"No queremos cabreiroar a la competencia": Galicia asiste a la guerra civil publicitaria de sus dos marcas de agua

Salvador Dalí, uno de los artistas más importantes de España, dijo: "Que hablen bien o mal, lo importante es que hablen de mí, aunque confieso que me gusta que hablen mal porque eso significa que las cosas me van muy bien". Esta frase también podría definir la batalla publicitaria que dos marcas gallegas de agua embotellada están protagonizando en las calles y en redes sociales.

Hace unos días, la marca de agua Fontecelta sorprendió a los ciudadanos gallegos con una campaña publicitaria masiva, tanto en cartelería como digital, en la que se burlaba coquetamente de sus competidores en la región, la famosa Cabreiroá. El diseño de las vallas publicitarias, creado por la agencia Putos Modernos, hacía una alusión directa con un juego de palabras a sus rivales: "Podríamos decir que somos la mejor agua de Galicia pero no queremos cabreiroar a la competencia".

Esta batalla campal por cuál es el mejor agua embotellada de la comunidad se ha hecho eco en las redes sociales, donde los internautas están perplejos por el continuo beef que se están lanzando las dos empresas. Como era de esperar, la empresa aludida no ha tardado en responder, y ha aprovechado la oportunidad para granjearse notoriedad por la campaña "gratuita" que, dicen, le está haciendo su competidora. Y es que nombrarse la una a la otra al final está siendo un éxito para que ambas compañías estén en boca de todo el mundo.

"Querer decir que eres la mejor agua de Galicia. Tener que usar Cabreiroá para hacerlo", contestaban en sus redes sociales. "Una campañita gratis con nuestra marca. Como para ‘cabreiroarse’ porque esté mal escrita", añadía la empresa de Verín (Ourense). A lo que contestaba Fontecelta: "Nos hubiéseis avisado y habríamos pagado a medias".

El enfrentamiento ha llegado a las vallas publicitarias de algunas ciudades. En una carretera conviven una al lado de la otra y deja una imagen totalmente utópica. "Para campaña que nos dan feita, a que temos á dereita", dice el cartel de Cabreiroá acompañado del hashtag "#NonCabreiroarse".

Una batalla histórica y cultural

No sabemos cuando comenzó este enfrentamiento realmente, pero siempre ha existido cierta rivalidad entre ambas marcas. Fontecelta, procendente de Lugo, se vanagloria de su distinción como Agua Minero Medicinal desde 1903 y de su pureza: "Han hecho falta diez mil años para que disfrutes de un agua así", reza una campaña reciente. Los del manantial de Cabreiroá han mantenido el pulso e incluyen también en su marketing otros mensajes con cierto humor impregnado. Aquí una lista de algunas frases que quedarán para la historia:

• "Para vender agua suele funcionar poner la imagen de una montaña. A mí me han puesto este texto. Ellos sabrán"
• "He salido de un bonito manantial para venir a un supermercado. Si esto no es salir de la zona de confort yo ya no sé qué más hacer"
• "Nunca digas de esta agua no beberé. Yo decía lo mismo del crossfit y mira qué fuerte me he puesto"
• "Cuidado, el agua que transporto tiene más de 10.000 años. Mejor no la trates de "bro" ni le hables del metaverso".

Ambas marcas tienen su historia y cultura. Los vecinos de Verín descubrieron las propiedades del agua de Cabreiroá a finales del siglo XIX y el uso que le dieron fue principalmente digestivo. Este artículo de Aguasdegalicia relata cómo José Manuel García Barbón estudió las propiedades de estos recursos hídricos y realizó obras de acceso a la fuente y terrenos colindantes. Pero no fue hasta 1906 que se creó una planta de envasado. Con las décadas, se convirtió en una de las principales embotelladoras de la región y ahora tiene una de las instalaciones más avanzadas del mercado.

Por otro lado, tenemos a Fontecelta, cuya planta se encuentra en un valle que forman los ríos Neira y Sarria y está rodeado de las montañas de la Sierra de los Ancares. Contra sus competidores siempre han usado la fórmula de que sus aguas son "mejores" para la salud. Su manantial fue antiguamente usado como una zona de baño a la que tradicionalmente acudían los vecinos y tuvo tanta fama que se convirtió en un balneario. En 1903 se declaró de Utilidad Pública y en 1928 Agua Minero Medicinal, por impulsar el crecimiento óseo, muscular y nervioso.

Imágenes: Twitter | Cabreiroá

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