Una lente de materia oscura, la herramienta que ha permitido al James Webb descubrir una de las estrellas más luminosas del universo

Corte Mothra
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El Hubble y el James Webb acaban de aliarse una vez más para propiciar un nuevo descubrimiento astronómico. Se trata de Mothra, un sistema estelar que puede ayudarnos en la búsqueda de algo tan elusivo como la materia oscura.

Mothra. Un equipo internacional de astrónomos ha anunciado recientemente el descubrimiento de un nuevo objeto estelar, Mothra. El objeto ha recibido también la designación EMO J041608.8−240358 y destaca por tener una luminosidad anómalamente intensa.

Mothra se encuentra a miles de años luz de nosotros, de hecho la luz que vemos ahora se emitió hace unos 10.400 millones de años. Según los datos preliminares arrojados por el estudio de Mothra, ésta podría tratarse no de una simple estrella sino de un sistema binario compuesto por dos estrellas supergigantes, una roja y otra azul.

La roja, más tenue (“sólo” brilla con una intensidad 50.000 veces más fuerte que la de nuestro Sol), orbitaría junto a una estrella 125.000 veces más luminosa que la nuestra. A pesar de esto, lo que hace llamativo este descubimiento es que no deberían ser tan visibles desde nuestro sistema dados nuestra tecnología presente.

Las estrellas Kaiju. Algunos habrán identificado la onomástica de Mothra, uno de los monstruos del Kaiju, el género cinematográfico y artístico al que asociamos criaturas como Godzilla, Gamera, y héroes como Ultraman. Detrás del bautizo y del hallazgo un equipo internacional de investigadores encabezado por el astrofísico del Instituto de Física de Cantabria José Diego.

No es la primera estrella de este tipo descubierta por Diego y sus colaboradores y no es la primera vez que recurren a estas referencias: Godzilla, la estrella que en al momento de su descubrimiento fue la estrella más luminosa conocida (aún hoy está entre las más luminosas, superando a Mothra).

Puede que estas Kaiju tengan algo en común y puede que ese algo tenga una relevancia científica mayor que la que alberga el descubrimiento de las estrellas en sí mismas. Ese algo sería el “artefacto” que nos permite verlas. Una lente gravitacional, y no una cualquiera: una lente gravitacional de materia oscura.

Potencia combinada. Fueron las observaciones del Telescopio Espacial James Webb (JWST) las que propiciaron en primera instancia el descubrimiento de Mothra. Sin embargo el equipo rebuscó en los archivos del Hubble para recabar datos de la última ocasión en la que el veterano telescopio apuntó su objetivo en esa dirección.

El anuncio del descubrimiento y los detalles de la investigación fueron publicados recientemente a través de un borrador en el repositorio ArXiv en vista a su publicación definitiva en la revista Astronomy & Astrophysics. En él detallan que Mothra se encuentra en una región cuya visibilidad viene amplificada por una lente gravitacional ya conocida, pero que por sí misma no puede explicar la amplificación con la que vemos el nuevo sistema.

La lente invisible. Según explican, la diferencia entre la amplificación previsible generada por las galaxias que se encuentran entre Mothra y la nuestra y la observada puede ser explicada recurriendo a los modelos convencionales que prevén el comportamiento de la materia oscura y su única interacción con la materia convencional: la gravedad.

El equipo estimó la masa total de esta materia invisible: entre 10.000 y 2,5 millones de veces la masa de nuestro Sol.

Un universo por descubrir. Mothra nos podría generar una paradoja. Hemos descubierto este sistema gracias a algo que desconocemos. Ahora podríamos descubrir ese algo, precisamente, con la ayuda de Mothra.

Los modelos cosmológicos que predominan hoy en día se basan en la existencia de materia oscura, un “algo” que tan sólo interactuaría con la materia convencional a través de la gravedad. No sabemos qué es ese “algo”, pero los astrónomos han calculado que su peso relativo en la composición del cosmos es mucho mayor que el de la materia convencional.

Ahora, convertido en una lente y con la ayuda de uno de los telescopios más punteros creados por la humanidad, quizá podamos situar esta misteriosa materia en el mapa de nuestro universo.

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Imagen | NASA / Diego et al., 2023

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