El "renacer" de Nintendo en la era de Switch choca con un problema cada vez más visible fuera de los muros de la compañía: la complicada atmósfera que se respira entre sus empleados. A lo largo de los últimos meses han trascendido varias noticias que muestran el malestar de al menos parte de la plantilla y diferencias entre el personal estable y el temporal. Uno de los mejores reflejos quizás sea la denuncia presentada hace poco en EEUU contra Nintendo of America (NOA) y una agencia externa de contratación por supuestas represalias y prácticas laborales injustas.
Nintendo of America no es desde luego la única gran tech que afronta un escenario similar —Amazon, Tesla o Activision Blizzard son ejemplos buenos y recientes—, pero en su caso marca una etapa especialmente dulce para la compañía: el renacer de la firma en la era de Switch.
El descontento tras la fachada. A lo largo de los últimos meses portales como IGN, Kotaku, Axios o SVG se han hecho eco de las diferencias entre el personal contratado de NAO y el externo, temporal y asociados, que cada vez más se ve a sí mismo como una plantilla de "segunda clase". En concreto, hablan de un claro abismo difícil de superar para los colaboradores y que los mantiene fuera de la cultura de la empresa —los eventos corporativas o incluso el uso de zonas recreativas en las instalaciones, por ejemplo— mientras deben cumplir con exigentes niveles de control.
“En este momento, el estado de ánimo es realmente tenso”, explica un empleado a IGN, que habla de miedo a dejar unos minutos mesa de trabajo o escribir comentarios en redes que luego puedan desencadenar reprimendas y las trabas para que el personal que no forma parte del núcleo estable pueda llegar alguna vez a integrarse en la estructura como trabajador a tiempo completo.
Un cambio que se remonta a 2015. Los cambios en la cultura de NOA datarían de mediados de la década pasada, un período complicado para la multinacional. Tras los tiempos de bonanza y éxitos cosechados por Nintendo DS y Wii, la compañía se encontró con los parcos resultados de 3DS y Wii U, el contexto de recesión y la muerte prematura en 2015 de su CEO, Satoru Iwata, quien en los peores momentos aceptó recortarse el salario un 50% durante varios meses. Uno de los principales cambios se percibió en las oportunidades de lograr un empleo a tiempo completo en la firma.
A modo de ejemplo, IGN cita fuentes que aseguran que la demanda de determinados cargos se ha disparado en los últimos tres años en NOA mientras apenas se han dado contrataciones a tiempo completo, una decisión que contrasta con la apuesta cada vez mayor por el personal “asociado”, profesionales que están obligados a tomarse dos meses de descanso cada 11 de contrato.
Las críticas chocan en cualquier caso con el discurso de antiguos responsables como Reggie Fils-Aimé, presidente de NOA hasta 2019, quien hace poco aseguraba que —al menos durante su etapa al frente de la firma— se contrataba “de forma rutinaria” a personal permanente.
Y a modo de guinda: una denuncia. El pasado abril Axios publicaba que un trabajador alegó que NOA y una empresa de contratación habían violado su derecho a sindicalizarse, lo que derivó en una denuncia ante la Junta Nacional de Relaciones Laborales (NLRB). La queja habría llegado después de que el empleado, a tiempo parcial, hablara sobre sindicatos en una reunión de negocios. Desde la compañía explicaban a Kotaku que el despedido se había aplicado sin embargo por una razón distinta: la divulgación de información confidencial. "Y por ningún otro motivo", zanjaba.
La era de Switch. El malestar de al menos una parte de la plantilla llega en plena era Swicth, la consola lanzada por la compañía en 2017 tras un ejercicio turbulento (2016), en el que las ganancias de la firma llegaron a precipitarse un 60%. El contexto de su lanzamiento era sencillo y obligaba a la compañía a competir con PlayStation 4 y Xbox One, pero su propuesta logró convencer y se convirtió en una de las consolas más vendidas en la historia de la multinacional. En septiembre superaba de hecho las ventas conjuntas de Nintendo 64 y GameCube, aunque sin alcanzar a DS o Game Boy.
Más allá de Nintendo of America. Nintendo of America no es en cualquier caso la única multinacional del sector con tiranteces entre su plantilla. Hace solo unos meses Amazon veía cómo se constituía el primer sindicato de la compañía en EEUU después de una votación celebrada en un almacén de Staten Island. El proceso se dio entre tensiones internas y llevó incluso a la dimisión de un alto directivo de la empresa muy crítico con la actitud de la firma. Otro buen ejemplo es Activision Blizzard, que después de un proceso complejo ha tenido que reconocer el sindicato de Raven.
Imagen de portada | Jeff Dlouhy (Flickr)
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