Scalextric es el juego no de una generación sino el juego que ha pasado por varias generaciones ya, de padres a hijo. Llegabas a casa por las tardes de clases y era carrera tras carrera con tus hermanos, o invitabas a un amigo y te pasabas el sábado entero dando vueltas en el circuito por ver quién conseguía ser el más veloz. Es un juego mítico, tanto que el nombre de la marca a ha pasado a ser de uso común con el paso de los años. Scalextric es sinónimo de coches de slot, ¿lo seguirá siendo en los próximos años?
Con el auge de los videojuegos y sagas tan exprimidas como 'Need for Speed', el Scalextric ha quedado relevado a un segundo plano. No hay cifras de ventas para ver la evolución exacta, pero una simple búsqueda en Google Trends nos revela cómo el interés ha ido bajando en la última década. Hot Wheels ha aprovechado para traer un toque de aire fresco pero atrás queda la expectación que generaba Scalextric y sobre todo, la comunidad que tenía a sus espaldas. ¿Cómo se presenta el futuro entonces? Con varias alternativas que buscan repetir ese éxito y ser el Scalextric del siglo XXI, alternativas cargadas de tecnología e inteligencia artificial.
El coche en miniatura del siglo XXI es inteligente y no va por raíl
La esencia de Scalextric ha sido también su éxito, por eso durante décadas no ha cambiado su funcionamiento: coches de slot por unos raíles de una pista modular (que montabas a tu gusto). Era fácil, desde tu mando te limitabas a darle más o menos potencia eléctrica, siempre buscando el punto exacto para no salirte de la pista en las curvas. Para no aburrir a los jugadores –y para seguir vendiendo– comenzaron a surgir nuevas versiones con nuevas funciones: cambios de carril, tracción 4x4 en los coches, "entrada en boxes", control de frenado... ¿Pero cómo vas a competir contra un videojuego donde controlas todas las partes del coche y puedes estrellarte contra tus competidores?
En la actualidad Scalextric tiene incluso un kit que se integra con tablets y smartphones, el Scalextric ARC te permite personalizar ciertos aspectos de las carreras como la entrada en boxes o tener un semáforo al inicio de la carrera y los resultados en tiempo real. Aparte de esto, las novedades se limitan a nuevos coches en miniatura. Todas las novedades de los últimos años fueron principalmente nuevos coches en miniatura. Esta evolución más que convencer a nuevos usuarios, mantiene a los antiguos.
Pero algunos fabricantes tienen claro cómo recuperar esa ilusión por las carreras con coches a escala: con muchos sensores y mucha "inteligencia artificial". Lo de la inteligencia artificial hay que cogerlo con pinzas, actualmente cualquier objeto que responde automáticamente a variables se dice que está dotado de inteligencia artificial. Sea como sea podemos decir que son inteligentes, ya no necesitan de un raíl que les guíe, tienen sensores y son lo suficientemente inteligentes para no salirse de la pista.
¡Hot Wheels, inteligencia a tope!
Por mucho tiempo el fabricante de juguetes Mattel nos ha inculcado que sus coches Hot Wheels son "velocidad a tope", pero los tiempos cambian y al igual que los automóviles de verdad, poco a poco van adquiriendo conducción autónoma. Bajo el nombre de 'Hot Wheels AI' se nos presenta a los coches en miniatura del futuro. Se controlan por radiocontrol y con múltiples sensores en la parte frontal y trasera, son capaces de detectar la pista en la que se encuentran para no salirse de ella.
El funcionamiento es sencillo, se trata básicamente de coches con control remoto en los que podemos llevar la aceleración y la dirección. El circuito está compuesto por tramos –sin raíles y completamente planos– que puedes montar dándole diferentes formas. Gracias a lo sensores incorporados en el coche se detectan los bordes de la pista para no salirse de ella, así como los coches que hay alrededor para no chocar entre si. Los diferentes modos de juego te permiten o bien conducir por libre sin la pista, o bien practicar en ella o bien competir en la pista contra otros coches.
La misión de los coches inteligentes es en definitiva ayudarte a respetar el circuito, pero también proporcionar la posibilidad de competir contra un coche dirigido por el juego, o de poner obstáculos virtuales. Obstáculos virtuales sí, como en Mario Kart cuando relentizas al que va primero o cuando sueltas un plátano (en este caso aceite) para que el que venga detrás de ti derrape. Todo esto se consigue con el mapeo del circuito para que el coche tome el control de la conducción y actue de un determinado modo en alguna parte concreta de la pista. El coche en un momento determinado gira una de sus ruedas para hacer un derrape, dando la sensación de que ha pisado un charco de aceite por ejemplo. Hay algunos detalles más, por ejemplo el nivel de dificultad que queremos en la conducción. Cuanto mayor sea la dificultad, menos ayuda tendremos en la conducción por parte de la inteligencia artificial.
En el kit de Hot Wheels AI (92,90 euros) tenemos dos coches y cada uno tiene su propia personalidad: uno es algo más veloz y el otro es mas manejable. Además de los dos coches y los tramos de pista se encuentran los dos mandos, que son el cerebro de cada coche y el modo de interactuar con el usuario. Interactua no solamente dandole el jugador las órdenes de conducción, sino también indicando la información de carrera o sonidos de ambiente. El precio de este kit básico ronda los 100 euros, aunque por supuesto hay ampliaciones con nuevos coches y circuitos.
Anki Overdrive, el resultado de mezclar coches en miniatura con videojuegos
Antes de que los coches de Hot Wheels fuesen inteligentes llegaron los coches de la marca Anki. La presentación de Anki Drive se hizo a lo grande, en una mismísima keynote de Apple. No era casualidad, pues estos coches controlados desde un smartphone cuando salieron a la venta en 2013 se conducían únicamente desde el iPhone. Con 50 millones de dólares de inversión y varios años de desarrollo llamaron la atención de todos y ahora han evolucionado, entre otras cosas, a Anki Overdrive.
Los coches de Anki proponían algo distinto para las carreras, ya no hacía falta un control por raíles, sino que los propios coches tenían sensores para no salirse de la pista. Seguramente por eso dejaron atrás los tramos de pista modulares y apostaron por una superficie de vinilo con una pista dibujada pero sin ningún obstáculo físico que trazara la ruta del coche. Aunque con Anki Overdrive han apostado sin embargo por los tramos de pista modulares, para que el usuario pueda construir el trazado que quiera más fácilmente –y para vender más piezas y ampliaciones aparte–.
El control de los coches es similar al de Hot Wheels, conducción asistida con control de velocidad y dirección, pero desde el smartphone o la tablet y no desde un mando físico. Esto aunque tenga otras ventajas, es un punto en contra clave pues además de la dificultad de controlar un joystick virtual –algo que ya se ha demostrado en muchos otros videojuegos para móviles– tenemos el hecho de que hay que mirar tanto a la pantalla para los controles como a la pista.
¿Por qué meter el smartphone de por medio? Porque para entender Ankin Overdrive debemos verlo más que como evolución de los coches de slot, como evolución de los videojuegos de carreras. Los coches y la pista son sólo la representación final de toda la experiencia, pero es en la app del juego donde están todas las complejidades del mismo. Tenemos pilotos con su propia personalidad, armas con las que atacar a los oponentes, mejoras en el coche o reparaciones en el taller que repercuten directamente en la velocidad y el manejo del coche...
La dosis de inteligencia en los coches de Anki es superior a la de Hot Wheels AI. Cada coche es un pequeño robot, con su procesador y su capacidad para tomar decisiones. Mediante la cámara de infrarrojos que tiene en la parte inferior y los sensores traseros y delanteros mapea su posición 500 veces por segundo enviando los datos al smartphone. Una vez analizada la pista piensan en las mejores rutas posibles para hacer el trazado más rápido de todos y lo ejecuta, teniendo en cuenta no solamente el factor de la forma de la pista sino también a sus oponentes y a la propia personalidad del piloto y la capacidad del coche.
Como cualquier videojuego de carreras, también tiene varios modos de juego: carrera, batalla, batalla de velocidad, rey de la pista, mejor vuelta y takeover, donde hay que hacerse con el control de un camión. Un camión que efectivamente se compra por separado, al igual que más coches y tramos de pista para jugar correctamente ciertos modos de juego. El kit de inicio (90 euros) cuenta con dos coches y 10 tramos de pista que ronda los 200 euros. Cada tramo de pista nuevo tiene un precio que oscila entre los 20 y 30 euros, mientras que cada coche nuevo asciende a unos 30 euros.
Anki- Overdrive-Starter Kit, Color Negro (000-00046)
Lo que ni Hot Wheels AI ni Anki Overdrive te van a ofrecer
Por muy inteligentes que sean los coches de juguete de nueva generación, hay cosas que sacrifican y dejan atrás. Un niño de estas cosas ni se va a dar cuenta, pero sí una persona por las manos de la cual ha pasado un Scalextric. Obviando la nostalgia y los recuerdos que puedan causar un Scalextric tenemos:
- Coches reales de fabricantes conocidos: ni Hot Wheels ni Anki cuenta con la representación a escala 1:32 de coches reales. En Hot Wheels se respeta la escala 1:32 pero no se trata de coches que existen en a realidad, Anki directamente no respeta ni la escala 1:32
- Horas de juego sin preocuparte de la batería: Si no hay slot y raíl, no hay forma de llevar la electricidad al coche para que se mueva. En los dos fabricantes los coches se cargan y tienen una autonomía de aproximadamente media hora. Lo de pasarse horas seguidas jugando es cosa del pasado.
- Jugar sólo es una opción: Lo interesante del Scalextric era la competencia que generaba entre los jugadores, porque jugar sólo no tenía sentido, no había forma de competir contra ti mismo. En Hot Wheels y Anki los coches pueden conducir sólos, por lo que puedes competir contra la máquina también.
Pisando el acelerador para hacerse con el primer puesto
El objetivo tanto de Hot Wheels AI como de Anki es que cuando alguien piense en juegos de carrera de coches su nombre sea el primero que suene. No es fácil, porque independientemente de que los niños de hoy no sepan ni lo que es un Scalextric, saben lo que es un smartphone, una tablet y una consola con todos esos videojuegos de carreras disponibles. En la carrera por hacerse con el primer puesto, se compite también contra los videojuegos.
¿Quien lleva la delantera? A pesar de que no están exactamente en el mismo contexto, ahora mismo Anki Overdrive tiene una posición privilegiada respecto a Hot Wheels AI. La tecnología que hay dentro de estos coches en miniatura es realmente increíble, pero sobre todo el concepto de todo el juego. La opción de expandir las opciones del videojuego con coches en miniatura reales tiene más atractivo que mejorar los coches en miniatura reales simplemente. Es un juego más complejo, los coches son más inteligentes, hay más opciones de juego... muchas ventajas con una sola desventaja respecto a Hot Wheels AI: el precio.
Difícilmente alguno de los dos tendrá el éxito de Scalextric o las ventas de los videojuegos, pero sí que hay opciones para estar en la lista de deseos de muchos niños. ¿Cómo más mejorarán en el futuro? Esperemos que no solamente sacando más modelos de coches.
Imagen | 132slotcar
Más información | Hot Wheels y Anki
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