Si hablamos de tecnología de imagen, sensores y circuitería asociada, hay una empresa que está echando toda la carne en el asador: Sony. Los japoneses son líderes en la creación de cámaras para dispositivos móviles, y no paran de evolucionar y comer terreno en el mercado tradicional de cámaras. Incluso se han metido en el floreciente mercado dron para tratar de imponer sus soluciones.
Por esta razón no nos sorprende nada que se la relacione con la compra del departamento de Toshiba encargado de las mismas lides. Sería una forma de cimentar el dominio en el sector móvil, donde Toshiba tiene un negocio bastante consistente, creando soluciones para muchos teléfonos importantes del mercado, además de mucha tecnología propia.
Según Reuters, ambas compañías estarían negociando la venta de la división de sensores por 165 millones de dólares. Ninguna de las partes quiere realizar declaraciones al respecto.
Se materialice o no la compra, se produce en un momento en el que Sony no para de invertir en el tema. En dos ocasiones durante este año han ampliado sus plantas de sensores en Nagasaki y Yamagata, con un coste de 1.200 millones de dólares. Las ventas crecieron un 40% el año pasado, con clientes en cartera como Apple o Xiaomi.
Suena raro que Toshiba quiera desprenderse de un negocio que parece que tiene larga vida, pero la realidad es que la compañía afincada en Tokio no pasa por su mejor año en cuanto a escándalos y cambios en la estructura de responsables.
La empresa está prácticamente obligada a realizar cambios, reestructurarse, tras la revelación del falseo de cuentas durante los últimos siete ejercicios. Ocho de sus principales dirigentes anunciaron su dimisión en verano.
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