La carne mechada del brote de listeria se ha seguido vendiendo hasta hoy bajo una marca blanca: "Poco ha pasado", dicen los expertos

La crisis de la carne mechada pasará a la historia no solo como una de las mayores crisis sanitarias desde la década de los 80, sino como una enorme sucesión de despropósitos que ponen negro sobre blanco la insuficiencia de mecanismos de control y gestión de emergencias de las autoridades sanitarias.

Justo cuando creíamos que nada podía sorprendernos, la Junta de Andalucía ha confirmado que la carne contaminada se ha seguido vendiendo bajo una marca blanca (propiedad de la empresa 'Comercial Martínez León') hasta hoy, 23 de agosto, una semana después de que se declarara la alerta sanitaria. El brote ya afecta a más de 200 personas y, visto lo visto, "poco ha pasado" para lo que podría haber pasado.

Breve cronología de una histórica crisis sanitaria

Aunque los primeros informes epidemiológicos de que algo no iba bien empezaron a mostrar un repunte de la listerosis en Andalucía en la segunda quincena de junio, la Junta de Andalucía no inmovilizó los alimentos sospechosos hasta el 5 de agosto.

Una serie de errores entre la Consejería de Salud y Familia de la Junta y el Laboratorio de Salud Pública de Sevilla, hicieron que no se declarara la alarma hasta el día 15. El mismo día que se procedió a retirar la carne contaminada del mercado.

El día 21 se retiraron otros cuatro productos de la misma compañía (la carne mechada con manteca ibérica, el chicharrón andaluz, el lomo al jerez y el lomo al pimentón). Casi 20 días después de que se detectaran los primeros casos, se localizó uno de los focos de la infección: dos de las mechadoras (un instrumento que sirve para introducir grasa en las carnes antes de cocinarlas) que el Magrudis tiene en su fábrica de Sevilla.

Esto supuso un jarro de agua fría porque, como la carne se hornea posteriormente, si este fuera el único foco la Listeria no habría llegado a los consumidores. Los expertos se temían que la listeria estuviera diseminada por toda la fábrica. “O está mal la temperatura del producto (otro fallo garrafal de primero de seguridad alimentaria) - explicaba Gemma del Caño en Directo al Paladar - o hay que esperar a otro foco entre en horneado y el envasado”.

“Puedo admitir un biofilm en una tubería de envasado, eso es tremendamente difícil de detectar, pero si los fallos son o mechadoras o el horno, poco ha pasado y bastante tarde ha pasado porque son fallos muy obvios”, concluía Del Caño. Pero, por si fuera poco, se acaba de confirmar que la carne contaminada se ha seguido vendiendo bajo una marca blanca y no se ha inmovilizado hasta este viernes, según ha informado la Junta de Andalucía.

Actualización 15:00 La Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición ha ampliado la alarma a doce productos de la misma marca como la crema de carne mechada, la manteca colorá, la pringá estilo casero o los distintos tipos de zurrapa.

¿Y ahora qué?

Está claro que estamos ante un “desastre mayúsculo” que está poniendo en evidencia no una gran cantidad de problemas en el corazón de la industria agroalimentaria, sino también la escasa capacidad de las autoridades sanitarias para poner freno y control a una crisis sanitaria de esta envergadura.

Lo que queda ahora es esperar que no haya más sorpresas, se pueda controlar toda la producción, se trate a los pacientes y, posteriormente, el que ya es el brote de listeriosis más grande del país nos ayude a prepararnos y mejorar nuestros sistemas de seguridad alimentaria.

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