En una escena icónica de una de las películas españolas más taquilleras de la historia, el protagonista atraviesa en autobús el túnel de Pancorbo. En cuestión de pocos minutos pasa del yermo castellano a la verdor y la salvaje lluvia de la cornisa cantábrica. La escena es demasiado melodramática, pero atiende a un hecho incontestable: que la geografía importa.
Cuando hablamos de agua, importa mucho. Y lo que están descubriendo en la AEMET es que este año importa más que nunca.
¿Cada vez importa más? Efectivamente. Porque, como dicen en AEMET, "es normal que llueva más en Galicia que en Murcia". Sin embargo, 2024 ha demostrado ser un año de extremos. Mientras en puntos de Pontevedra las precipitaciones han sido un 75% más altas de lo normal, no encontramos con amplias zonas del levante en las que las lluvias no han llegado ni a una cuarta parte de lo habitual.
Es decir, las diferencias dentro del país son más grandes que nunca desde que tenemos registros.
La situación es más compleja de lo que parece. Porque, como nos recuerdan desde la AMETSE, las diferencias dentro del mismo cuadrante sudeste son enormes también: mientras "en zonas de Jaén y Albacete este año hidrológico registra lluvias muy por encima de la media de los últimos años", en el extremo sudeste la situación ha sido terrible. Hablamos de diferencias de más de 1000 litros por metro cuadrado en menos de 100 kilómetros de distancia.
¿Tendencia o momento puntual? Esa es la gran pregunta. Porque a poco que analizamos los datos, vemos que el año pasado acabó con menos precipitaciones de la media en el noroeste y más en el sudeste. Y, a mayores, lo que hemos ido experimentando es que la lluvia es cada vez menor en todo el territorio.
Pero 2024 ha aparecido como una anomalía en los últimos años. El ejemplo más obvio es la llegada del calor intenso. Tanto en 2022 y el 2023, el calor llegó antes que en 2024. A finales de abril, incluso. Sin embargo, ¿qué significa esto? Pues no se sabe con seguridad.
La teoría de El Niño y las incertidumbres asociadas. Hay quién piensa que todo se debe al influjo de El Niño. Como hemos explicado en varias ocasiones, este fenómeno pone a nuestro país bajo la influencia de una circulación subtropical más intensa de lo normal y eso puede haber tenido un papel clave en la rareza de 2024.
Pero El Niño se acaba y, si esta teoría lleva razón, volveremos al redil en cuestión de meses. Las diferencias se disiparán y seguiríamos con los mismos problemas de los últimos años. Si estamos, al contrario, ante un cambio de tendencia, las incertidumbres no harán más que crecer.
Imagen | AEMET
En Xataka | Hay un 98% de posibilidades de que los próximos cuatro años sean un horno. Todo gracias a El Niño
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juampavaras
Estar diciendo cada día que si hay sequía, que hace mucho calor, mucho frío, que sobra agua en otro lado es como ser hipocondríaco. Lo único que es cierto es que ahora existen mas impuestos, multas y prohibiciones para la movilidad al ciudadano de a pié.
No me creo nada de los que predican desde su Jet o coche oficial de gran cilindrada.
Dukoremo
Ya que os dedicáis a sacar „noticias“ (propaganda) climáticas en una web de tecnología, al menos hacedlo bien e informad también de las mejores playitas para el verano calentito que nos espera 😋☀️
Ah no, que solo queréis hacer alarmismo climático barato.
xconv
En vuestro mapa Catalunya es independiente. Gente inteligente.
Kyagu
No me creo absolutamente nada de la sequía. Ya se ha demostrado que quieren declararla para pedir ayudas europeas, puro politiqueo hecho de los chupopteros.
agtejeo
Buen artículo. Gracias.
falconx
JJ. Inepto. No hay sequía a dos velocidades; en un sitio hay y en otro no. Ánimo.
Orbayo
Yo he entrado para ver el mapa, ¿y el mapa dónde está?
Usuario desactivado
En Galicia todo nuestro ecosistema está basado en el agua, y la necesitamos. Nuestros ríos están cada vez más vacíos de salmones, angulas, lampreas, mejillones de agua dulce, desmanes o nutrias. Necesitamos ese agua aunque muchos digan "que sobra".