El coronavirus ha introducido a Estados Unidos en una crisis sanitaria sin precedentes que eleva a 400.549 los contagios totales detectados. Al miedo al desabastecimiento, ahora, los estadounidenses suman un nuevo temor: que la pandemia les sorprenda sin suficientes armas en casa. El FBI ha registrado un repunte histórico en las ventas de las últimas semanas.
80%. Este es el incremento detectado por el FBI al comparar las cifras de armas adquiridas entre marzo de 2020 y marzo de 2019. Para hacernos una idea, la agencia de investigación criminal americana realizó en los últimos 31 días, 3,7 millones de verificaciones de antecedentes de armas de fuego, de las cuales se estima que 2,4 millones se realizasen para la venta de armas, según recoge The Guardian.
De hecho, en la semana del 16 al 23 de marzo, el FBI realizó 1,2 millones de verificaciones de antecedentes, su máximo histórico desde que empezaron a recopilar datos en 1998.
¿Por qué? Según Timothy Lytton, experto en la industria de armas norteamericana consultado por la BBC, el aluvión de compras se debe principalmente a dos razones principales. Por un lado, los estadounidenses temen a que, como consecuencia de la crisis del coronavirus, los cuerpos y fuerzas de seguridad colapsen, dejando a la sociedad civil desprotegida.
A este temor se suma el miedo a que las autoridades limiten más libertades como salir a la calle o restringir las unidades en las compras. Igualmente, algunos ciudadanos asiáticos residentes en Estados Unidos han comenzado a adquirir sus propias armas por miedo a que irrumpan los ataques racistas.
Establecimientos esenciales. El Ejecutivo de Donald Trump incluyó las tiendas de armas en el listado de comercios esenciales que debían continuar abiertos durante el tiempo que dure la crisis del coronavirus. Sin embargo, condados como Los Ángeles, con 10 millones de habitantes, han aplicado su propio criterio ordenando el cierre de estos comercios en sus inmediaciones. ¿Resultado? Se ha creado un nuevo desafío legal entre los comerciantes de armas, los defensores de la Segunda Enmienda y los colectivos que se oponen a la venta.
Y es que, a falta de un censo nacional de armas y según las cifras de la organización sin ánimo de lucro Gun Violence, en un país de 327 millones de habitantes como Estados Unidos, hay entre entre 200 millones y 350 millones de armas en manos de los ciudadanos.
Disparos accidentales. Según informan varios medios locales, estados como Oregon o Kentucky han registrado varios casos de disparos accidentales en las dos últimas semanas. En Springfield, el pasado 17 de marzo, un niño de 12 años terminó en el hospital al dispararse incidentalmente una pistola mientras jugaba con sus amigos. Por su parte, la ciudad de Lexington (Kentucky) enterró a un niño de tres años hace tan solo tres semanas y como consecuencia de un disparo supuestamente accidental en la cabeza.
Más de 38.000. Esta cifra hace referencia al número de personas que han fallecido en Estados Unidos, a manos de un arma de fuego en 2019, según los datos recogidos por la GVA. Sobre el número anterior, GVA detalla que 38.730 personas fallecieron por disparos, de las cuales 14.970 fueron a causa de un asesinato, un homicidio o un disparo intencionado.
Imagen: Flickr
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