Cada vez más empresas deciden testear la semana laboral de cuatro días. En este sentido, la organización Four Day Work Week publicó recientemente un estudio independiente, realizado por investigadores del Boston College, University College de Dublín y de la Universidad de Cambridge, en el que se analizaban los resultados de dos pruebas piloto, llevadas a cabo en todo el mundo, para verificar las consecuencias de la semana laboral de 32 horas sin reducción salarial.
Las conclusiones fueron muy positivas tanto para los trabajadores como para las compañías: los asalariados mejoraron su calidad de vida y las firmas aumentaron sus ingresos. Ello ha hecho reflexionar a las direcciones de algunas pequeñas empresas que ven en la semana laboral de cuatro días una herramienta para competir mejor contra firmas más grandes.
Mayor competitividad para las pequeñas empresas. Barry Prost, cofundador de la empresa irlandesa Rent a Recruiter, afirmó en Business Insider que la semana laboral de cuatro días ofrecía a los pequeños negocios como el suyo una “ventaja competitiva” a la hora de contratar personal.
La firma, que participó en un ensayo organizado por Four-Day Week Ireland, University College Dublin, Boston College y el sindicato Fórsa, tenía un 20% de rotación laboral, y en los seis meses de semana reducida ha conseguido mantener a toda la plantilla: “Teníamos gente que se iba a compañías más grandes, así que sentíamos que teníamos que hacer algo astuto al respecto”.
Estrategia: menos trabajo por el mismo salario. La compañía, incapaz de igualar los salarios ofrecidos por las grandes empresas, decidió implementar un “beneficio laboral transformativo” que actuara como “diferenciador clave” a la hora de contratar personal. La semana laboral de cuatro días, sin reducción salarial, cumple esa función, y los datos así lo revelan: además de retener a la plantilla, los beneficios han crecido, la productividad ha aumentado en un 50% y la satisfacción laboral entre los asalariados se ha incrementado de igual modo.
Combinación con el teletrabajo. Paralelamente, Prost asegura que la semana laboral de cuatro días también es útil para gestionar correctamente el cambio del modelo presencial de la empresa al modelo del teletrabajo. Con ella se consigue combatir la soledad o el sentimiento de aislamiento ya que los trabajadores pueden socializar en sus tres días libres.
Todos a una y menos reuniones. El éxito de la semana laboral de 32 horas radica, según Prost, en que los trabajadores, conscientes de las numerosas ventajas que supone la reducción de la jornada laboral, “han empujado en la dirección correcta porque todos querían mantener este gran beneficio”. Además, se han introducido otros cambios, como la eliminación de reuniones innecesarias que pudieran interrumpir el desarrollo de la jornada de trabajo.
En Portugal van por el mismo camino. La adopción de la semana laboral de cuatro días puede constituir una herramienta muy eficaz para que las pequeñas empresas sean capaces de competir en mejores condiciones con las grandes firmas. Es posible que esa sea la razón por la cual, según la edición portuguesa de Público, más de la mitad de las 30 empresas portuguesas que han mostrado su interés en participar en la prueba piloto que va a celebrar el país vecino, en el segundo semestre de 2023, sean de pequeña dimensión.
Hay, además, nueve microempresas, cuatro medianas y tres grandes. Por otro lado, cabe destacar que el 43% de todas las firmas interesadas operan en sectores como el comercio, la arquitectura, la ingeniería y las tecnologías de la información, lo cual denota la transversalidad que posee la semana laboral de cuatro días.
Ayudas a pymes en España. Por otro lado, Europa Press informó el pasado 12 de diciembre que el Ministerio de Industria y Comercio destinaría 150.000 euros a las pymes que reduzcan un mínimo del 10% su jornada laboral durante, por lo menos, dos años, sin perjuicio salarial. Ello refleja la confianza del Ejecutivo en contrastar la idea de que para aumentar la competitividad de las pequeñas empresas, la clave no es trabajar más, sino trabajar mejor.
Los datos son claros. La fórmula 100-80-100 (100% del salario, por el 80% del tiempo, manteniendo el 100% de la productividad) mejora la calidad de vida de los trabajadores y aumenta los ingresos de las empresas. Veremos si el 2023 es, verdaderamente, el año de la semana laboral de cuatro días.
Imagen: Helena Lopes / Unsplash
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