No se puede negar que Carl Pei no lo intente. Lo de reavivar la llama de los móviles Android, digo. Logró una pequeña revolución con aquella aventura llamada OnePlus —yo mismo me contagié y disfruté de un OnePlus One durante un tiempo— y ahora ha vuelto a las andadas con el Nothing Phone (1), un móvil que quería ser distinto a los demás.
Eso, como se ha comprobado, es mucho más difícil de hacer que de decir. La gran innovación de este móvil es su sistema de notificaciones basada en los LED de la parte trasera. Es una idea curiosa en un terminal, pero puede que no sea suficiente para diferenciarlo realmente de una competencia feroz.
Recordando aquel OnePlus One
Lo cierto es que esta nueva propuesta de Carl Pei recuerda un poco a la que ya hizo en 2014 con aquel OnePlus One que nos fascinó.
En aquel momento aquel móvil presumía de detalles con mucho estilo —seguro que muchos recordáis aquel cable plano de carga— pero sobre todo apostaba por algo más importante por los usuarios: una relación precio/prestaciones casi insuperable.
Por 299 euros (para la versión de 64 GB de capacidad) uno tenía en sus manos un dispositivo con especificaciones de gama alta de la época y que además presumía de un software ligero y pulido. Pei quitaría hierro al asunto del precio años más tarde. No querían hacer buenos móviles baratos, sino "el mejor teléfono posible".
El Nothing Phone (1) desde luego se hace notar
Probablemente esa sigue siendo la ambición en 2022. La apuesta está centrada al parecer en dos grandes patas. Una es el software: Nothing OS es un Android "puro" sin apenas personalización y promete una experiencia sin bloatware y que se aleja por ejemplo de lo que OnePlus ha ido haciendo con OxygenOS.
La otra pata es, por supuesto, su diseño diferencial. Aquí es inevitable pensar en los iPhone 12/13 al mirar su chasis y sus bordes laterales, superior e inferior. Uno lo pone de perfil e incluso la protrusión de las cámaras recuerda a la de los móviles de Apple.
De hecho el cofundador de Nothing, David Sanmartín, nos lo decía en una entrevista reciente: "queremos poder compararnos con Apple". Probablemente no lo comentaba en ese sentido de compararse por las similitudes de diseño, pero desde luego esta propuesta de Nothing tiene algo del ADN de los iPhone.
Pero solo algo, como se ve en los laterales. La cosa cambia cuando uno mira el móvil de frente o, sobre todo, en su parte trasera. Una que desde luego ha logrado que se hable de ella.
Ahí es donde el Nothing Phone (1) plantea su apuesta diferencial con esa carcasa semitransparente —no se ven las tripas como tales— y sobre todo con la interfaz Glyph, ese sistema notificaciones basado en LEDs.
Esa es ciertamente una novedad refrescante en el ámbito del diseño de smartphones. La idea es ingeniosa y recuerda mucho a esa fiebre gamer de ponerle iluminación RGB a todo: ratones (y alfombrillas), teclados, auriculares, monitores, ventiladores, gráficas, memorias e incluso unidades SSD.
Aquí la propuesta no es tan chillona como plantean algunos de esos periféricos y la iluminación se limita al color blanco. Puede que en Nothing ya estén pensando en una futura versión con iluminación RGB personalizable, pero lo cierto es que es sin duda algo que diferencia a este modelo de los demás.
La utilidad de ese sistema seguramente sea discutible: ya teníamos opción de configurar tonos de llamada diferentes para distintas personas y de hecho la foto de quien nos llama puede aparecer en pantalla cuando lo hace.
La interfaz Glypth hace algunas cosas más —avisar de batería llena o de que ha llegado una notificación— pero esto es más un complemento vistoso a las notificaciones de toda la vida —que ya funcionaban bastante bien— que una solución a un problema que tuviéramos con los móviles.
Puede que al fin y al cabo desde Nothing no quisieran solucionar nada. Carl Pei ya apuntó en una entrevista reciente en Engadget que los móviles de hoy en día son aburridos y que "no hacemos cosas decorativas. Podemos diseñar cosas distintas y únicas, pero siempre tienen que ser funcionales". Los 900 LEDs de la parte trasera del Nothing Phone (1) cumplen con esos principios y con ese objetivo de Pei de hacer (algo) más divertidos nuestros gadgets, pero la pregunta que muchos nos hacemos es inevitable.
¿Es esto suficiente?
La idea de Nothing es curiosa e incluso valiente, pero uno no puede evitar preguntarse si añadir LEDs a una carcasa es una verdadera revolución en el mercado de la movilidad. Si lo es, esa es mala noticia, porque uno esperaría que las revoluciones fueran mucho más notables. Más disruptivas.
Probablemente no lo sea, pero es que no es nada fácil hacer revoluciones en un mercado que ya está muy maduro. Antonio Ortiz, cofundador de Weblogs, ya lo apuntaba hace casi una década cuando nos decía aquello de que un día el mercado de smartphones se puede despertar y verse plano como el de portátiles.
Una cosa es segura: Pei y su equipo han logrado que se hable de ellos —la estrategia de ir dando avances del móvil, como hacía ya en OnePlus, también ha ayudado— pero ahora queda lo más difícil: que los móviles tengan éxito y logren su propósito.
Ahí es donde aún quedan por evaluar ciertas cosas y valorar otras. De las que hay que evaluar desde luego habrá que ver cómo se comporta la cámara, que parece prometedora con ese dueto de sensores de 50 Mpíxeles aunque en nuestras primeras impresiones no parezca que vaya a poder competir con las grandes referencias actuales.
De las que hay que valorar la cosa es más delicada. Creo que a Nothing no le hacía falta meterse en el comprometido mundo de los NFTs —al menos no han dicho nada del "metaverso" en su material de prensa— con su Galería NFT nativa. Hablar de bloatware y luego meter algo así es extraño y no casa muy bien, por ejemplo.
Y luego está el tema del precio, por supuesto. El móvil es un gama media por especificaciones, pero su precio de 469 euros para el modelo base es comprometido. Hay móviles comparables en hardware (sin ese diseño, cierto) y muy superiores por bastante menos, y eso pone un poco en peligro esta apuesta.
De hecho hemos pasado de aquella espectacular relación precio/prestaciones del debut de OnePlus a esta de Nothing. Las diferencias están ahí, y el Nothing Phone (1) sale perdiendo sobre todo si nos atenemos a esa hoja de especificaciones y a la etiqueta de precio que el fabricante le ha puesto a este producto. Es evidente, eso sí, que el Nothing Phone (1) quiere ser mucho más que una hoja de especificaciones.
Queda por ver si lo consigue.
Nothing Phone (1): 8 GB RAM + 128 GB, Glyph Interface, cámara Doble de 50 MP, Nothing OS, Pantalla OLED de 6,55” y 120 Hz, Negro.
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