Hace 34 millones de años un cataclismo sacudió Europa: se produjo una extinción masiva de la fauna que poblaba el continente. Este evento es conocido como el Grande Coupure, o la Gran Quiebra, y entre las explicaciones que barajan los científicos hasta ahora se encuentran un brusco cambio de las temperaturas y la presión que las especies asiáticas ejercieron sobre las locales. Teorías que refuerza el reciente descubrimiento de una masa de tierra perdida bajo las aguas de los mares Egeo y Adriático que unía las penínsulas de los Balcanes y la de Anatolia y habría facilitado el tránsito desde Asia hasta Europa.
Este continente, bautizado como Balkanatolia precisamente porque unía ambas penínsulas, habría emergido y se habría hundido alternativamente durante todo el periodo Eoceno, que comprende desde hace 56 a 34 millones de años, formando intermitentemente una gran isla o un archipiélago.
Y hacia finales del Eoceno, un brusco descenso de las temperaturas habría provocado descensos del nivel del mar y glaciaciones que lo habrían convertido en un puente entre Asia y Europa durante un largo periodo de tiempo. Esto habría facilitado el paso de todo tipo de especies asiáticas al sur del Viejo Continente, desde rinocerontes hasta hámsteres, sostienen los investigadores.
Los autores de la investigación, un equipo de geólogos y paleontólogos franceses, estadounidenses y turcos, plantearon esta hipótesis tras realizar nuevos descubrimientos de fósiles en Turquía, de hace entre 38 y 35 millones de años, que pertenecen a mamíferos con clara morfología asiática, los primeros restos de estas características encontrados en la zona hasta ahora.
Tras ese hallazgo, revisaron los descubrimientos paleontológicos que se han llevado a cabo desde el siglo XIX a orillas del Egeo y del Adriático, y encontraron que las zonas de Anatolia y los Balcanes albergaron una fauna terrestre homogénea durante gran parte del Eoceno, y diferente a la del resto de Europa y Asia oriental, lo que les llevó a plantear la teoría de la gran isla intermitente de Balkanatolia, según informa el Centro Nacional de Investigación Científica de Francia.
En esa revisión, los autores del estudio también encontraron que investigaciones anteriores habían documentado hallazgos de restos de mamíferos que mostraban afinidad con especies asiáticas en regiones de Italia o los Balcanes hasta 10 millones de años antes de que se produjese la Grande Coupure.
Todo esto les ha llevado a concluir que Balkanatolia fue durante buena parte del Eoceno una isla aislada o un conjunto de islas, con una fauna autóctona diferente a la europea y asiática. Hacia el final de esa época geológica, el enfriamiento del planeta hizo que las aguas bajasen y en algunos puntos se helasen, lo que habría permitido que especies asiáticas llegasen primero a Balkanatolia, como muestran los restos fósiles encontrados en Turquía, los Balcanes e Italia, y más adelante, cuando las temperaturas bajaron aún más, al resto de Europa, dando comienzo a la Grande Coupure.
Imagen | Cristian Palmer