Entre mis amigos tenemos un comentario recurrente cada vez que alguien nos comunica una buena noticia en su vida (de un cambio de trabajo a una boda...). Una pregunta de dos palabras pero de respuesta poco fácil ya que no hablamos de una aspecto superficial: "¿eres feliz?". El qué supone ser feliz y qué pasa cuando crees que lo eres es uno de los temas sobre los que Tom King construye su sobresaliente etapa en 'Batman'.
Con un plan de un centenar de números, iniciados en 2016 y a poco que se termine (que será en forma de epílogo en la miniserie 'Batman/Catwoman'), Tom King sucedió a Scott Snyder a los mandos del murciélago proponiendo la gran historia de amor entre Bruce Wayne y Selina Kyle en un momento en el que el primero se plantea el propósito de su vida.
El renacimiento de Batman
Editorialmente hablando, esta etapa se encuadra dentro de Renacimiento, el último relanzamiento masivo de DC Cómics que venía a arreglar el desaguisado casuado en 2011 por el reinicio de su universo superheroico bajo la marca "Nuevos 52". Tras el evento 'FlashForward' 'Flashpoint' todos los superhéroes se "rebooteaban", es decir, comenzaban de nuevo sus orígenes y sus aventuras.
El problema venía por que no todos y no del todo. Si héroes como Superman (con Grant Morrison al frente) partían de una tábula rasa y la Liga de la Justicia se formaba por primera vez de su historia bajo el guion de Geoff Johns, Batman llevaba todas sus aventuras publicadas bajo sus espaldas.
Todo lo anterior valía, por lo que cuando llegó 'Convergencia' y este Renacimiento reincorporando elementos de la continuidad clásica y de otras índoles (cómo lo aprovecharon con Superman, por ejemplo, es algo muy curioso), a Batman "ni le fue ni le vino".
Lo que no quiere decir que no jugasen con las reglas de, por ejemplo, volver a revisitar orígenes ('Año cero' de Scott Snyder) o esa muestra de un Batman con pocos años de carrera, lo que puede resultar incoherente con personajes como Damian y la acumulación de Robines.
"Fue en un barco". "No, fue en la calle"
De hecho, Tom King es consciente de los líos de continuidad que tiene un personaje con 80 años a sus espaldas, decenas de historia de orígenes, reinicios y retrocontinuidades. Y es algo que no tiene miedo de usar a la hora de retratar la relación entre Catwoman y Batman y cómo se conocieron.
En el número 15 de 'Batman', acurrucados sobre una azotea, él afirma que se conocieron en un barco. Ella que no, que fue en la calle. Un poco de investigación en la biblioteca nos lleva a ver que los dos tienen razón. Que es la típica discusión en que ninguno está técnicamente equivocado a pesar de que ambos momentos distan cuarenta años (y cuatrocientos números).
Batman se enfrentó por primera vez a Catwoman en el número 1 de 'Batman' (1940), donde Bob Kane y Bill Finger enfrentaron al detective al caso de una ladrona de joyas (la gata) disfrazada de anciana. Su novia habla también de otro primer encuentro, el retratado por Frank Miller y David Mazzucchelli en el número 404 de la misma colección (1987), parte de la saga 'Año Uno' con la cual DC establecía los orígenes del personaje tras el reinicio que supuso Crisis en Tierras Infinitas en los años 80.
Este punto de discusión no solo nos habla de lo absurdo que puede resultar hablar en términos categóricos sobre la historia de un personaje, sino que tiene también un punto para hablar de la disociación entre persona y personaje. Entre Bruce Wayne y Batman. Un encuentro fue entre Batman y Catwoman, el otro entre Bruce (de incógnito, eso sí) y Selina Kyle.
Muerte, vida, amor y felicidad
El inicio de esta nueva etapa de 'Batman' (con Míkel Janín y David Finch de ilustradores) es un cómic de aventuras puro: grandes amenazas y semillas (esporas, de hecho) para los siguientes años de cómics. Pero, a su vez, Tom King introduce ya una de las principales temáticas que explorará durante los sucesivos arcos.
Ilustrado por un inusualmente inspirado David Finch, el 'Batman' #1 termina con nuestro superhéroe montando encima de un avión abocándose hacia una muerte segura. Sus últimos pensamientos son para sus padres: "Alfred, estarían... madre y padre, ¿habrían estado orgullosos?, ¿es esta una buena muerte?".
Su inesperado rescate gracias a dos nuevos superhéroes, ponen a Batman ante el concepto de la mortalidad, ya no física, sino a un nivel existencial. No es un concepto nuevo para el personaje, evidentemente siempre ha sido consciente de que por muy bueno que sea en lo suyo no es más que un hombre.
Sin embargo Tom King quiere explorar esa necesidad de ser conscientes de nuestra vida y nuestras metas antes de morir. De poner en una balanza lo hecho hasta ahora y si eso nos da plenitud, nos da felicidad.
En caso de Bruce Wayne tenemos, entre otras cosas la necesidad de luchar contra el crimen que acabó con su familia... y si es lo que ellos hubieran querido. Pero también, ¿por qué no?, formar una familia propia más allá de la que ha montado con sus robines.
Sobreviviendo a una boda en la trilogía del trauma
Durante el primer año de la etapa nos va mostrando una conspiración orquestada por Bane. Su objetivo es el de romper al murciélago. Y no solo tal como lo hizo durante 'La caída del murciélago' allá por mediados de los 90. Aquí buscará romper cada fibra de su ser, poco a poco, insidiosamente.
Es en este contexto en el que comienza la relación romántica entre Batman y Catwoman. Una nueva página de una relación compleja debido a la naturaleza chocante de sus ocupaciones. No es la primera historia de amor del héroe... y ni siquiera la primera vez entre ellos. Pero como tema jamás había sido trabajado tanto en las páginas del cómic.
El 'Batman' de Tom King entra de pleno en lo que él llama la trilogía del trauma, que está completada por la maravillosa 'Mr. Milagro' y la no tanto pero aun así interesante 'Héroes en crisis'. Historias surgidas después de que el autor sufriese una crisis nerviosa y que hablan de cómo recomponerse tras eventos traumáticos.
Y esto con una lección, con el "solo no puedes" de bandera. De ahí que esta etapa narre la gran historia de amor de Batman y Catwoman, con el camino hacia una boda. Claro, si sabéis de cómics de superhéroes, el devenir de este arco argumental no termina en final feliz.
Una etapa para enmarcar pese a sus defectos
No vamos a adentrarnos mucho en las tramas que se suceden a lo largo de los más de ochenta números de la etapa en 'Batman'. Más que nada por no entrar en spoilers innecesarios para los que o bien no han empezado o la están leyendo todavía. Sin embargo sí que me gustaría recomendar unas cuantas sagas.
A Tom King le gusta poner a prueba en el terreno emocional al héroe. Por ejemplo, en 'Guerra de bromas y acertijos', Bruce decide abrir su corazón a Selina narrándole cómo y por qué actuó así para intentar resolver el enfrentamiento entre Joker y Enigma.
En la saga 'The gift', Booster Gold se encuentra en una Gotham alternativa causada por su peor regalo posible de boda para Batman: viajar al pasado y salvar a sus padres. Con lo que no cuenta es con que Bruce Wayne no quiere renunciar a su felicidad.
En 'Cold Days' tenemos una suerte de 'Doce hombres sin piedad' con Bruce Wayne siendo miembro de un jurado e intentando convencer al resto de miembros de que Freeze, detenido (y apalizado) por un Batman despechado, no es culpable del crimen del que es acusado.
Eso sí, no todo es perfecto. Después del largo camino hacia la Boda hubo un desencanto general hacia la serie. Las ventas bajaron y creo que el guionista atravesó un bache creativo importante, con algún que otro arco largo (el de 'Nightmares' en concreto) bastante fallido.
Pero en líneas generales creo que el grandísimo trabajo que hace Tom King, unido al de dibujantes como Mikel Janín, que merece un puesto entre los mejores artistas de Batman, son avales suficientes para considerar que estas ocho decenas de números se encuentran entre lo mejor del personaje. Y eso es mucho decir, considerando cómo ha ido encadenando grandes etapas durante estos últimos veinte años.
Ver 3 comentarios