Durante las últimas semanas, miles de personas han participado en las manifestaciones más multitudinarias de la historia del principado de Andorra. El motivo principal era protestar contra la subida de los precios de la vivienda y una crisis inmobiliaria que ha golpeado con fuerza a los hogares. "La vivienda es un derecho fundamental reconocido en nuestra Constitución y no podemos aceptar especulaciones en una necesidad básica", clamaban. Pocos días después, las consecuencias de semejante movilización han llegado.
Ayer fueron las elecciones comunales en el país y la sorpresa ha sido un cambio de gobierno en la capital, una muestra del descontento social por esta crisis que amenaza al país vecino y que pone de relieve el problema prioritario del país: la vivienda.
El contexto. Desde hace años, Andorra, con una política fiscal suave, atrae a inversores, grandes fortunas y youtubers. Este boom especulativo ha disparado los precios en pocos años. Acceder a una vivienda se ha convertido en una pesadilla para buena parte de los andorranos de clase media y baja. Solo entre el último trimestre de 2022 y el primero de 2023, el precio de los inmuebles subió un 12,8%. En total, un aumento acumulado que supera el 18% en sólo un año. ¿El alquiler? Ha subido un 30% desde 2018, lo que ha obligado a algunos de sus habitantes a buscar casa en la vecina España.
“Estamos ante una epidemia inmobiliaria. Algunos ciudadanos se están yendo del país porque no se pueden permitir vivir aquí”, señalaba Cerni Escalé, el líder de la oposición en Andorra, en este artículo de eldiario.es.
Las protestas. El mes pasado, Andorra la Vella, la capital, vivió varias movilizaciones multitudinarias reclamando una "vivienda digna" en el Principado. Las autoridades no han dado un número de asistentes oficial, pero los organizadores han cifrado en 3.000 las personas que salieron a la calle para protestar. La más grande de su historia reciente.
El lema que presidía la marcha era: "Ja n'hi ha prou! Habitatge digne" (¡Basta! ¡Vivienda digna!). En algunas pancartas también podía leerse: “Espot dimisión” y “Especuladores fuera del país”. Muchos de ellos exigían la dimisión del jefe del gobierno, Xavier Espot, reelegido en abril al frente de una coalición de centro-derecha.
Cambio de gobierno. Las movilizaciones ya han tenido cierto efecto en la política local del país. Ayer fueron los comicios comunales (el equivalente a las elecciones municipales) y Demòcrates per Andorra (DA), el partido de centro derecha que gobierna en el Principat con Xavier Espot como Presidente, perdió en las elecciones para Andorra la Vella, la capital. Allí, los electores dieron la sorprendente victoria al cambio, a la coalición de Enclar (PS, Concòrdia y Somveïns), con el 52,47% de los votos.
Las medidas. Tal y como hemos contado en Xataka en otros artículos, para frenar la subida de precios, el Consejo General del Principado de Andorra aprobó en diciembre una moratoria para la inversión inmobiliaria. Esta nueva normativa prohíbe transitoriamente cualquier inversión inmobiliaria de capital extranjero, y da potestad al Gobierno a liquidar las operaciones sospechosas de tener un carácter especulativo.
La idea era mantener esta suspensión hasta que se apruebe la Ley de inversión extranjera, y con ella un tributo específico para este tipo de inversiones que destine ese dinero a construir viviendas con alquileres asequibles. En otras palabras, gravar con un impuesto adicional del 10% la compra de viviendas por parte de extranjeros.
La tendencia. En la última década, Andorra vive un boom inmobiliario en forma de construcción masiva de viviendas. El motivo es el aumento de llegadas de nuevos residentes que buscan establecerse en el país. La tendencia se aceleró con la pandemia y, sobre todo, con el auge del teletrabajo. Sin embargo, el principal atractivo sigue siendo la fiscalidad, con el IVA, el IRPF (con un tramo único) y los impuestos de sociedades fijados en el 10%. Además, acompañan indudablemente la seguridad, el buen nivel de los colegios y centros sanitarios y la naturaleza circundante.
Poner trabas a los youtubers. Con una fiscalidad tan laxa y una calidad de vida tal, cientos de youtubers y creadores de contenido se han mudado en masa al país sin pensárselo dos veces. Hasta el punto que hace unos meses el gobierno andorrano mostró sus intenciones de cambiar los requisitos para obtener la residencia en el Principado a partir de 2024. En este caso, imponiendo la obligatoriedad de aprender el catalán por ser la lengua oficial de Andorra, además de endurecer otros controles sobre la inversión inmobiliaria.
Imagen: Manuel Torres Garcia (Unsplash)
En Xataka | Andorra se está quedando sin espacio para tanta gente. Y no tiene soluciones demasiado buenas
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