Hay grandes debates que dividen a la sociedad. Consolas vs PC, tortilla con o sin cebolla, pizza con o sin piña, verano o invierno, playa o montaña... Son temas, debates, que no suelen tener término medio. Los sincebollistas nunca darán la razón a los concebollistas más allá de un tímido "a ver, que si no hay otra cosa me la como, pero".
Pues en Xataka también tenemos este tipo de debates, pero nunca antes habíamos tenido posturas tan distantes como con el tema de esta semana: los audios de WhatsApp.
Hablemos de los audios de WhatsApp
El otro día, a tenor de la filtración de que WhatsApp estaba trabajando en una función para transcribir los audios, tuvimos una acalorada discusión en la redacción y cada uno expuso su postura. En Xataka hay verdaderos aficionados a los audios y, al mismo tiempo, firmes defensores del texto escrito. A continuación repasamos la postura de los editores de Xataka pero, antes de nada, os invitamos a usar los comentarios para dejarnos vuestro punto de vista y abrir este melón.
Audios sí, gracias
Dado que a algunos de nuestros compañeros les gustan tanto los audios, hemos creído que la mejor forma de que defiendan sus argumentos es, evidentemente, con un audio.
Audios no, por favor
Después de haber escuchado los cuatro minutos del argumentario a favor, cosa que sin lugar a dudas se habrá hecho para tener una visión global de este artículo, pasamos a la postura contraria. A modo de resumen, se puede decir que si los audios son beneficiosos para la inmediatez de la comunicación por parte del emisor, son exactamente lo opuesto para el receptor.
Un audio implica escucha y si hablamos de un audio largo, cierta dedicación. Si hablamos de un audio corto, como apunta Javier Pastor, "lo normal es que todo lo que has dicho en un mensaje [de voz] lo puedas decir en un breve mensaje de texto. Para mí las notas de voz son casi como SPAM que la persona en cuestión me obliga a tragar". Coincide con Rubén Andrés, que opina que "el problema es que recibir un audio te incita a escucharlo, actuando de la misma forma que una llamada telefónica".
Alberto de la Torre, compañero de Xataka, considera que los audios son "un secuestro". En su opinión, "cuando son cortos, podrían sustituirse sin problemas por un mensaje de texto. Si son largos, no son urgentes, porque para eso están las llamadas".
Este es un punto alrededor del cual gira el argumentario en contra. Escuchar audios requiere tiempo, tiempo que quizá no tenemos o, sencillamente, no queremos dedicar. Y no porque el contenido no sea interesante, que puede serlo, sino porque, en palabras de nuestro compañero Carlos Prego, "los textos suelen ser más concisos, precisos y están mejor estructurados que los audios".
Para Prego, al escribir es más difícil "irse por las ramas cuando tecleas letras en una pantalla que cuando tienes un micro captando lo primero que se te viene a la cabeza. Salvo que te comuniques con un locutor de la BBC, lo más probable es que la grabación te llegue llena de anacolutos, digresiones y puede incluso que palabras que no se entienden bien del todo". Jose García, es decir, un servidor, opina en esa misma línea.
Desde mi punto de vista, los audios de WhatsApp son egoístas. Permiten al emisor divagar, improvisar, llenar el audio de "eeee", "mmm" y algún que otro estornudo, pitido de un coche por la calle o algo de ruido de viento, por qué no, y me obliga a escucharlo. Por no hablar de que cada móvil es un mundo y que los micrófonos pueden no ser los mejores. No hay nada peor que escuchar un audio grabado en un entorno ruidoso con unos auriculares inalámbricos baratos.
Otro aspecto a tener en cuenta es que el texto permite la lectura en diagonal. César Muela opina que "como receptores tardamos más en escuchar que en leer, incluso aunque aceleres los audios", argumento que también esgrime Laura Sacristán: "Una lectura en diagonal es mucho más rápida que tener que aguantar un podcast de varios minutos. Y menos intrusiva, no te obliga a ponerte los cascos o llevarte el móvil a la oreja".
Por último, los mensajes de audio tienen un problema importante, y es que no son "buscables". Si hablamos solo de WhatsApp, a través del buscador podemos remontarnos al primer mensaje de la historia con solo recordar una palabra del mensaje. Si buscas "quiero", podrás encontrar la primera vez que le escribiste "te quiero" a tu pareja, por ejemplo. Ahora, si la comunicación se basaba en audios, habrá que buscar la fecha, escuchar todos los audios por completo y, con suerte, encontraremos lo que estábamos buscando.
Sea como fuere, creo que la clave nos la da Javier Jiménez. Desgraciadamente es proaudio, así que ya sabéis qué hay que hacer.
Imagen | Xataka
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