SpaceX presentó hace un tiempo una versión militar de Starlink llamada Starshield. Ahora sabemos que antes de anunciarla había cerrado un jugoso acuerdo con el Departamento de Defensa de Estados Unidos.
Una red de satélites espía. Según publica Reuters, SpaceX está construyendo una red de cientos de satélites para una de las cinco agencias de inteligencia del país, la Oficina Nacional de Reconocimiento (NRO). La NRO no confirma ni desmiente que sea Starshield, pero admite estar trabajando en "el sistema de inteligencia, vigilancia y reconocimiento en el espacio más capaz, diverso y resistente que el mundo haya visto jamás".
Starlink, pero militar. A diferencia de la CIA, la NRO es un brazo del Pentágono. Se encarga de operar los satélites de reconocimiento de Estados Unidos. Con Starshield pretende "mejorar significativamente" su capacidad de identificar objetivos en cualquier parte del mundo. Y hacerlo rápido.
La red Starshield funcionará como un enjambre de satélites interconectados en la órbita baja terrestre. A diferencia de Starlink, tendrá la capacidad de tomar imágenes e incorporará cifrado de grado militar y métodos anti-interferencias.
Estados Unidos contra China. El contrato de SpaceX con la NRO está valorado en 1.800 millones de dólares, según el Wall Street Journal. No es un servicio. Starshield será propiedad directa del Gobierno de Estados Unidos, explicó Elon Musk. No es el único producto de la compañía que ha despertado el interés del Pentágono: también quiere tomar el control de Starship para misiones militares.
A medida que China intenta estrechar la distancia con SpaceX desarrollando su propia constelación Starlink y un cohete gigante similar a Starship, el gobierno de Estados Unidos intenta ensancharla financiando las tecnologías originales.
SpaceX ha lanzado ya una docena de prototipos de Starshield, pero ni Reuters, ni el WSJ aclaran cuándo estará operativa la nueva red de satélites espía.
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