Los carburantes marcan cifras récord día tras día. Esta subida es común para todos los países de la Unión Europea. En primer lugar, por el encarecimiento del barril de petróleo Brent así como el aumento de la demanda. Pero también consecuencia directa de la guerra entre Rusia y Ucrania. Pero lo cierto es que las gasolineras llevan aumentando sus márgenes desde hace mucho tiempo. Antes incluso de la guerra.
Y hasta ahora, las autoridades no han explicado cómo ni por qué.
Aumento de márgenes. Durante la última década el margen bruto de distribución de las gasolineras está creciendo al alza. Es decir, están ganando cada vez más dinero por litro vendido. Según la CNMC, estos márgenes (que incluyen los costes de las estaciones, de distribución o derivados de obligaciones normativas) prácticamente se duplicaron entre 2012 y 2020, pasando del 11% al 21% en el caso de la gasolina, y del 12% al 22% en el del diésel.
Según este estudio de Esade, la autoridad de competencia concluye que ese incremento responde a factores estructurales, concretamente, a un aumento de las obligaciones normativas pero, existe una parte no explicada que se sitúa en el 8% para el caso de la gasolina y un 5% para el gasóleo. En 2020, cuando los márgenes alcanzaron sus máximos históricos, la parte no explicada aumenta hasta el 22%.
En el siguiente gráfico se muestra el margen bruto de distribución desde 2011. En la última década los márgenes de las gasolineras casi se duplicaron, en parte por factores estructurales, pero las autoridades de la competencia advierten que parte del aumento queda sin explicar. pic.twitter.com/Beb0P1lpSc
— EsadeEcPol (@EsadeEcPol) July 7, 2022
¿Por qué? Lo que dice la CNMC. El organismo indica que el margen bruto (saldo entre el precio de compra en los mercados internacionales menos el precio de venta a las gasolineras), se compensa con el incremento generalizado de costes. Que hay muchos. Sobre todo los biocarburantes. Recordemos que al tener que seguir los objetivos de descarbonización 2030, están obligados a incluir un 10,5%. También por comprar derechos, que han subido un 130%. Y, por último, por los costes de logística, transporte o mano de obra, también encarecidos.
¿Por qué? Lo que dice la literatura científica. Según aquel estudio de Esade, parece que hay otra hipótesis de la parte no explicada que podría estar relacionada con la existencia de poder de mercado y la falta de competencia en el sector. Que una gran empresa como Repsol tenga una gran cuota de mercado "facilita la existencia de colusión tácita en los precios establecidos por las empresas dedicadas a la distribución minorista de gasolina". También algunas investigaciones han detectado cómo las tres grandes operadoras durante 2012 y 2013 bajaban artificialmente los precios los lunes, día en que debían enviar información a la Comisión Europea de cara a tener buena imagen en la prensa.
Otro estudio concluye que los distribuidores trasladan rápidamente los aumentos en el precio del petróleo pero no ocurre lo mismo cuando estos bajan para evitar que su movimiento sea percibido de tal manera que pueda iniciarse una guerra de precios.
No hay excusa. Por otro lado, la misma Asociación Provincial de Empresarios de Estaciones de Servicio defiende que la subida constante de precio está relacionada con la reciente guerra en Ucrania. Sin embargo, los precios ya subían antes de la contienda. También la patronal lo relaciona con los impuestos. En este artículo de El Periódico de España, la asociación argumenta que el "el 50% de lo que paga el consumidor al repostar corresponde a impuestos", lo que está "ahogando" al sector.
Sin embargo, esta tasa especial para la gasolina y el diésel sigue igual desde hace años, por lo que no debería influir en la subida actual. Según los datos de la Asociación Española de Operadores de Productos Petrolíferos (AOP), en enero de este año los impuestos han supuesto el 49% del precio de la gasolina, los costes del producto el 35% y los márgenes brutos de beneficio, que incluye los costes de distribución y mantenimiento, el 16%.
De hecho, la patronal incluso asegura que este incremento de sus ingresos no significa para ellos un mayor beneficio ya que los costes de personal, mantenimiento de las estaciones y otros gastos (como podrían ser normativos) se han visto también incrementados.
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