El pasado 16 de septiembre Pat Gelsinger, el director general de Intel, publicó en la página web de la compañía un comunicado muy importante. Sus palabras pretendían transmitir confianza después de la catarsis que desencadenó el anuncio del despido del 15% de su fuerza laboral (más de 15.000 empleados). Pero, sobre todo, dieron a conocer un movimiento muy relevante: Intel prevé establecer su filial dedicada a la fabricación de semiconductores, conocida como Intel Foundry, como una empresa subsidiaria independiente pero integrada en la estructura de la compañía.
En su comunicado Gelsinger explica que esta decisión conlleva ventajas cruciales para Intel. Es importante que recordemos que AMD hizo esencialmente lo mismo en 2009 al desgajar su filial de producción de circuitos integrados y crear GlobalFoundries. Desde entonces le ha ido objetivamente bien. En cualquier caso, Gelsinger confía en que esta decisión les permitirá acceder a fuentes independientes de financiación y optimizar la estructura de capital de cada negocio, maximizando así el crecimiento y el incremento de valor para los accionistas. Además, Intel Foundry será más eficiente.
El Gobierno de EEUU entregará 7.860 millones de dólares a Intel, pero pone condiciones
El programa 'Chips and Science Act' es la mayor apuesta realizada por EEUU con el propósito de reforzar su industria de los semiconductores dentro de sus fronteras. Este plan fue aprobado por la Administración liderada por Joe Biden en julio de 2022 y destina nada menos que 52.000 millones de dólares específicamente a las empresas que se dedican al diseño o la fabricación de circuitos integrados.
El Departamento de Comercio le entregará finalmente una subvención de 7.860 millones de dólares, y el Departamento de Defensa pondrá en sus manos un máximo de 3.500 millones
El fabricante de semiconductores que más dinero va a recibir de la Administración a través de este plan es Intel. Además, esta subvención va a llegar en un momento crítico en el que una inyección de capital como esta le vendrá de maravilla. El Departamento de Comercio le entregará finalmente una subvención de 7.860 millones de dólares, y el Departamento de Defensa pondrá en sus manos un máximo de 3.500 millones de dólares para fabricar de una manera fiable semiconductores para el Gobierno de EEUU. El nombre de este plan, "Enclave seguro", refleja uno de lo requisitos exigidos por la Administración: los chips deben producirse en la más estricta confidencialidad.
En cualquier caso, la llegada de este dinero acarrea obligaciones para Intel. Y uno de estos compromisos involucra directamente la escisión de su división de fabricación de semiconductores en forma de una subsidiaria independiente. El Gobierno de EEUU ha pedido a Intel que mantenga la propiedad de al menos el 50,1% de Intel Foundry si finalmente esta unidad de negocio llegase a separarse y adquiriese la forma de una nueva entidad legal privada.
Esto significa, en definitiva, que al aceptar la subvención Intel se compromete a mantenerse como el accionista mayoritario de Intel Foundry. Y si esta última se convirtiese en una empresa pública e Intel no fuese el accionista mayoritario solo podría vender hasta el 35% de Intel Foundry a un único accionista. Veremos qué sucede finalmente, pero podemos estar seguros de que en 2025 Intel nos va a entregar noticias muy jugosas.
Imagen | Intel
Más información | Reuters
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