Motorola ha repetido su triple apuesta tanto para la familia G como para la E, y además de conocer todos sus nuevos terminales tuvimos la oportunidad de probarlos. Y tras conocer un poco mejor al Moto G6 nos centramos en su hermano mayor, aprovechando para hacer una toma de contacto del Moto G6 Plus.
Por fuera las diferencias son mínimas entre los nuevos G6, de hecho el tacto es similar en los tres cuando el Moto G6 Play presenta trasera de plástico (y no de cristal como los otros dos). Con una pantalla más grande, mejor procesador y la posibilidad de tener más RAM, el Moto G6 Plus es la carta más alta que juega Motorola en la ronda de la gama media de este año reafirmando su apuesta por la doble cámara y añadiendo la inteligencia artificial. Os contamos qué nos ha parecido.
Muchos genes Motorola también en 5,9 pulgadas
Desde que la marca empezase a integrar paneles de 5,5 pulgadas o mayores, los Moto que hemos visto no se han caracterizado precisamente por ser compactos. Si bien es cierto que están los extremos anoréxicos como el Moto Z2 Force, la pantalla siempre ha estado bien resguardado por unos marcos prominentes sobre todo hablando de los superior e inferior, con el consecuente aumento de superficie y resultando teléfonos, como mínimo, anchos.
Esta genética aún la vemos expresada en el Moto G6 Plus: se ha hecho un evidente esfuerzo en reducir los marcos (y según el fabricante se alcanza el 80%, aunque a falta de poder medirlo nosotros en GSMArena calculan un 74,4%), pero tampoco podemos hablar de un terminal compacto. El volumen de hecho se acerca bastante el al del iPhone Plus 8, aunque al que se parece en tamaño y en sensaciones al agarre en general, es al Moto G6.
De este modo, tenemos una experiencia muy similar a la que ya contamos con el hermano mediano de los G6, si bien éste es un poco más ancho (75,5 milímetros frente a lo 72,3 del G6) pero prácticamente igual de grueso (en torno a los 8 milímetros) y pesan exactamente lo mismo (167 gramos). Con diseño clonado y una diferencia de 0,2 pulgadas en la diagonal de pantalla, las dimensiones y la estética forman parte de ese saco de características comunes casi al 100%, de modo que las sensaciones son igualmente un clon y no formarán parte de los motivos para decidirse entre uno y otro si se da la duda.
Así, es bastante cómodo al agarre tanto por el peso, con ese diseño curvado que describimos en el G6 y que heredado del Moto X4 nos recordaba al Honor 9. Una estética sobria con unos materiales que transmiten calidad y un tacto agradable que de hecho también comparten con el Moto G6 Play, siendo éste de plástico.
El frontal es idéntico al del G6 en cuanto a aspecto y proporciones aunque en este caso tenemos una pantalla de 5,9 pulgadas. De nuevo nos da la sensación de que podría haberse aprovechado mejor trasladando el lector a la parte trasera como el Play y/o prescindiendo del logo frontal como hacen ya Samsung y LG desde hace tiempo, pero es una cuestión estética que no influye en la experiencia de la visualización de contenidos.
Es por ello que también tenemos una buena experiencia a la hora de navegar por las interfaces o viendo cualquier tipo de contenido multimedia. En este caso no tuvimos tiempo de probar videojuegos, viendo que en los vídeos ya parece tener un buen sonido (y potente) como el G6 en las ruidosas condiciones de la demo, pero para comprobarlo de verdad tendremos que esperar al análisis, también para ver si hay calientamiento.
Se renueva por dentro y se nota por fuera
Las mayores diferencias vienen quizás cuando hablamos justamente del rendimiento y el uso. Aquí tenemos un Snapdragon 630 que puede ir acompañado de 4 ó 6 GB de RAM, y aunque la electrónica no sea lo que determina la experiencia en su totalidad si es cierto que el manejo es algo más fluido en el G6 Plus.
La diferencia es poca, y casi los hemos de tener uno al lado del otro para apreciarla, pero si nos fijamos en la velocidad de apertura de apps, las transiciones o la apertura y gestión de la multitarea el Moto G6 Plus sale ganando por un poco. A falta de buscarle las cosquillas como pudimos hacer con el G6 (ejecutando apps pesadas a la vez), parece que el G6 Plus se porta bien tanto en la navegación del sistema como a la hora de ejecutar apps de contenido multimedia.
No apreciamos elevación de temperatura en ningún punto durante el rato que estuvimos usándolo, tirando de cámara, reproducción de vídeo y otras tareas algo menos exigentes, aunque lo que vimos en el G6 tampoco era algo fuera de lo normal o molesto (en cuanto a calentamiento). Tendremos que esperar para probar apps más pesadas como videojuegos o la reproducción multimedia más duradera, pero lo que sí que podemos anticipar es un benchmark, sacando 867 (single core) y 4.181 (multicore) en Geekbench 4.0.
Sensaciones también prácticamente calcadas con el software, teniendo un Android 8.0 Oreo con la sutil personalización de Motorola que queda en las apps de la casa y una tienda de apps propia (App Box) que podemos eliminar. Entre las apps propias están los gestos, algo de configuración extra para la pantalla y el control de acceso a apps y software en general y Moto Voice, el asistente propio de la casa, que sirve para búsquedas, ejecutar apps o realizar acciones de sistema como activar modos o silenciar el teléfono (aunque le falta afinar un poco el oído).
La fotografía inteligente según Motorola
Motorola hizo énfasis en la introducción de la inteligencia artificial en cámaras, una de las posibles tendencias del momento tras la doble cámara y desde que Huawei lo empezase a implementar con el Huawei Mate 10. Algo que también vimos en el G6, aunque las ópticas en este caso varían llegando a una apertura f/1.7 e incorporando la tecnología propia Dual Autofocus Pixel (enfoque láser).
Lo que estamos viendo es que se tiende a considerar que la identificación de escenas forma parte de esta inteligencia, si bien es algo que hemos visto en la app de cámara de Sony de manera tradicional y como en el caso de Motorola se suele recurrir al término "reconocimiento inteligente", basándose en este caso en tecnologías de Google. La teórica aplicación de esto es que haya un procesado adecuado a cada escena o elemento, o bien que al usuario se le sugiera esto mismo como vimos en el caso del Huawei P20 Pro.
En los Motorola de momento vemos que el reconocimiento es algo lento (en comparación a otros) y que trabaja de manera distinta a Huawei, de modo que su acción es más imperceptible (no nos da una opción de procesado distinto), de modo que en la práctica aporta poco al menos de manera activa (quizás lo haga pasivamente). La app, por cierto, es igual en ambos terminales a nivel de opciones e interfaz.
Los resultados de estas cámaras los podremos evaluar bien cuando nos podamos pasear con él y podamos disparar en todo tipo de escenarios, probando los modos y las posibilidades (como el retrato, el HDR o el modo manual), pero lo que pudimos comprobar es que la app iba más fluida (sin parones o lags) y que las fotos acertaban más en cuanto a los colores, sin pecar del exceso de saturación que sí vimos en algunos disparos del G6.
No obstante, el disparo en sí sí parecía más lento en el G6 Plus que en el G6, dado que ante un mismo escenario (interiores con iluminación media y mucho contraste) las fotos del G6 Plus salían ligeramente movidas (tanto en auto como en HDR y en manual) mientras que esto no ocurría con las del G6.
Buenas armas para una guerra cada vez más reñida
Podríamos decir que Motorola estuvo en el trono de la gama media-de entrada cuando dio el golpe en la mesa con aquel mítico Moto G de primera generación, que fue el "móvil chollo" durante un tiempo desplazando a otros que también fueron exitosos como el Nokia Lumia 520. Tras una época de cambios, la compañía trata de recuperar esa posición de nuevo, habiendo conformado ya un estilo propio a nivel de estética y prestaciones con las generaciones de terminales que han salido ya en su etapa Lenovo, pero viendo un terreno de juego cada vez más hacinado y exigente.
Las propuestas son competitivas a nivel de prestaciones, sobre todo éste Moto G6 Plus que aporta la posible combinación de doble cámara, modo retrato, carga rápida, 6 GB de RAM, reconocimiento facial y la inteligencia artificial dentro de un diseño actualizado. Aunque los precios no son tan competitivos viendo que hay terminales como el Xiaomi Redmi 5 Plus, con hardware similar (sin doble cámara pero con 4.000 mAh) y casi 100 euros menos.
La experiencia con el G6 Plus es buena, mejor a nivel de uso por ese plus de fluidez (nunca mejor dicho) y siendo un terminal cómodo. Audio prometedor en potencia y calidad y una pantalla que si se porta como la de su hermano menor en cuanto a brillo y contraste cumplirá de manera satisfactoria.
Se pone la cosa pues más interesante tras el lanzamiento de los nuevos Moto G6, y nosotros nos quedamos ahora esperando la oportunidad de poder probar este terminal en profundidad en su análisis.
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