En los últimos años, Portugal se ha convertido en el destino favorito de miles de personas, sobre todo estadounidenses, que buscan residir en Europa, en algún lugar de sol y playa y con bajos impuestos. El teletrabajo pudo convertir eso en una realidad. Sin embargo, hasta ahora no había una forma sencilla para que estos residentes temporales trabajaran de forma remota en el país luso, ya que antes los expatriados tenían que solicitar una visa D7, que en su mayoría estaba dirigida a los jubilados.
Ahora, el Gobierno portugués ha dado el pistoletazo de salida a una nueva visa para que los nómadas digitales residan en el país hasta por un año.
La nueva visa. A partir del 30 de octubre, aquellos que trabajen en remoto pueden solicitar un permiso de estadía temporal o visa de hasta un año que se podrá renovar para hasta cinco años. Los requisitos no son muchos pero variados: desde presentar una prueba de residencia fiscal, el contrato de trabajo o, si trabaja por cuenta propia, otra forma de contrato de trabajo. Y lo que es más importante: el ingreso mensual medio durante los últimos tres meses debe ser equivalente al menos a cuatro veces el salario mínimo nacional en Portugal, que actualmente es de 705€ al mes.
Hasta este momento, una forma para adquirir la visa era hacerse con el permiso D7, que requiere que los solicitantes ganen solo 7.200€ al año. Pero a diferencia de la nueva visa para nómadas digitales, los ingresos deben ser el resultado de flujos de inversión pasivos, como bienes raíces o acciones en una empresa, en lugar de un salario mensual. La nueva visa además permite a las personas moverse libremente por toda el Área Schengen de 26 países miembros de la Unión Europea.
¿Por qué? Desde hace años, Portugal se ha convertido en un popular destino para los teletrabajadores por razones bastante obvias: bajo coste de vida, clima soleado la mayor parte del año y temperaturas templadas, abundancia de espacios coworking, conexión aérea a la mayor parte de países europeos y un buen nivel de inglés, comparado con otros destinos como España, Italia o Francia. Tal y como se menciona en este artículo de Business Insider, Portugal se está convirtiendo en la "próxima California".
Problemas de natalidad. Uno de los motivos por los que Portugal ha impulsado estos permisos es que lleva años con un gran problema de natalidad. Es uno de los países de Europa con menos nacimientos (ocho por cada 1.000 habitantes al año), una cifra que desde 2018 no ha parado de bajar, según datos del Banco Mundial. De hecho, algunos estudios señalan que para 2070 habrá perdido el 23% de su población actual debido a los pocos hijos que tienen. Para ese mismo año se estima que sólo un 34% de la población será activa, que tendrá que mantener al 66% restante.
Es por eso que se han puesto las pilas en lanzar diferentes normativas para facilitar la llegada legal de extranjeros de cualquier país y condición para trabajar, desde personas que buscan un empleo en Portugal hasta profesionales que trabajan en remoto para el extranjero.
Una tendencia. Tal y como hemos contado en Magnet a lo largo de varios artículos, el nomadismo digital es una tendencia que ha ido cobrando fuerza desde principios de la pandemia. En Europa, varios países disponen de leyes y visas similares como es el caso de Estonia, Croacia o España. Una forma de elegir lugar de residencia física donde la burocracia sea la mínima y los beneficios fiscales los mejores.
En Estonia, por ejemplo, el nómada digital debe costearse su propio seguro sanitario pero no cotiza o paga impuestos (IRPF). Eso sí, los solicitantes deben ganar al menos 3500€ al mes. En Croacia, 2300€ al mes. En otros países como Islandia cambia la cosa: 7100€. Grecia introdujo una ley de nómadas digitales en 2021, que ofrece residencia de uno a tres años con una renta mensual de 3.500€. Algunos países exigen que tengas efectivo en el banco (5.500€ en el caso de la República Checa), además de ingresos.
En España. Aquí el Gobierno está desarrollando también una nueva visa para nómadas digitales que autorizará a las personas a trabajar a distancia para empresas extranjeras (y cobren de ellas el 80% de sus ingresos) y establecerse aquí sin necesidad de un visado de trabajo regular. Como aún no se ha aprobado, aún quedan detalles por definir, pero se espera que sea válida por un año y renovable hasta cinco en algunos casos.
Si bien la visa para teletrabajadores de carácter internacional está abierta a todas las nacionalidades, existen ciertos requisitos para poder solicitarla que hemos resumido en este artículo. Uno de sus puntos fuertes reside en un régimen tributario específico para que estas personas se sometan al impuesto sobre la renta de no residentes (que no permanezcan en suelo español durante más de 183 días al año). Actualmente, su tipo impositivo para personas con ingresos anuales de hasta 600.000€ es del 24%, pero con la ley, se reducirá hasta el 15% durante 4 años.
Imagen: Unsplash
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