Uno de los principales objetivos de la reforma laboral de 2022 fue estabilizar el empleo, de ahí que sus principales medidas fueran orientadas al cambio de los modelos de contratación para reducir la temporalidad. Ese objetivo se cumplió, aunque no consiguiera reducir las renuncias de los empleados incluso cuando su contrato era discontinuo.
Hace algunos meses, el Comité Europeo de Derechos Sociales (ECSR) del Consejo de Europa daba un toque de atención a España, advirtiéndoles que el despido en España salía demasiado barato. Los últimos datos del informe 'Estadística de Despidos y su Coste' elaborado por el Ministerio de Trabajo y Economía Social dan la razón a Europa.
Menos indemnizaciones tras la reforma. Según los datos oficiales aportados por Trabajo, la indemnización media que recibieron los empleados despedidos en 2021 (antes de la entrada en vigor de la reforma) era de 11.416,74 euros. Los datos de la edición de 2023 de ese mismo informe revelan que en 2023 la indemnización media fue de 7.446,26 euros. Es decir, un 35% más baja que antes de la reforma.
No ha bajado para todos por igual. No obstante, y como sucede en ocasiones, el dato de la media puede desdibujar la realidad de esta situación. A diferencia de 2021, en 2023 los contratos indefinidos se han convertido en la opción más habitual en el mercado laboral, por lo que tiene sentido poner el foco en las indemnizaciones por tipo de contrato.
En 2021, la indemnización media para los empleados con contrato indefinido a tiempo completo era de 18.112,4 euros, mientras que en 2023 esa cifra cayó hasta los 9.768,1 euros. Esto supone un descenso del 46%. Esta caída en el importe medio de las indemnizaciones asciende hasta el 56% en el caso de los empleados con contrato a tiempo parcial y hasta el 65% para los fijos discontinuos.
Más despidos, menos indemnización. A diferencia del importe medio de las indemnizaciones, el número de despidos no ha dejado de subir desde que entró en vigor la última reforma laboral. Las cifras del informe apuntan a un incremento del 35% situándose en 606.625 despidos registrados en 2023, mientras que el número absoluto de trabajadores despedidos en 2023 se incrementaba en un 34% con 593.182 afectados.
Esto, en términos interanuales, deja un incremento anual en los despidos del 14,8%, de un 13,8% en el número de trabajadores afectados y cada año hay un 9% de empresas más ejecutando esos despidos.
La reforma no tocó las indemnizaciones. Una de las explicaciones para ese descenso en la cuantía de las indemnizaciones es que, aunque se cambiaron las condiciones de contratación, no se tocaron las condiciones de despido recogidas en el Estatuto de los Trabajadores.
El incremento en el número de despidos en los años posteriores a la reforma recayó sobre los empleados con contratos temporales o a tiempo parcial, con menos tiempo cotizado y salarios más bajos, haciendo que baje la media del total.
Lo que pedía Europa. El Consejo de Europa se pedía a España afrontar algunas modificaciones en la normativa que regula las indemnizaciones por despido improcedente que se aplican en España desde la reforma laboral de 2012. Estas nuevas condiciones se recogían en el artículo 24 de la Carta Social Europea. En ese artículo se introduce un nuevo concepto en el cálculo del despido: el despido restaurativo.
En lugar de fijarse en base a unos baremos establecidos como sucede ahora, este concepto de despido restaurativo condicionaría la indemnización del empleado a su situación personal. De ese modo, dos empleados en situaciones de despido idénticas, puedan recibir indemnizaciones distintas en base a su edad, sexo, estado civil, lugar de residencia, etc, y queda en manos de la justicia decidir el importe exacto del despido.
En Xataka | Las empresas han encontrado la forma de despedir indefinidos tras la reforma laboral: despido disciplinario
Imagen | Unsplash (Rob Lambert)
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