Hubo un tiempo en el que la camiseta del Hard Rock Cafe reemplazó a la foto turística instagramera. Para probar que habíamos estado en un lugar, sólo necesitábamos ese trozo de tela blanca con logo marrón y amarillo que atestiguaba por nosotros mismos. Con sus souvenirs inspirados en el rock, su música a todo volumen y sus icónicas camisetas, esta marca está en la memoria de muchos de nosotros. Y nos fascina. Quizás sea el espíritu consumista, como el que nos devuelve al McDonald’s de vez en cuando. O quizás sean esas prendas de ropa tan molonas.
Basta decir que la cadena de restaurantes Hard Rock Cafe nombró al jugador de fútbol Lionel Messi como su nueva imagen de marca para celebrar que llevan 50 años en el negocio. Y cuando hablamos de Leo, hablamos de mucho dinero. ¿Cómo es que la tienda se ha mantenido a flote durante tanto tiempo? ¿Cómo lograron el éxito?
Lo cierto es que la fama que se granjearon dichas camisetas ocurrió, en parte, de chiripa. Esta es la historia de cómo se convirtieron en un icono de la cultura popular.
Si bien la cadena ahora puede ser un faro mundial de la comida y la música, su propietario en los orígenes no le veía mucho potencial y, a duras penas, permitió que dos jóvenes emprendedores firmaran un contrato de arrendamiento de seis meses. Sin embargo, no pasó mucho tiempo para que el nuevo local de aquellos muchachos —Morton y Tigrett— se convirtiera en el lugar más popular de la ciudad. "Efectivamente, pensé que había muerto e ido al cielo cuando tres semanas después el lugar se llenó de músicos famosos", contaba Tigrett en una entrevista.
El logotipo del Hard Rock Cafe ya es reconocible al instante. Y cuando empezaron, los creadores de la compañía querían que fuera puramente estadounidense. Al principio pensaron que algo inspirado en el clásico logotipo de Chevrolet sería el ajuste perfecto.
En 1974, tres años después de la apertura de la tienda original, cerca del Hyde Park en Londres se le encomendó la tarea al ilustrador y diseñador gráfico británico Alan Aldridge. Y aunque es posible que su nombre no te resulte familiar, él está detrás de algunos de los diseños psicodélicos más icónicos de las décadas de 1960 y 1970, en los que tuvo entre sus clientes a The Beatles y Andy Warhol.
Gracias a ese logo, las camisetas y otros productos representan un asombroso 40% del negocio de la marca. Y según relatan los empresarios que lo vivieron, las camisetas surgieron en buena medida por accidente, cuando los fundadores las hicieron para un club de fútbol local al que apoyaban y regalaron las que les sobraron a sus clientes regulares.
Una camiseta y la fama
La camiseta se convirtió instantáneamente en un éxito. Muy pronto, la gente comenzó a ir a los restaurantes exclusivamente a comprarlas, por lo que tuvieron que establecer una nueva rama en el negocio para hacer frente a esa demanda. La solución pasaba por crear áreas y cajas registradoras dentro de los restaurantes para la venta de esos productos.
Y es que en realidad, una camiseta del Hard Rock Cafe era una especie de símbolo de estatus entre los adolescentes. “En el pueblo donde crecí, usar una camiseta del Hard Rock Cafe significaba que habías viajado. Significaba que tenías los medios para pagar un viaje, o al menos que tu familia los tenía”, explicaba un cliente en este reportaje de Vice.
Poco después de la inauguración, Eric Clapton, un frecuentador del club, donó una guitarra. Pete Townshend hizo lo mismo. Estas donaciones fueron seguidas por otras hasta que el Hard Rock Cafe se convirtió en una especie de mausoleo de rock. Actualmente hay alrededor de 86.000 objetos de interés en 239 ubicaciones en 68 países de todo el mundo. También la franquicia posee 24 hoteles y 11 casinos.
Si bien la cadena puede parecer más una trampa para turistas en estos días, realmente fue el epítome de su grandiosidad cuando se fundó. Paul McCartney incluso eligió el restaurante para marcar el debut en vivo de su banda Wings en 1973.
Es también un reflejo de la sociedad de consumo. O tal vez solo un rito de iniciación generacional. Para nosotros, la camiseta de Hard Rock Cafe, como comentábamos, reemplazó la típica foto de Instagram. Pero su encanto no se ha desvanecido ahora que hay otros testimonios de un viaje. Tal y como relataba este guía turístico para escuelas y universidades: "A los niños de ese grupo de edad todavía les gusta, no es un hecho generacional". Quizás estemos equivocados. Quizás sigue siendo un icono intacto.