Meta anda algo trastocada por la mala situación económica por la que atraviesa Occidente, y no es para menos: todo se está yendo al garete precisamente cuando ellos han decidido lanzarse al proyecto más ambicioso, arriesgado y caro de la historia de la compañía, la construcción del metaverso. Por eso, la semana pasada Zuckerberg anunció que iba a moderar el ritmo acelerado de contrataciones que pretendía llevar a cabo para desarrollar el mencionado universo digital, y también dijo, con eufemismos, que la empresa se preparaba para abordar despidos.
Persecución. El CEO de Meta señaló entonces que sus trabajadores tendrían que prepararse a partir de ahora para cumplir con objetivos más exigentes, y que quienes no pudiesen alcanzar esas metas “probablemente no deberían estar aquí”. La realidad, en cambio, es más dura, ya que la compañía ha dado unas instrucciones muy concretas a sus jefes intermedios: deben identificar a los empleados con menor rendimiento e informar sobre ellos a sus superiores para poder obligarles a abandonar la empresa, según un comunicado interno al que ha tenido acceso el Wall Street Journal.
La orden, no obstante, no es terminante. Una vez se ha identificado al trabajador con bajo rendimiento, el jefe debe enviarlo con el equipo de Relaciones con los Empleados para que estos profesionales evalúen la situación y traten de resolver lo que hace que no rinda como la compañía le demanda. Si este grupo resuelve que la persona no puede “encarrilarse”, decretarán que tiene que marcharse de Meta.
Arrastrados a la ola de despidos. Por el momento, Meta había aguantado el golpe que está sacudiendo a las tecnológicas sin abordar despidos, pero esta medida deja claro que los de Zuckerberg se van a sumar a otras compañías como Netflix, Twitter o Paypal. Aunque lo harán de una forma muy particular: señalando a los empleados por bajo rendimiento en lugar de admitir que la situación económica mundial les está superando y que los errores propios que han cometido en los últimos años, desde los que aparecen en los Facebook Files a la imprudente apuesta por el metaverso, no les ha dejado más remedio que abordar esta medida.
La apuesta sale regular. Cuando Zuckerberg presentó su proyecto del metaverso mostró un optimismo desmedido. Anunció una profunda reconversión de su modelo de negocio, inversiones multimillonarias en I+D y miles de contrataciones, con un desembolso en un solo proyecto que superaba ampliamente lo que otras tecnológicas dedican al desarrollo de nuevos dispositivos, aplicaciones y herramientas, como ya explicamos en Xataka.
El optimismo duró poco, ya que los resultados económicos de los últimos seis meses han desbaratado los ambiciosos planes de Meta y han hecho que tengan que marcarse objetivos mucho más realistas. Durante el último trimestre de 2021 la antigua Facebook vio reducidos sus beneficios un 8%, nada demasiado grave teniendo en cuenta la importante inversión en el metaverso si no fuese porque de enero a marzo de 2022 sus ganancias cayeron un 21%. Además, los pronósticos internos de la compañía vaticinan que los beneficios seguirán hundiéndose durante 2022.
No sólo el metaverso. Pero esa caída de los beneficios no sólo tiene que ver con la ingente inversión en el metaverso. Zuckerberg decidió lanzarse de cabeza a este proyecto, que es una máquina de quemar dinero, en un momento en el que su buque insignia, Facebook, está en decadencia, la reputación del conglomerado anda por los suelos como consecuencia de las filtraciones de los Facebook Files y los cambios de privacidad de Apple están perjudicando enormemente su negocio publicitario.
Una serie de contratiempos a los que se ha sumado la guerra de Ucrania, que ha provocado una crisis económica mundial y que, entre otras cosas, ha hecho que el mercado de la publicidad digital, principal fuente de ingresos de Meta por el momento, haya sufrido un fuerte retroceso.
El metaverso se tambalea. Este freno a las contrataciones, de prolongarse mucho, podría poner en peligro el megaproyecto de Zuckerberg. Porque el desarrollo del metaverso es una carrera contrarreloj por varios motivos que precisa de mucha mano de obra: por una parte, Meta no puede permitirse perder entre 3.000 y 10.000 millones por trimestre indefinidamente en su desarrollo sin visos de ingresos, y por otra, porque los rivales van a apretar y la gran apuesta de la compañía para rentabilizar su inversión es llegar primero y comercializar múltiples aspectos de este universo digital.
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