Aislar nuestra casa ante las inclemencias del tiempo no siempre es fácil, requiere inversión y tiempo. Sin embargo existen alternativas sencillas que nos ayudan a mantener el frío a raya y el calor dentro de nuestros hogares, y con ello ahorrar energía a la hora de calentarlos. Uno de los sistemas que ha ganado cierta fama en las últimas semanas gracias a un vídeo viral es el de plásticos con los que cubrir nuestras ventanas.
El ingenio es sencillo, consta de un film de plástico transparente que se acopla al marco de la ventana. Se sella primero con cinta adhesiva y después se calienta con un simple secador de forma que el plástico se adhiere de forma firme al marco de la ventana sin dejar espacio para que fluya el aire.
El objetivo principal de este sistema es el de bloquear posibles corrientes que puedan generarse a partir de pequeñas aberturas bien en el cristal (pequeñas roturas por ejemplo) bien en el sellado entre el marco y el propio cristal.
Aunque éste primer objetivo sea el de eliminar las posibles corrientes de aire, el sistema también tiene la ventaja de crear una capa de aislamiento adicional en caso de que nuestra ventana sea de cristal simple. Y es que el aire puede funcionar como aislante térmico, siempre que seamos capaces de confinarlo en un espacio cerrado. Tanto es así que el plástico de burbujas también es utilizado en ocasiones de manera semejante.
¿Necesitamos este sistema de sellado en nuestro hogar? Con un poco de suerte no. No es fácil saberlo a ciencia cierta (si no somos especialistas) puesto que las fisuras suelen generar corrientes que a veces apenas nos resultan perceptibles. Pero existe un pequeño truco que nos puede ayudar. Podemos valernos de una vela o de algo de incienso. Al encenderlo generamos un humo que nos permite visibilizar las pequeñas corrientes de aire en un entorno. Si este humo se mueve de forma anómala, es probable que se deba a una corriente de aire.
Un buen aislamiento doméstico es imprescindible en invierno (y también puede ayudarnos a ahorrar en verano). Plastificar nuestras ventanas puede suponer una pequeña ayuda pero de poco sirve si después no aislamos otros elementos de nuestro hogar.
Una forma sencilla de complementar la protección que nos da el plástico es la de colocar burletes en las ventanas para asegurarnos de sellar también el espacio entre el marco del cristal y el de la ventana. Cerrar las persianas durante la noche ayudará también a evitar posibles corrientes que se lleven consigo nuestra inversión en calefacción. En el caso de las puertas incluso podemos improvisar burletes con toallas o mandas colocadas en la rendija inferior.
También es buena idea recordar que nuestro objetivo no suele ser tanto calentar nuestra casa sino mantenernos protegidos del frío nosotros mismos. En este sentido, saber cómo abrigarse es fundamental. Esto, además, nos puede ayudar tanto dentro como fuera de casa.
Imagen | Anna Dudkova
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