“¿Por qué será la luna, siempre luna de plata, camafeo de hielo, el pálido planeta, la doncella de la nieve a la que se retrata en blanco, si pintor, o argento, si poeta?”, escribió la pintora y literata bonaerense Marilina Rébora. Aunque a belleza no le gana nadie, el verso, en realidad, se ciñe a solo uno de los capítulos que componen la historia de nuestro satélite. Y no muy extenso, además.
Ni la Luna pareció ser siempre un camafeo de hielo, ni su superficie de plata. Al contrario. Un tiempo hubo, antes de que los poetas pudiesen cantarle, en el que su rostro era incandescente. A lo largo de su extensa crónica la luna ha pasado por varias etapas y —precisamente con el propósito de que no se nos olvide— la NASA ha elaborado un vídeo fascinante en el que nos lo recuerda.
Ni rostro de plata ni apariencia gélida
El metraje elaborado por los técnicos de la agencia estadounidense, de apenas 161 segundos, condensa buena parte de la evolución de nuestro satélite, desde sus inicios, hace alrededor de 4.500 millones de años, a su estado actual. El vídeo arranca tras la formación de la Luna —episodio que no muestra— probablemente como consecuencia del colosal impacto de la Tierra, por entonces embrionaria, y un protoplaneta del tamaño de Marte y avanza con la sucesión de asteroides que chocaron contra su superficie con el paso de los años, moldeando su aspecto.
El montaje refleja por ejemplo el impacto, hace alrededor de 4.300 millones de años, de un meteorito en la cuenca del Polo Sur-Aitken, donde se localiza el gigantesco cráter Aitken, de 135 kilómetros de diámetro; o el "bombardeo" que recibió el satélite hace aproximadamente entre 4.100 y 3.800 mil millones de años, lo que dejó múltiples huellas en su superficie y moldeó su aspecto.
A lo largo del vídeo se aprecia también el asombroso flujo de lava por las cuencas lunares hace entre 3.800 y 1.000 mil millones de años, lo que muestra mares incandescentes que distan mucho de la pátina plateada descrita por Rébora. Como han comprobado los científicos, la historia de nuestro satélite estuvo marcada también por espectaculares y prolongadas erupciones volcánicas.
Si algo refleja el montaje es sin embargo el acoso de los asteroides. La crónica avanza con los cráteres intermedios generados a lo largo de ese amplio período por los meteoritos y cómo ha avanzado el asteroide a lo largo de los últimos mil millones de años, hasta llegar a nuestros días. Dos minutos 41 segundos en total de una crónica lunar que concentra miles de millones de años.
“De año en año, la luna nunca parece cambiar. Los cráteres y otras formaciones parece ser permanentes ahora, pero la luna no siempre lució así. Gracias al Lunar Reconnaissance Orbiter de la NASA, ahora podemos ver mejor parte de la historia de la luna”, detalla la agencia en su cuenta de YouTube. No es el único regalo que nos ha dejado el también conocido como LROC. A lo largo de su historia, el orbitador ha mapeado de forma pormenorizada el satélite y tomado imágenes únicas, por ejemplo, de Júpiter. Su labor es clave para planificar misiones tripuladas a la luna, como Artemis, que pretende volver a dejar huellas humanas en su corteza a lo largo de los próximos años.
Imágenes | NASA
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