pero finalmente ha sido así: ya tenemos un nuevo miembro en el club de los móviles con resolución Quad HD.
Quitando la resolución, Samsung vuelve a demostrar que es capaz de hacer unos paneles AMOLED excepcionales. Colores muy vibrantes, a veces un poco abusivo, buen ángulo de visión y muy nítida. Eso sí, sigo sin ver ninguna gran diferencia respecto a una Full HD y temo que esto acabe penalizando el consumo de batería. Quizá el salto no era necesario.
Todo lo relacionado con el S-Pen viene con novedades de todo tipo. Los coreanos destacan que esta vez la pantalla y el lápiz son capaces de reconocer 2.048 puntos de presión. La primera sensación ha sido bastante buena. Respuesta rápida, cómodo escribiendo y reconociendo el ángulo desde el que escribimos. Técnicamente han logrado un nivel muy alto.
Sin embargo con las novedades de software vemos que una vez más Samsung quiere meter muchas funciones: facilitar la captura de elementos, registrar fotografías para convertirlas en notas... La sensación que me ha dado es abrumante. Muchas funciones, menús de ayuda y la duda de si todo eso me va a resultar útil en el día a día. Tendremos que verlo a fondo en el análisis como otros detalles que no hemos podido apreciar bien como el sistema de carga rápida.
La cámara viene con pequeñas novedades que más de uno agradecerá: OIS en la cámara trasera para evitar que las fotos salgan trepidadas. Se mantiene el enfoque de alta velocidad del Samsung Galaxy S5 y los modos de disparo. En la cámara frontal es donde tenemos la gran novedades: más resolución y un selfie panorámico para darle una vuelta más a un reclamo utilizado este año por prácticamente todos los fabricantes con peso en el sector.
Es cierto que la calidad de la cámara frontal ha dado un salto considerable. Las imágenes que registra son nítidas y no se nota mucho ruido, al menos en las condiciones que hemos podido hacer las pruebas. El modo panorámico para los selfies es bastante curioso y es una foto igual de sencilla de hacer que las panorámicas automáticas de la trasera.
Samsung Galaxy Note 4, buenas impresiones para empezar
Samsung hablaba en su presentación de IFA de innovación. Desde hace tres años han dejado claro que su mayor innovación en tecnología viene con la familia Note. Lo cierto es que esta cuarta generación no decepciona y viene con unos cuantos avances, algunos de ellos que nos hubiera gustado ver también en el S5 pero al final llegar a finales de año tiene premio respecto a los que llegaron primero.
Sin embargo, las sensaciones que me transmite son parecidas a las del Note 3. Han logrado empaquetar un hardware excepcional con muy pocos rivales pero con una experiencia de software que intenta ser muy completa y útil pero que no tengo claro si a la hora de la verdad todo eso que ha preparado Samsung para nosotros lo usaremos en nuestro día a día.
Al margen de eso, no queda dudas de que los coreanos vienen con fuerza: un phablet muy potente, con novedades interesantes en el hardware y dispuesto a competir con el resto de tope de gamas independientemente de su tamaño. Veremos si lo consigue, el mes que viene saldremos de dudas.
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