La pregunta es bastante sencilla. Su respuesta no tanto. Si salimos a la calle y preguntamos a la primera persona con la que nos crucemos cuántos continentes tiene este nuestro planeta tal vez nos conteste que siete, seis, cinco o puede incluso que cuatro. Lo más curioso es que, a su manera, todas las respuestas tienen lógica. Probablemente la más común sea la primera, que incluye una lista de siete: África, Asia, Norteamérica, Sudamérica, Europa, la Antártida y Australia u Oceanía. Hay sin embargo quien agrupa toda América en un único continente, quien aplica un razonamiento similar con Europa y Asia o incluso quien añade África a estas dos últimas y habla de un "supercontienente" bautizado como Eurafrasia.
Te convenza más una u otra opción, quizás debas añadir al listado de continentes un nuevo y peculiar integrante que descansa bajo el océano: Zelandia.
¿Qué es Zelandia? Una amplia masa de corteza continental casi totalmente sumergida bajo el océano, al sureste de Australia, que a menudo se señala como el "octavo continente". El GNS, una institución neozelandesa que se ha encargado de estudiarlo en detalle, precisa que Zelandia tiene una superficie de alrededor de 4,9 millones de kilómetros cuadrados (km2), aunque la inmensa mayoría de esa vasta extensión, un 94%, se encuentra oculta bajo las aguas del océano. El 6% restante se correspondería con lo que vemos de Nueva Zelanda y las islas circundantes.
¿Y por qué es noticia ahora? Zelandia no es del todo nueva. De hecho ya os hemos hablado de ella en alguna ocasión. A mediados de los 90 el oceanógrafo Bruce Luyendyk sugirió el concepto y nombre y tiempo después, en 2017, GSA Today publicó un detallado estudio sobre "el continente oculto". Una cosa es sin embargo saber de su existencia y otra avanzar en su estudio, adentrarse en los secretos de un continente de 4,9 millones de km2 casi totalmente sumergido.
Eso es precisamente lo que acaban de hacer ahora un grupo internacional de investigadores. Su aportación resulta especialmente valiosa porque nos ayuda a conocer mejor cómo es y ha surgido el apodado como "octavo continente".
¿Qué aportación es esa? Lo que han hecho Nick Mortimer y el resto de investigadores con los que firma un artículo en la revista académica Tectonics es, ni más ni menos, elaborar los mapas más detallados hasta la fecha de Zelandia, un amplio estudio sobre la región submarina y su geología. Y dado el vasto tamaño del continente y que la mayor parte descansa bajo el océano, la tarea ha resultado todo un desafío. Los científicos han tenido que analizar rocas y sedimentos extraídos del Pacífico Sur, que pertenecen al borde septentrional del continente. Para ahondar en su conocimiento, también midieron las anomalías magnéticas del fondo.
"Nuestros nuevos datos sobre la edad y composición de [la región de] Fairway Ridge, junto con un mapa de anomalías magnéticas continentales, sirven para extrapolar unidades geológicas terrestres de alto nivel de Nueva Zelanda y Nueva Caledonia a todo el norte de Zelandia", concluye la investigación: "El nuevo mapa geológico de Zelandia Septentrional que se presenta en este artículo complementa un mapa geológico anterior de Zelandia Meridional. Así el marco geológico del basamento y la base sedimentaria de todo el continente ha sido esbozado".
¿Para qué nos sirve? Para conocer mejor este continente fascinante. Gracias a las muestras de rocas que tomaron del fondo marino Mortimer y sus compañeros han podido hacer algo más que avanzar en la cartografía de Zelandia; les ha permitido también analizar la geología de sus dos tercios septentrionales.
"Este trabajo completa el mapeo geológico de reconocimiento marino de todo el continente de Zelanda", explican los investigadores en declaraciones recogidas por Popular Mechanics. Durante su trabajo se toparon con basaltos de 40 millones de años, arenisca de 95 millones y una mezcla de granito y guijarros volcánicos aún más antiguos, del Cretánico Inferior, con hasta 130 millones de años.
¿Cuál es el origen de Zelandia? Se cree que sus orígenes están directamente relacionados con Gondwana, un antiguo y enorme supercontinente que aglutinaba Australia y Antártida, entre otros territorios actuales. Los científicos calculan que se ensambló totalmente hace alrededor de 600 millones de años, durante el Precámbrico Tardío, y empezó a desintegrarse hace 180 millones de años.
Zelandia se habría separado de él tiempo después, hace unos 80 millones de años, pero a diferencia de otros continentes gran parte de su extensión quedó sumergida. El estudio del equipo de Mortimer nos ayuda ahora a entender mejor cómo fue ese proceso, durante el que Zelandia se estiró, adelgazó a lo largo de varias etapas y rompió por fuerzas tectónicas hasta crear la corteza oceánica que vemos hoy.
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