Es verano, hace calor y dormir por las noches es agobiante. Una solución es poner el ventilador o el aire acondicionado, pero en ocasiones nos asalta la duda de cuánto nos puede costar. ¿Realmente poner el aire por las noches incrementará en exceso nuestra factura de final de mes? Aquí os explicamos de forma sencilla cómo podemos calcular de forma aproximada cuánto gasta poner el aire por las noches, en función de los distintos tipos de ventiladores.
Lo primero que tenemos que tener en cuenta es que ningún cálculo que podamos leer será preciso, ya que depende de una gran cantidad de factores. El primer factor y el más obvio es el precio de la electricidad de cada hogar.
Cómo calcular el gasto de dejar el aire encendido
El precio del kilovatio hora depende de nuestra tarifa. No es lo mismo que tengamos PVPC o una tarifa del mercado libre. Y además aunque elijamos un caso concreto, este puede depender mucho de la hora y/o del día. Basándonos en el precio de los primeros seis meses del año, vamos a considerar un precio de 15 céntimos el kilovatio hora.
El segundo factor es el tiempo de encendido del aire. Aquí podemos redondear a las 8 horas de sueño recomendadas popularmente.
El tercer factor es el consumo de cada tipo de aparato. Tenemos desde ventiladores pequeños con muy poca potencia hasta los aires acondicionados, que ya podemos anticipar que son los más caros de mantener encendidos durante la noche.
Para calcular el consumo deberemos multiplicar las horas de uso x el precio del kWh x la potencia del aparato en kW.
Pongamos que tenemos un pequeño ventilador de 30W (o,03 kW). A un precio de 0,15€/kWh y durante unas ocho horas, nos sale un resultado de 0,036 euros, unos 3 céntimos la noche. El cálculo a final de mes es sencillo. Multiplicamos por 30 y tendremos el coste total al mes. En este caso de aproximadamente un euro.
A tener en cuenta que este cálculo previsiblemente es a la alta, ya que ni lo tendremos ocho horas todas las noches ni quizás todos los días. Hay además ciertos aires acondicionados que en determinados modos de energía tienen un consumo inferior.
Hay ventiladores más potentes, con hasta más de 100W. También hay alternativas como los ventiladores de techo, que pese a su tamaño suelen ser capaces de mover el aire con mayor facilidad y tienen un consumo habitualmente inferior a sus alternativas de a pie.
Aquí os dejamos con una tabla de los gastos aproximados de distintos tipos de ventilador, en base a su potencia:
|
gasto total al día |
gasto total al mes |
---|---|---|
Ventilador pequeño |
30W x 0,15€/kWh x 8 horas = 3,6 céntimos |
1,08 euros |
ventilador de pie |
40W x 0,15€/kWh x 8 horas = 4,8 céntimos |
1,44 euros |
ventilador de techo |
60W x 0,15€/kWh x 8 horas = 7,2 céntimos |
2,16 euros |
ventilador potente |
90W x 0,15€/kWh x 8 horas = 10,8 céntimos |
3,2 euros |
aire acondicionado |
1.000W x 0,15€/kWh x 8 horas = 1,2 euros |
36 euros |
Como vemos, la mayoría de ventiladores implican un gasto de entre 2 y 3 euros al mes si los dejamos todas las noches.
El cálculo se dispara si nos fijamos en el aire acondicionado, cuya potencia suele rondar los 1.000 vatios. El consumo al final del mes asciende a unos 36 euros, pero aquí debemos señalar que lo normal es que los aires acondicionados no siempre trabajen a ese potencia.
Lo normal es que al cabo de unas horas su potencia baje considerablemente ya que no necesita enfriar tanto y casi nunca actúa a potencia máxima. Por ende el consumo también baja. Teniendo esto en cuenta podemos anticipar que un aire acondicionado tendrá un consumo mensual alrededor de los 20 o 25 euros.
Los consejos habituales para reducir el consumo de los aires por la noche giran alrededor de intentar utilizarlo lo imprescindible. Esto es no dejarlo encendido cuando no estemos; utilizarlo en la velocidad más baja que nos resulte agradable y se recomienda el uso de temporizadores para que se apague automáticamente al cabo de cierto tiempo.
Particularmente recomiendo apostar por ventiladores de techo ya que son más eficientes y en caso de tener uno tradicional a pie o de torre, mantenerlo lo más limpio posible para así reducir la fricción (y por ende el consumo).
Vale la pena terminar recordando que mantener el ventilador encendido toda la noche tiene sus implicaciones negativas en nuestra salud, ya que recibir el aire de forma constante puede secarnos la garganta y las fosas nasales.
Imagen | Akshar Dave
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