Cómo evitar instalar adware o sofware no deseado cuando instalas una aplicación en tu ordenador

Hoy te vamos a explicar cómo evitar instalar adware cuando vas a instalar una aplicación en tu ordenador. En ocasiones, los procesos de instalación de algunas aplicaciones que te descargas pueden esconder trampas con adware, que es como se le llama a las aplicaciones que se instalan automáticamente y sin tu permiso al ordenador, lo que puede hacer que vaya lento o se comprometa tu seguridad y datos personales.

Para ayudarte a evitar a acabar instalando una de estas aplicaciones sin querer mientras instalas otra, te vamos a dar ocho consejos que puedes seguir. Los primeros tienen relación con el proceso de descarga en sí, y los siguientes tendrán que ver con los procesos de instalación que seguirás cuando instales una aplicación.

Descarga siempre desde las webs oficiales

El primer consejo es siempre el de descargarte las aplicaciones siempre desde las páginas o repositorios oficiales. Cuando buscas en Google una aplicación concreta, además de su web oficial también te van a aparecer casi siempre enlaces a páginas especializadas en descargas desde donde también vas a poder bajártela.

Estas páginas suelen aparecer muy buen posicionadas en Google para que sea casi de lo primero que veas, pero no siempre son el método más seguro. Algunas de estas webs incluyen adware en sus instaladores, por lo que son una de las principales fuentes desde donde puedes acabar instalando sin quererlo aplicaciones no deseadas o incluso que dañan tu ordenador.

Fíjate bien dónde haces click en la web

Incluso las páginas oficiales a las que entras para poder descargarte un programa, sobre todo si es gratuito y sus creadores necesitan sacar dinero de algún sitio, pueden tener algunas trampas en forma de banners que pueden incitarte a hacer click en ellos pensando que se trata del enlace de descarga. Incluso puede haber algunos con una imagen de publicidad en la que pone algo referente a pulsar para descargar, pero que realmente te descarga otra cosa.

Por eso, es muy recomendable mirar bien dónde haces click. Un truco que puedes seguir es pasar el cursor del ratón sobre el enlace pero sin hacer click. Al hacerlo, en la parte inferior de la ventana del navegador sueles poder ver la dirección a la que apunta el enlace, y de ahí comprobar si en el caso de que apunte a un archivo es el que se supone que debe ser u otro.

Fíjate bien en los archivos que se descargan

Un consejo muy relacionado con el anterior es que te fijes bien en los archivos que se descargan. A veces, por mucho que nos fijemos es inevitable picar en algún enlace engañoso, o incluso puede que se descargue algún "regalo" no deseado junto a la aplicación oficial y acabes con más de un archivo ejecutable para instalar.

Por eso, es recomendable fijarte en el nombre del archivo que se ha descargado, ya que muchas veces es muy fácil de saber si te has descargado el correcto o es otro que se llama de otra manera. Incluso si hay más de un archivo, también puedes intentar distinguir así el archivo real de cualquier otro que se haya bajado para despistar.

No descartes las tienda de apps oficial de tu sistema operativo

A día de hoy, desde GNU/Linux hasta Windows, pasando por los sistemas operativos móviles, implementan sus propias tiendas oficiales de aplicaciones. En algunos casos estas pueden ser bastante limitadas como las de Windows, y será inevitable que tengas que descargar aplicaciones desde sus webs, pero eso no hace que deje de ser una alternativa a tener en cuenta cuando sea posible descargar desde ellas las aplicaciones.

En estos casos, no sólo habrás pasado el filtro de seguridad del creador de la aplicación, sino que tendrás un filtro extra de control impuesto por el creador del sistema operativo. Además, al instalar con este medio las aplicaciones no vas a tener que lidiar con webs que pueden ser confusas o tener enlaces engañosos, sólo tendrás que pulsar el botón de descarga.

Aun así, incluso desde estas tiendas oficiales debes tener precauciones, y asegurarte siempre de descargar la aplicación oficial que estás buscando. Hay veces en las que otros desarrolladores intentarán crear una app que se llame de forma parecida o tenga el mismo icono que la original, y algunas de ellas puede ser peligrosa, o sea que mejor no instalarlas si no las conoces.

No instales pulsando siempre Siguiente

Una vez te hayas descargado un archivo y empieces a proceder con su instalación, tampoco en este proceso estás exento de peligros. Por lo tanto, el primer paso que debes dar es el de no limitarte a darle siempre a Siguiente en el proceso de instalación, y siempre fijarte bien en lo que pone en cada pantalla.

Lee cada una de las casillas que se te ofrezcan para saber qué vas a instalar y qué no, y presta atención a los botones, ya que a veces donde suele poner siguiente te puede aparecer uno para aceptar algo que no quieres. También ten cuidado con cómo te escriben lo que vas a aceptar, sobre todo por si hay alguna doble negativa en la que lo que aceptes es que no te opones a la instalación. En definitiva, fíjate bien en cada paso o pantalla para evitar cualquier tipo de trampa, sobre todo cuando te bajas algo de una fuente que no sea su web oficial.

Elige siempre las instalaciones personalizadas

En muchos de los procesos de instalación de las aplicaciones se te va a preguntar si quieres hacer la instalación por defecto o hacer una personalizada. En estos casos, elige SIEMPRE las instalaciones personalizadas. Este es uno de los consejos más importantes que te vamos a dar hoy aquí.

Sí, las instalaciones predeterminadas te ahorran muchos pasos, pero también tendrán marcadas por defecto las opciones de instalación de adware u otras aplicaciones externas que no necesitas. Por lo tanto, aunque suponga dar más pasos elige siempre las instalaciones predeterminadas para poder rechazar las instalaciones de apps de terceros, o incluso para otras cosas más prácticas como elegir dónde quieres que se instale la aplicación.

No aceptes todos los términos de licencias

Aunque soy consciente de que este puede ser el paso que más te cueste dar, tampoco está de más prestar atención a los términos de licencia de las cosas que estás instalando. Sobre todo porque a veces, se te puede intentar colar adware mediante la aceptación de este tipo de términos en vez de con las clásicas casillas seleccionables.

Por lo tanto, ni siquiera es necesario que te lo leas todo, simplemente presta atención para asegurarte de que los términos son de la aplicación que quieres instalar y no los de otras. Presta especial atención sobre todo cuando un proceso de instalación te muestra más de uno de estos pasos para aprobar términos de licencia.

Cuidado con los instaladores dentro o después de los instaladores

A veces, mientras estás instalando la aplicación que te has descargado o después de hacerlo, te puede saltar un segundo instalador en el que no queda claro lo que es, pero que te engaña apareciendo durante el proceso para que pienses que es parte de la aplicación. Ten cuidado con estas prácticas porque también te pueden colar adware con ella.

Realmente, si sigues todos nuestros consejos anteriores estos instaladores son rápidos de detectar, porque en cuanto te paras a leer te das cuenta de que no están relacionados con la aplicación que estás instalando. Por lo tanto, ten cuidado con la inercia de irlo aprobando todo rápidamente sin pensar y párate a leer bien cada paso de lo que instalas. Al final, con lo que juega el adware es con tus prisas, por lo que en cuanto prestes un poco de cuidado evitarás la mayoría de ellos.

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