¿Cómo reaccionarías si una pareja de turistas estadounidenses que no entienden nuestro idioma te pide ayuda para encontrar un hostal? Intentarías explicarles dónde está, ¿no? ¿Y si al leer la carta de la reserva que te pasan, descubres que el dueño del hostal les llama "maricones" y amenaza con "partirles la cara" si les ve exhibir cualquier muestra de afecto?
Ese es el objetivo de "Con la Voz Bien Alta", la nueva campaña de la Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Transexuales y Bisexuales (FELGT): un vídeo impactante grabado "durante un solo día" con cámara oculta, en el que todas las reacciones son de ciudadanos anónimos, "que se alzan contra la discriminación y exigen que se tomen medidas para que esto no suceda", como nos cuenta el presidente de la FELGTB, Jesús Generelo.
El vídeo denuncia una problemática habitual en nuestro país, aunque aquí le suceda a una pareja extranjera ("los únicos actores" del mismo): según la Agencia de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea, la discriminación o las agresiones de todo tipo afectan en nuestro país a un 37% de la comunidad LGTB residente en España. Y sólo el 10% de los afectados denuncian.
Porque "todavía no es fácil, las víctimas tienen problemas y hay que animarlas a denunciar la discriminación. Como todavía no están desarrollados los protocolos ante estos casos, no se le puede poner toda la responsabilidad a las víctimas, tiene que ser la sociedad la que dé un paso adelante a favor de ellas", explica Generelo.
Como hacen los ciudadanos anónimos del vídeo al leer la carta, inspirada en casos reales, al ofrecerse a acompañar a los turistas a la comisaría para denunciar. Con la Voz Bien Alta es el broche final a "dos años de trabajo en Redes Contra el Odio, un proyecto que trata de implicar a todos los actores: asociaciones, fiscalías, fuerzas de seguridad del Estado, Ministerio del Interior, organizaciones de víctimas de homofobia y otros delitos de odio...".
Hacia una sociedad más concienciada
El objetivo de la campaña era poner en evidencia el problema, "desde una postura proactiva, no victimista, en la que intervenga la propia sociedad contra esta lacra que tiene en su interior". Generelo detalla que el vídeo, rodado con cuatro cámaras ocultas, se rodó en un solo día, "no costó tanto encontrar estas reacciones", ríe. Actitudes que "no voy a decir que nos hayan sorprendido, pero sí que ha sido muy bello ver la reacción de la gente, ese espanto ante el conocimiento de que suceden cosas así. Y eso que podríamos haber escogido ejemplos reales mucho peores, como agresiones físicas".
Tanto la campaña como el proyecto Redes Contra el Odio han sido financiados por los EEA Grants, fondos otorgados por Noruega, Islandia y Liechtenstein para reducir las desigualdades sociales y económicas de los países beneficiarios, España entre ellos. El resultado de ese trabajo, aparte del impactante vídeo, es que "estamos mucho mejor en cuanto a mecanismos de conexión y cooperación entre los actores que te comentaba. Hay una conciencia mayor de que hay que trabajar unidos".
Aunque en cifras todavía no se puede ver la mejora, porque hasta hace dos años "ni siquiera se recogían los datos de los delitos de odio, algo exigido por la Unión Europea". Generelo también aspira a que todo este trabajo desemboque en una legislación estatal por la igualdad y contra la discriminación LGBT, como las que ya tienen Cataluña y Extremadura en el ámbito autonómico. En la que se ponga el foco en la formación y la educación para prevenir este tipo de crímenes.