HTC One A9, análisis: un gran smartphone que se sale en diseño pero también en precio

Con mayor o menor razón, HTC no ha podido en estos últimos años afianzar sus smartphone HTC One dentro de la gama alta. Pertenecían a ella, sí, pero no año tras año han pasado desapercibidos. Pero hay que respetarla porque ha sido una de las pocas marcas que no han tenido miedo a arriesgar.

Sin embargo ahora se encuentra en grave peligro de supervivencia y no hay muchas opciones de salir adelante en el mundo del smartphone. Su elección como boya en medio del mar abierto y frío ha sido una sorpresa. El HTC One A9 no es un flagship al uso sino una oportunidad magnífica que se asienta en tres importantes pilares: diseño, precio y actualizaciones de Android. En Xataka ya hemos probado el nuevo One A9 y esto es lo que opinamos de él.

HTC One A9, un gama media con diseño y acabado de flagship

Al hablar de la gama alta de las principales marcas, no es difícil olvidarse del terminal franquicia de HTC. Es una situación que no es nueva y este año se ha repetido "religiosamente". Presentación, expectación y caída en el olvido con la misma rapidez. Algunos llevamos tiempo abogando por una línea de trabajo donde el precio sea un elemento agresivo con el que pasar al ataque, pero cada HTC One se mantiene al mismo o incluso superior precio que una competencia que no da tregua alguna.

Por eso quizás no haya sorprendido que el segundo gran lanzamiento de la compañía no fuera en realidad un sucesor del HTC One M9 de inicios de año sino un flanco de ataque nuevo y en cierto modo creo que acertado. Empecemos repasando las principales características de este HTC One A9 recién presentado y que se pone a la venta el próximo 1 de diciembre.

HTC One A9, principales características
Dimensiones físicas 145,75 x 70,8 x 7,26 mm, 143 gramos
Pantalla AMOLED 5 pulgadas (Corning Gorilla Glass)
Resolución 1080p
Procesador Qualcomm Snapdragon 617 4x1,5 GHz + 4x1,2 GHz
RAM 2 GB
Memoria 16 GB (ampliable con microSD hasta 2 TB)
Versión software Android 6.0 con HTC Sense
Conectividad Wifi ac / LTE / Bluetooth 4.1
Cámaras 13 megapíxeles (f2.0) OIS / Vídeo 1080p. Frontal 5 MP Ultrapíxel (f2.0)
Batería 2150 mAh (no extraíble) Carga rápida
Precio Sin confirmar en España (499 dólares en EEUU y 430 libras en UK)

La receta que articula HTC con este One A9 es inteligente. Huye directamente del enfrentamiento en la gama alta (el procesador escogido es el signo más evidente de ello), se muestra menos ambicioso, ajusta su precio para resultar más atractivo (aunque no tanto como debería haber hecho) y todo ello con ciertos elementos que transmiten la idea de estar más cerca de la gama alta que de la media. El primero, el diseño.

Review en vídeo del HTC One A9

Un diseño controvertido que ya querrían para sí muchos tope de gama

Pasar de las imágenes de prensa y nuestras primeras impresiones con el HTC One A9 a la prueba real manejándolo durante varios días de forma intensiva ha acentuado mi rabia por lo centrados que han estado los comentarios del diseño del One A9 en relación con su parecido con los últimos iPhone 6 u 6s.

La similitud es cierta y muy evidente por ejemplo en la cámara o el altavoz inferior, pero en realidad, el diseño del One A9 es una herencia perfeccionada de las líneas maestras que ya nos dejó su abuelo HTC One M7 allá por el primer trimestre de 2013, cuando HTC puso en el mercado un diseño metálico de una sola pieza que ha sido referente durante varias generaciones.

El diseño del One A9 es magnífico, el mejor que ha realizado nunca y completamente digno de un gama alta que cuesta el doble

Desde ese primer HTC One M7 la compañía ha ido mejorando el acabado y dejándonos cada año con un modelo que no pasaba desapercibido en ese apartado. Y en este One A9 podemos decir que ha acabado su obra brindando un terminal compacto, manejable, muy ligero y agradable en mano como pocos. De esos que da gusto sostener todo el tiempo en la mano.

De sus dimensiones nos quedamos sin duda con el grosor, conseguido pero nada exagerado, y el peso, de apenas 140 gramos, lo que lo deja entre lo mejor del segmento. Si no supiéramos que la batería va integrada, al cogerlo y debido a su poco peso, uno tendería a buscar en la caja la batería para colocársela.

Como os he contado, el tacto del One A9 es muy agradecido, tanto por el uso del metal pulido y la integración de cada elemento, como por los bordes curvados. En esos bordes quedan situados todo los elementos físicos principales del A9. En la parte superior encontramos el gran receptor IR al que HTC no quiere renunciar, cuando podría reducir su presencia en la proporción en que nos parece práctica esta conectividad. Ya en la parte inferior nos encontramos con el puerto de conexión microUSB, el puerto de auriculares de 3,5 mm y una salida de sonido.

En cuanto a los laterales, están bien aprovechados. A la izquierda quedan situadas las ranuras para tarjetas microSD y nanoSIM, de gran robustez. Ya en la parte derecha nos encontramos con el botón de encendido un poco más arriba de la mitad del marco, y justo encima, el control de volumen. Aquí nos parece que tiene más sentido y resulta más intuitivo colocar ese control de volumen a la misma altura pero en la parte izquierda, que es donde van a parar los dedos cuando agarramos el terminal con una sola mano. Ambos botones tienen buen recorrido y el de encendido añade un patrón que podemos reconocer al tacto para diferenciarlo del control de volumen.

En la parte trasera reina la sobriedad del acabado metálico muy cuidado, suave y que podríamos considerar incluso algo resbaladizo si nos encontráramos ante un terminal más grande. En nuestro caso no hemos sufrido amagos de caídas por resbalarnos el terminal en la mano. Su poca anchura hace que sea muy cómodo y seguro en mano.

HTC ha decidido centrar la cámara y pegarla al borde, lo que provoca que no sea nada difícil que tapemos la misma con más frecuencia de la deseada

Como decíamos, la trasera es muy sencilla, solo discontinuada por el logo central, las bandas para separar carcasa se antenas y la cámara. HTC ha escogido dejarla centrada y bien pegada al borde superior. Es cuestión de acostumbrarse, pero los primeros días con el terminal no es nada complicado tapar la lente con el dedo al apoyar de forma horizontal el One A9 para realizar fotos de forma apaisada. Si la cámara hubiera estado más alejada del borde lo hubiéramos agradecido. Junto a la cámara nos encontramos el flash de doble tono.

En el diseño de este One A9 resulta muy evidente que la cámara sobresale. Y no es nada estético. A nivel funcional no debería ser un problema en parte porque el zafiro es el material escogido para proteger el elemento principal que queda muy expuesto en todo momento.

Un lector de huellas capacitivo funcional

La novedad más relevante a nivel funcional en este One A9 está justo bajo el logo situado en la parte inferior del frontal. Se trata de un botón de inicio de tipo capacitivo donde se ha integrado el lector de huellas. Es eficaz y asombrosamente rápido, tanto que podemos identificarnos incluso desde la pantalla bloqueada con un solo toque.

Basta colocar el dedo correspondiente sobre el botón y en menos de un segundo estamos en el escritorio, recibiendo como señal de que todo ha ido correctamente una pequeña respuesta háptica del propio botón. Como os he contado es de tipo capacitivo por lo que no es necesario pulsar para usarlo, y de ahí que baste con posar una sola vez el dedo para que actué la activación de la pantalla y la identificación biométrica de una sola vez. O al menos esa es la sensación que le queda al usuario.

Procesador y RAM: nos quedamos en la gama media

Lo que más lleva al HTC One A9 al encasillamiento dentro de la gama media es el procesador. Aquí no se ha escogido el más potente de Qualcomm, de muy malos recuerdos todavía para HTC, y se opta por el más discreto Snapdragon 617, también un octacore y con el cual HTC se puede permitir bajar el precio del terminal sin que en teoría el rendimiento del día a día se vea afectado.

En nuestra prueba no hemos apreciado lags o retardos acusados ni en juegos exigentes ni al trabajar con numerosas pestañas en el navegador, pero sí que notamos que en agilidad estamos al menos un escalón por debajo de la gama alta. Aquí creemos que incluir los 3 GB de memoria RAM incluso en el modelo base de 16 GB hubiera sido más acertado que guardárselo solo para la versión de 32 GB, que como sabemos nos estará disponible en todos los mercados.

Si nos ceñimos a los datos obtenidos en benchmarks, los resultados están lógicamente alejados de lo mejor del año y la que consideramos como gama alta, pero por encima de los mejores modelos de la actual gama media. Además, como decíamos, la experiencia nos dice que esta elección realizada por HTC es más que suficiente para la gama en que se moverá.

LG G4
(Snapdragon 808)
HTC One A9
(Snapdragon 617)
Galaxy S6
(Exynos Octa 7420)
Alcatel Idol 3
(Snapdragon 615)
Huawei P8
(HiSilicon Kirin 930)
Moto G 2015
(Snapdragon 410)
Antutu 45866 38991 61050 29123 44545 22406
PCMARK 4796 4154 4980 3370 4501
3DMARK unlimited 22100 9027 22350 7223 13422

El resto de especificaciones acompañan al procesador en la idea de un terminal de gama media, pues se ha escogido una memoria interna de 16 GB y como os contaba, una RAM de solo 2 GB. HTC brinda la oportunidad de mejorar esos datos con una versión de 3 GB de RAM y 32 GB de almacenamiento interno, pero no está disponible en todos los mercados.

Un cuerpo metálico delgado y ligero, de una sola pieza y con ranura para tarjetas de memoria microSD. HTC ha demostrado que es posible

Nosotros hemos podido probar el modelo básico con 16 GB de memoria interna, de los cuales 6 GB quedan de serie ocupados por el sistema operativo y aplicaciones preinstaladas, por lo que el usuario, con el terminal recién sacado de la caja, dispone de 10 GB para trabajar.

Una buena elección de HTC, pese a disponer de un cuerpo de una sola pieza y metálico, es incluir una ranura para tarjetas microSD. Aquí no solo no limita las posibilidades del smartphone en algunos aspectos como el almacenamiento para imágenes, sino que demuestra a quienes no cuentan con esta opción que se puede tener uno de los mejores diseños metálicos de una sola pieza sin renunciar a ofrecer ranuras para tarjetas microSD.

Pantalla: 5 pulgadas, AMOLED y resolución 1080p

Tras un periodo de tanteo, cada fabricante está fijando la diagonal de pantalla de sus teléfonos franquicia en zonas que casi podemos considerar como "propias". Sony se ha quedado en las 5,2 pulgadas con su Z5, Apple con su iPhone en las 4,7, el Galaxy S6 lo hace en las 5,1 y el LG G4 es el que pone más diagonal a su gama alta de referencia: 5,5 pulgadas. HTC ha establecido su diagonal óptima en las 5 pulgadas, tamaño que repite en este One A9.

Nada de riesgo pues en esta decisión. Sí que lo ha tomado en el tipo de panel. HTC ha arriesgado bastante en algo que parecía innegociable para ellos. En estos años, sus modelos One han sido el escenario donde poner ante los ojos del mercado su fantástico trabajo con las pantallas SuperLCD, trabajo que queda interrumpido y sin reflejo en este nuevo One A9. Aquí se ha escogido la tecnología AMOLED.

El gran riesgo en esta elección es no poder estar al nivel de los reyes de este tipo de pantallas: los Lumia y por encima de todos ellos, Samsung con sus SuperAMOLED. Y es cierto que no lo está pero se acerca muchísimo.

El panel cuenta con una resolución 1080p (más de 440 ppp de densidad de píxeles) que nos parece adecuada para esta diagonal y suficiente para no temer por la matriz Pentile de esta pantalla AMOLED. La misma luce con intensidad, colorido y contraste fantástico, sin llegar a saturar ni resultar excesivamente poco natural, pero no ofrece niveles de brillo muy altos. Pese a ello, la visibilidad en exteriores es fantástica y en general podemos decir que estamos ante una gran solución.

La elección de un panel AMOLED de 5 pulgadas y 1080p le ha salido muy bien: más eficiencia, menor precio y estupenda en exteriores

HTC ofrece dos modos de pantalla solamente: el que viene por defecto (AMOLED) y un perfil sRBG que deja la pantalla con valores bastante apagados y poco llamativos.

Luego tenemos algunos detalles de los que uno se acuerda demasiado a menudo. En este HTC One A9 ha sido el brillo mínimo, que nos ha parecido ligeramente alto para cuando queremos usar la pantalla en completa oscuridad, y el ajuste de brillo automático o manual. En el menú desplegable de acceso rápido disponemos de un potenciómetro para regular el brillo pero no existe ahí la opción directa de escoger entre brillo automático o manual. Para gestionarlo tenemos que ir a los menús de configuración generales.

Y a ellos, pese a ser un terminal de 5 pulgadas, no vamos a llegar cómodamente con una sola mano. Como pasa con el iPhone 6s, los marcos inferior y superior de este terminal son muy mejorables en dimensiones. Especialmente por altura, podríamos estar hablando de un modelo con más diagonal de pantalla.

Estos marcos más grandes que lo que desearíamos impiden que estemos hablando de un serie candidato a ofrecer la mejor experiencia en mano del mercado en su gama. En grosor y anchura estamos muy satisfechos pero HTC tiene margen para recortar la altura tanto en la parte superior como especialmente en la inferior, donde toda la parte del logo sobra sin duda.

La pantalla podemos activarla o desactivarla con dos toques. Éste es solo uno de los posibles gestos dentro de la opción Motion Launch, en los cuales se incluye poder activar la cámara desde el botón de volumen o deslizar hacia arriba (no de forma suave sino contundente) para ir al escritorio desde la pantalla de bloqueo, aunque en este caso solo funciona si tenemos el terminal cogido con la mano y no sobre una superficie.

Cámara: dejando atrás los experimentos

Nadie podrá decir que HTC no lo ha intentado por pasiva y por activa con el tema de la cámara de sus One. Su idea de Ultrapíxeles era acertada en tanto ponía foco en que no nos preocupáramos de los megapíxeles, pero la jugada no la remataron y han ido arrastrando ese déficit hasta hoy. Todo lo que han podido avanzar en calidad de imagen desde el primer HTC One lo han mejorado con creces los rivales. Así imposible competir.

Y ahora llega el nuevo One A9. Y reducen los megapíxeles, que pasan de los 20 que tenía el One M9 de este año hasta los 13 millones de píxeles (4/3), una cifra "casi" perfecta para el ámbito fotográfico en el que nos encontramos. Si las fotos las solemos hacer en 16/9 ojo porque la resolución de las imágenes baja hasta los 10 megapíxeles, y la posibilidad de ampliar y recortar sin pérdida excesiva de detalle es mucho menor.

La primera consecuencia de esta reducción de píxeles para el sensor es que HTC gana bastante luminosidad en escenas con poca luz. Se nota mucho por la facilidad que tiene ahora la cámara para obtener decentes escenas nocturnas, aunque en ellas todavía hay un procesado excesivo que nos elimina detalle en algunas situaciones.

Sin llegar a poder competir con los mejores, la cámara ya no es un problema para el nuevo HTC One A9, comportándose correctamente en exteriores y de forma notable con poca luz

En esas escenas nocturnas nos ha fallado en alguna ocasión el enfoque, especialmente cuando el motivo a fotografiar estaba en primer plano. No ha sido por rapidez, que la tiene, sino por precisión. No es inmediato lograr el plano que queremos mantener en foco y si bien cuando se trata de un primer plano nos damos cuenta la instante, es escenas generales la sorpresa viene cuando ya es tarde para rectificar.

Pasamos ahora a hablar de la cámara del HTC One A9 cuando la luz no es un problema para el sensor por escasez. En esta situación la cámara del One A9 es rápida tanto disparando como enfocando, pero está un paso por detrás de lo mejor del año si queremos realizar muchas fotos de forma continua.

Los resultados con luz controlada son bastante correctos. El colorido, exposición y nivel de detalle es adecuado, aunque si disparamos en 16/9 nos quedamos en unos 10 megapíxeles bastante justos a estas alturas de año.

La interfaz de la cámara del One A9 no ha variado. A los modos principales se accede de forma rápida (tanto con una opción como deslizando de forma lateral) y debemos destacar el modo llamado Pro, que nos permite en primer lugar tomar fotos en RAW. Cambiar de ese modo al jpg clásico es cuestión de un solo toque en la pantalla, pero lamentablemente no nos da la opción como sí hace el LG G4 de tener ambas opciones al mismo tiempo.

Respecto a los controles manuales, con la cámara del HTC One A9 podemos seleccionar el enfoque, el tiempo de exposición, la sensibilidad (máximo 1600 ISO), la compensación a la exposición y el balance de blancos. Y todo ello con una interfaz ágil y sencilla.

Otros modos de cámara ya son los de Autofoto (resolución de 4,1 o 1,2 MP, y con modo de maquillaje en vivo que podemos controlar con previsualización), Panorámica (con un nivel para mantener el "horizonte" siempre bajo control), Hiperlapse (vídeo en el que podemos ajustar de forma sencilla y estabilizada la velocidad de reproducción entre 2X y 12X) y Cámara Lenta. Luego, para cada foto, existe la opción de compartir en redes, integrar en Zoe o editar de forma sencilla.

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Sonido y batería: excelente y arriesgado

El magnífico trabajo que HTC ha realizado con el diseño de su One A9 y la notable elección de componentes en secciones como la pantalla o el procesador, queda un poco eclipsado por la autonomía. La batería, no extraíble, cuenta con una capacidad de apenas 2150 mAh. La decisión era arriesgada pero necesaria para conseguir por parte de HTC un diseño delgado y sobre todo ligero. Y le ha salido medianamente bien.

Con un uso intenso, en nuestra prueba y gracias a un procesador y pantalla más eficiente y las novedades de Android 6.0 en la gestión del consumo en segundo plano, hemos alcanzado el final de la jornada, aunque no de forma tranquila. A primera hora de la tarde ya teníamos que moderar el uso del terminal para no quedarnos sin batería, lo que nos lleva a un escenario en que un usuario bastante intensivo necesitará una recarga antes de que llegue el final del día. Estos datos están en la línea de pruebas de otros medios.

HTC sacrifica batería por tener poco grosor y peso pero al One A9 le cuesta llegar al final del día con solvencia y sin necesitar una recarga

Una buena noticia en la batería del One A9 es que es compatible con la carga rápida de Qualcomm, tanto la 2.0 como la futura 3.0, que será posible mediante una simple actualización. Lo que no hay es carga inalámbrica.

Todo lo contrario podemos decir del sonido. Es cierto que un bastión de los HTC ha sido siempre el sonido que obteníamos tanto con los altavoces como con auriculares. En este One A9 el primer apartado queda ahora como una característica más, como otra cualquiera.

La inclusión del botón de inicio quitaba al terminal una de las dos zonas donde HTC había colocado sus altavoces estéreo de gran nivel en anteriores modelos One. Ahora hay que conformarse con un único altavoz encerrado en la parte inferior del marco (sí, justo como en el iPhone) y que ofrece buen sonido, nada extraordinario en potencia pero aceptable, pero sin esa inmersión que podíamos lograr con los dos frontales de otros HTC. Como con el iPhone, basta sujetar el terminal tapando esa zona para quedarnos literalmente sin sonido alguno.

Si buscas un smartphone para disfrutar del sonido con unos auriculares, el One A9 debe ser tu elección sin duda alguna

Donde no hay concesiones por parte de HTC es en el sonido que conseguimos con los auriculares. La salida está certificada por Dolby, es compatible con audio HiRes e incluye un DSP y un DAC de 24 bits que nos permiten disfrutar de un sonido amplio y contundente además de brillante sin que haya que subir apenas el volumen y tentar la suerte con distorsiones. Aunque hay una parte subjetiva en la prueba, es bastante probable que estamos ante el mejor smarpthone del año para usar con auriculares.

Jugando la baza del sistema operativo actualizado

El HTC One A9 saldrá al mercado directamente con la última versión de Android, la reciente 6.0 que por ahora solo tienen los Nexus de Google. Y si nos tomamos en serio lo que HTC afirmó en la presentación, con ellos querrá competir a nivel de actualizaciones del sistema operativo.

En el mercado USA (por ahora no se ha confirmado para más territorios), se podrá comprar una versión llamada Unlocked que incluirá, además de una garantía de un año de serie contra todo desperfecto, el compromiso de que siempre tendrá su sistema operativo actualizado a la última versión que saque Google a los 15 días de estar disponible en los terminales “oficiales”. El compromiso al que quiere llegar HTC es elogiable y si se cumple, será una gran baza a su favor. Solo esperamos que no limiten su disponibilidad a EEUU.

Respecto al One A9, la potente capa Sense ha quedado reducida a algunas aplicaciones y muy ligeras modificaciones en la interfaz. Gran acierto y parece que ayuda para tratar de cumplir esa gran promesa de estar ante un smartphone Android que no tardará una eternidad en ir actualizándose.

HTC One A9: la opinión y nota de Xataka

El plan que ha diseñado y está listo para ejecutar HTC tenía buenas ideas hasta que nos hemos topado con el precio. Finalmente serán 499 dólares para la versión básica (en España se ha comunicado que el precio final será inferior al del HTC One M9 en su salida), lo que deja abandonado a su suerte al One A9 en un limbo de gamas que no le hace ningún bien.

HTC tenía un plan ambicioso, muy acertado en bastantes aspectos pero lo ha estropeado con el precio final

El nuevo HTC tiene atisbos de gama alta en diseño e incluso cámara y pantalla, pero el resto de elementos se quedan claramente en una gama media. De nivel, pero bastante por debajo de lo que podemos considerar como gama alta.

Sin embargo, por el precio anunciado en EEUU y Reino Unido (499 dólares y 430 libras respectivamente), el One A9 que quedará atrapado de forma irremisible ante gamas altas mejores pero con precio ligeramente por encima, y terminales tan completos como él (con la salvedad del diseño) pero a bastante menos precio. Y si es así, lo tiene muy difícil.

8,2

Diseño 9,25
Pantalla 8,75
Rendimiento 8
Cámara 7,25
Software 8,75
Autonomía 7,5

A favor

  • Cuerpo metálico de una sola pieza y con ranura microSD
  • Pantalla AMOLED de gran nivel
  • Lector de huellas nos identifica sin pulsar el botón
  • Diseño fantástico que ya querrían muchos gama alta
  • El mejor sonido del mercado

En contra

  • Precio alto
  • Le sobran marcos para mejorar su altura
  • Cámara no alcanza lo mejor del mercado
  • Los 2 GB de RAM se quedan cortos
  • Batería insuficiente para usuarios intensivos

El teléfono ha sido cedido para la prueba por parte de HTC. Puedes consultar nuestra política de relaciones con empresas

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