NIO tiene solo cuatro años de vida, pero cada vez está más de moda. El fabricante de coches eléctricos chino ha logrado en 2018 batir sus previsiones de entregas y ha suministrado 11.348 unidades de su primer SUV, el ES8.
Pero, ¿cuál es la historia de NIO y qué pretende hacer en 2019? ¿Por qué algunos la señalan como el Tesla de China? Vamos a intentar aclarar todos estos puntos.
El surgimiento de NIO
NIO fue fundada en noviembre de 2014 en Shanghai (China) por William Li, con el nombre de NextEV. Li es también el fundador de la empresa Bitauto Holdings Ltd., una empresa enfocada en el mundo de la automoción pero en marketing y contenidos digitales.
El primer coche que presentó NIO fue el deportivo EP9, que ha batido varios récords del mundo al ser el vehículo comercial más rápido en varios circuitos de competición. Además, NIO ha participado en la competición más prestigiosa de coches eléctricos, la Formula E.
Realmente el EP9 es un coche muy elitista. Su precio ronda los 1,5 millones de dólares y según los datos proporcionados por la compañía, se han producido 16 unidades (6 de las cuales se han venido a inversores)
Posteriormente NIO empezó el diseño del SUV ES8. Un vehículo mucho menos elitista, con un precio de partida de 65.000 dólares. Las entregas de este vehículo comenzaron a mediados de 2018 y en esos escasos seis meses ha logrado entregar las 11.000 unidades que comentábamos antes. En los planes de futuro está la creación de un nuevo SUV más compacto, el ES6, cuyo precio de partida será de 53.000 dólares.
Empresarialmente NIO ha tenido el apoyo financiero de gigantes de la inversión como Tencent, Baidu, Lenovo o Sequoia, en diversas rondas de financiación desde el establecimiento de la compañía. En 2018 salió a bolsa y marcó un punto de inflexión en la compañía.
La salida a bolsa
Crear una marca de coches y empezar a diseñar y fabricar no es nada barato. Antes de la salida a bolsa NIO tuvo varias rondas de financiación. Según los datos de Crunchbase en varias rondas NIO había levantado casi 2.500 millones de dólares de capital. El siguiente paso, después de la última ronda de 2017, era obviamente la salida a bolsa.
A finales del año pasado NIO logró salir a bolsa. Aunque hubo estimaciones iniciales altas, lo cierto es que la valoración final fue baja y NIO logró levantar únicamente 1.000 millones de dólares de capital. La compañía cotiza en la bolsa de Nueva York, aunque a través de una estructura algo rara debido a la prohibición de la legislación China de que las compañías tengan dueños extranjeros.
El caso de NIO es similar al de otras empresas China. La empresa que tiene residencia en China tiene por dueños a sus directivos. En cambio la que cotiza en Nueva York está afincada en las Islas Caimán. La empresa China paga comisiones y royalties a la empresa extranjera. El riesgo es que en algún momento se rompa esta relación dual y los dueños extranjeros se queden con una empresa vacía. Por eso las empresas chinas tienen un riesgo mayor cuando se invierte en ellas.
Los números de NIO
¿Por qué necesita tanto dinero NIO? Hay que pensar en todo lo que necesita una marca para empezar a vender vehículos. NIO (en dicha época NextEV) fue fundada en 2014. Hasta 2016 no estuvo listo el deportivo EP9, y ya habían levantado más de 600 millones de dólares. El EP9 fue únicamente marketing, ya que los ingresos por sus ventas, según nuestros cálculos, no superaron los 50 millones de dólares.
Luego en 2017 se anunció el ES8, que se comenzó a entregar en 2018. Es decir, cuatro años y apenas ingresos. Y ya levantados 2.500 millones de dólares y otros 1.000 más en camino con la salida a bolsa. Y si el precio medio del ES8 ha rondado los 75.000 dólares (no es un dato público) estamos hablando de que han ingresado únicamente 800 millones de dólares, que no compensa el dinero captado ni de lejos. Y eso que la fabricación del ES8 ha sido subcontratada (a JAC Motors), cosa que quieren cambiar en el futuro con fábricas propias en Shanghai.
Crear una marca de vehículos, diseñar y fabricar es un negocio muy caro. Por eso hay tan pocas marcas de coches en el mundo. Es un negocio muy complejo con muchos proveedores, inversiones grandes tanto en diseño, marketing y fabricación y muy regulado (es de los pocos productos que tienen que homologarse para venderse).
Los paralelismos con Tesla
Mucha gente habla de NIO como el Tesla chino, ya que existen muchos paralelismos entre ambas compañías. Primero, está impulsada por una persona con mucho empuje (Elon Musk en el caso de Tesla, William Li en el caso de NIO) con amplia experiencia en crear empresas e invertir en el mundo de Internet.
Ambas compañías creen en el futuro eléctrico, nada de motores de combustión. Ambas compañías empezaron con un deportivo caro y poco a poco van anunciando modelos más baratos para ir llegando al gran público. Y ambas creen en un hecho diferencial frente a la competencia: en el caso de Tesla su red de supercargadores; en el caso de NIO su red de cambio rápido de baterías.
Ambas empresas tienen algo que encanta a sus clientes. Un halo nuevo, de marca de futuro. No venden únicamente un coche, venden una experiencia y sus dueños presumen de tener este vehículo. Ambas compañías están logrando que tener uno de sus modelos sea algo más que tener un simple coche eléctrico.
Y es cierto, como no, que NIO se inspira en los diseños de Tesla (algo muy común en la mentalidad china, copiar no está mal). No hay más que ver el interior de ES8, con una pantalla vertical grande en la consola central, como Tesla nos tiene acostumbrados desde el Model S.
Y, por supuesto, el precio. Tesla lleva años prometiendo precios de coche eléctricos similares a los de gasolina, pero hay que hacer verdaderos malabares para que esto sea así (ayudas públicas y precio por kilómetro debido al menor coste de la electricidad respecto al combustible pero que depende de los kilómetros recorridos). NIO sí que parece que está ofreciendo precios ajustados a sus equivalentes de gasolina, aunque de momento sus modelos son de un segmento alto (no todo el mundo usa SUVs de 53.000 dólares)
Pero NIO no es Tesla
Sin embargo, NIO está lejos de ser Tesla. Primero, tiene mucha menos experiencia. Apenas tienen un par de modelos en producción y Tesla ya ha pasado por varios modelos, con más historia y una red tanto de servicio como de supercargadores casi global. NIO de momento sigue limitándose al mercado chino.
La historia de que el EP9 de NIO es parecido al Roadster de Tesla no es del todo paralela. El EP9 es mucho más exclusivo que el Roadster, solo ha vendido 16 unidades y los ingresos son anecdóticos para NIO. El Roadster original se vendió a nivel mundial, por un precio sensiblemente inferior al EP9 (unos 100.000 dólares por unidad), y unas 2.500 unidades totales.
Tesla tiene un hecho diferencial frente a su competencia y es la gran autonomía. Siempre ha ido por delante del resto de la industria que miraba los eléctricos como un nicho pequeño. NIO tiene todavía autonomías algo escasas y comparables al resto de fabricantes tradicionales cuando se aproximan al coche eléctrico (aunque prometen algo distinto con el ES6).
NIO todavía no tiene fábricas, y esto es imprescindible para escalar el negocio, ya que subcontratando no se puede llegar a los márgenes necesarios para dejar de vivir de ampliaciones de capital. Tesla tiene todo ese camino recorrido y parece que ha llegado, por fin en 2018, al final de su camino de levantar capital ya que por fin ha dejado de quemar caja.
Tesla va un paso por delante de NIO, con múltiples modelos, tanto SUV (model Y) como no SUV (model S, model 3). Eso sí, parece que NIO cuenta con unos precios más ajustados que Tesla, aunque es complicado comparar ya que NIO vende únicamente en China, habría que ver sus precios fuera del país, cumpliendo las regulaciones de Europa o EEUU.
Lo único cierto es que NIO ha logrado llegar al punto en el que está más rápido que Tesla, y que ha levantado mucho dinero (3.500 millones de dólares) de muchos inversores que también en su día confiaron en Tesla, luego es una apuesta, sí, pero con ciertas expectativas no descabelladas.
El futuro de NIO
NIO tiene muchos retos por delante. 2018 fue un año crítico, ya que empezó a suministrar su primer vehículo masivo. El primer reto está superado, ya que ha logrado batir sus previsiones. Pero 2019 también está lleno de retos.
NIO tiene por delante empezar a construir sus propias fábricas, el lanzamiento del ES6, seguir a buen ritmo las entregas del ES8 y crear su red de cambio de baterías. Muchos retos y cualquier pata que se caiga podría hacer tambalear la empresa.
Además hay dos problemas importantes en el horizonte. Por un lado NIO está centrado en el mercado chino, y China está entrando en recesión. Y además está afectando precisamente al consumo de coches, las ventas han caído por primera vez en 20 años.
Por otro lado exportar no va a ser lo más fácil. La guerra comercial que China mantiene con EEUU va a dificultar su expansión internacional, y no hay que olvidar que muchas marcas internacionales fabrican en China para evitar aranceles, la última de ella Tesla (que puede ser el principal competidor de NIO).
En el pasado se ha oído hablar en múltiples ocasiones del "Tesla-killer", marcas que lograrán superar a Tesla y convertirse en el referente de los eléctricos. Casi todas han quebrado por el camino (como por ejemplo la alabada Faraday Future). ¿Tendrá NIO el mismo final? Es pronto para saberlo. Desde luego es la compañía de coches eléctricos puros con más inversión (después de Tesla) así que algo tiene que la hace especial.
Ver 10 comentarios