Tras casi dos años sin saber de su gama alta, el gigante chino Xiaomi presentó hace unas semanas su nuevo modelo de referencia, el Xiaomi Mi5. Lo hacía con los argumentos ya clásicos de la compañía: grandes especificaciones a un precio muy competitivo pero con la contrapartida de una distribución plenamente centrada en sus mercados nativos, principalmente China.
En Xataka ya hemos probado a fondo el nuevo Xiaomi Mi5, en su versión con ROM global, y te contamos a continuación qué nos ha parecido el nuevo smartphone de Xiaomi que aprieta a la gama alta pero que cada día tiene más y mejor competencia justo donde desde hace unos años ha querido reinar y los fabricantes con presencia en occidente parten con ventaja.
Xiaomi Mi5, principales especificaciones
Cuando nos hablan de un smartphone de Xiaomi lo habitual es pensar primero en un precio muy ajustado y luego en componentes de primera si se trata de un modelo que juega contra la gama alta rival. Ya os hablamos que parte del secreto de Xiaomi es que es un experto ensamblador que consigue juntar en un terminal componentes de primera. La ficha técnica de este Xiaomi Mi5 que hemos probado en Xataka lo deja muy claro:
Xiaomi Mi5, características técnicas | |
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Dimensiones físicas | 144,55 x 69,20 x 7,25 mm, 129 gramos |
Pantalla | IPS 5,15 pulgadas |
Resolución | 1080p (428 ppp) |
Procesador | Snapdragon 820 (1,8 Ghz)// Adreno 530 |
RAM | 3 GB |
Memoria | 32 GB (sin ranura microSD) |
Versión software | MIUI 7 sobre Android 6.0 |
Conectividad | LTE Cat12 compatible con Europa, VoLTE, NFC, Bluetooth 4.2, Wi‑Fi ac, GPS |
Cámaras | Principal de 16 MP (f2.0) con estabilización 4 axis // Vídeo UHD // Secundaria 4 MP |
Batería | 3000 mAh (no extraíble) Carga rápida 3.0 |
Extras | Lector de huellas / Carga USB C |
Precio | Desde 365 euros (en Gearbest ya lo puedes comprar) |
Sobre el papel, excepto quizás la elección de un panel 1080p, el resto de componentes de este Xiaomi Mi5 podrían estar perfectamente en el más nuevo gama alta de cualquier fabricante. Incluso se ha atrevido con la carga por USB tipo C. Y todo en un acabado de cristal y con dimensiones muy conseguidas, especialmente en peso.
Sobra decir que estrena el Snapdragon 820 con generosa ración de memoria RAM y parte de los 32 GB de interna, aunque el lunar de no contar con ranura microSD está ahí. Y en cuanto a la cámara, dos son los elementos a destacar: la estabilización de cuatro ejes y el uso del sensor Sony IMX298 con protección de zafiro.
Análisis en vídeo del Xiaomi Mi5
Empezamos nuestro análisis del nuevo Xiaomi Mi5, recién puesto a la venta, con una review en vídeo donde conocer con detalle y de forma visual cómo el su diseño, sus principales características y verlo en funcionamiento.
Increíblemente ligero y cómodo pero resbaladizo
Si el anterior Mi4 de Xiaomi ya lucía unas dimensiones de escándalo, el fabricante asiático ha dado el do de pecho con el nuevo Mi5 y lo ha convertido en un terminal increíblemente ligero y cómodo en mano. Ni te enteras de que lo llevas encima.
El Xiaomi Mi5 pesa tan solo 129 gramos. Si esa cifra no te dice nada, el Galaxy S6 que nos pareció uno de los smartphones más ligeros en nuestra prueba (136 gramos) queda superado por este smartphone chino. Y todo ello usando materiales como el cristal, metal de los marcos o una enorme batería. Si le unimos el grosor de 7,25 mm, el resultado es un smartphone de pantalla de 5 pulgadas que en mano es una gozada.
Al tacto es también bastante agradable por el uso de cristal en su trasera y el marco metálico y curvado en la parte posterior, lo que facilita mucho el agarre. Sin embargo esa trasera es una de las mejoras que deben solucionar pues es solo gracias a su poca anchura que el Xiaomi no está todo el tiempo en el suelo.
El cristal de la parte trasera no nos proporciona nada de agarre, ni por textura ni por marcos acordes, y basta dejarlo sobre la mano o una superficie inclinada para ver cómo se desliza continuamente. Si le unimos una vibración contundente, os aconsejamos llevar mucho cuidado con dónde dejamos el terminal porque una llamada puede provocar un desplazamiento considerable del equipo si la superficie es muy lisa.
Donde mejor da la talla el Xiaomi Mi5 es en mano, dada su poca altura y anchura (muy bien en general Xiaomi con los marcos), y queda como uno de los terminales de 5 pulgadas que más facilitan el uso con una sola mano.
La versión que hemos probado es la básica con cristal con protección Gorilla Glass 4, y tanto a la vista como al tacto, la sensación es de estar tocando un material plástico común y corriente. La contrapartida es que me parece que en general estamos ante un terminal robusto y bien construido que puede aguantar bien el paso del tiempo.
Del diseño también hay que decir que me parece que tiene poca personalidad. Tanto frontal como curvatura de la trasera nos recuerdan a modelos de otras marcas. Es hora de que, más allá del logo, podamos asociar Xiaomi con un lenguaje propio de diseño. Pero va a ser difícil si quiere salir de China con seguridad y mantener un precio más competitivo que los rivales.
Puerto USB-C y lector de huellas como novedad
En los marcos encontramos todas las conexiones que ofrece este Xiaomi Mi5. El puerto de auriculares de 3,5 mm está en la parte superior izquierda, acompañando a un puerto de infrarrojos que encaja en la idea de ecosistema que Mi quiere conseguir con sus diferentes productos. Hay televisor Mi, así que este puerto y la suite para controlar el televisor (y otros equipos) tienen mucho sentido en este Mi5.
La ranura para incluir las tarjetas SIM está situada en la parte izquierda superior del marco lateral, y es una bandeja que sacamos con ayuda de una herramienta, quedando acceso a una ranura para dos nanoSIM. Ambas son operativas pero una de ellas solo sirve para voz.
En el lado contrario está el botón de encendido y el de control de volumen, ambos con buen recorrido y acabado. Sin embargo, me ha parecido que la situación del volumen sobre el botón de encendido en ese lateral no ayuda a que podamos gestionar la subida y bajada de volumen con comodidad. Una pena porque el Mi5 se puede manejar de forma muy solvente con una sola mano y si se hubiera colocado en el lateral contrario habría sido mucho mejor.
Si nos vamos a la parte inferior del marco encontramos el altavoz, que no es estéreo pese a que por diseño haya dos zonas (la izquierda en realidad solo tiene orificios) , pero que se escucha bien, aunque sin grandes alardes. Respecto al sonido, dos apuntes: en la caja no encontramos auriculares y este Mi5 viene sin radio FM, que sabemos que hay usuarios que lo valoran muy especialmente.
Entre esos dos falsos altavoces estéreo está el puerto de carga. Aquí Xiaomi sí que ha sido valiente y le ha colocado un puerto USB tipo C con carga rápida. Ya sabes qué ganas de forma directa reversibilidad pero también que tendrás que pensar en hacerte con un par de cables más ya que en la caja solo viene uno de serie con el adaptador de pared correspondiente. Nada de adaptador para microUSB, por cierto.
En el diseño del Xiaomi Mi5 quiero detenerme en dos puntos importantes. Por un lado tenemos el botón de inicio, alargado en horizontal y de tipo físico. En él se ha situada un lector de huellas que es rápido escaneando nuestra huella y también identificando, aunque en esta semana de uso con el Mi5 no ha habido muchos aciertos a la primera, algo que tienen que mejorar. Lo mejor del lector de huellas es que basta una pulsación para identificarnos y es bastante rápida.
Flanqueando a este botón de inicio tenemos dos botones táctiles, uno para volver atrás y otro para ir a la multitarea (la cual se muestra como iconos en fila, algo que desaprovecha bastante toda la pantalla aunque nos da acceso fácil con una sola mano a ir cambiando entre aplicaciones, así como información de la RAM libre que nos queda, uno de esos detalles que nos gustan de Miui). No hay señal de los mismos excepto por un LED que se ilumina cuando es necesario en cada uno de ellos.
Ya en la parte de atrás se encuentra la cámara, que con el flash LED doble y el logo de Mi es lo único que encontramos en la trasera de cristal. Aunque de la calidad de la cámara os hablaré más adelante, hay un detalle sobre ella a nivel de diseño. El primero es el que me parece más grave, y no es otra cosa que su situación excesivamente en el borde. Está literalmente en la esquina, y es bastante fácil que cojamos el terminal en modo apaisado para hacer fotos y que el dedo acabe por entorpecer la toma.
Por otro lado, la protuberancia de la cámara no existe, una buen logro de Xiaomi, y lleva protección de zafiro, así que, a priori, y pese a que esa parte está bastante expuesta, no debería causarnos problemas.
Una pantalla brillante con truco
El Xiaomi Mi5 no solo resulta espectacular a primera vista por su diseño (algo que queda corroborado cuando lo cogemos) sino también cuando encendemos la pantalla. Ahí tenemos un panel IPS de 5,15 pulgadas que podríamos encontrar perfectamente en un terminal con el doble de precio.
La pantalla del Xiaomi Mi5 tiene un buen colorido y ángulos de visión completos, y el contraste es muy correcto. No alcanza a las AMOLED pero es bastante espectacular. La resolución la ha dejado Xiaomi en 1080p, una buena elección habida cuenta de que nos ofrece una densidad de píxeles de más de 420 dpi, lo que nos garantiza una visibilidad perfecta en cuanto a nitidez.
Otro dato muy bueno de la pantalla del Xiaomi Mi5 es su brillo. Son más de 600 nits que permiten una visualización muy buena en exteriores incluso con luz directa. También la luminosidad mínima es excelente, y bajando en modo manual el brillo prácticamente queda a oscuras total. El brillo automático es fiable y rápido, pero ligeramente inferior que en modo manual.
Un detalle que llama la atención de la pantalla del Xiaomi Mi5 es que, a primera vista, parece que aprovecha de forma excelente las dimensiones. Casi. Si te fijas es fácil apreciar un marco negro de 1,5 mm y que rodea todo el panel, tanto por los laterales como en la parte superior e inferior. Cuando no es negro el fondo de lo que vemos en la pantalla, ese borde artificial queda en evidencia y malogra algo la gran pantalla que nos hemos encontrado en este Xiaomi Mi5.
La pantalla tiene, como la trasera, protección Gorilla Glass 4 y viene laminada. En el extraño caso de el colorido de la pantalla no te convenza, hay en la configuración posibilidad de cambiar perfiles de temperatura y saturación, pero nos quedamos con el que viene por defecto de forma automática.
Potencia y autonomía para destacar
Presentado en el MWC 2016, el Xiaomi Mi5 ha sido de los primeros terminales de este año que han escogido el último y más potente procesador de Qualcomm para su interior. Junto con 3 GB de memoria RAM, la potencia con este Mi5 está garantizada con el uso del Snapdragon 820, SoC con dos núcleos Kyro a 1.8 Ghz y otros dos a 1.6 Ghz. Como GPU está la Adreno 530.
La evolución por no centrarse en más núcleos y sí en eficiencia es muy bienvenida. Aunque el modelo que hemos probado es el básico, podemos mejorar las prestaciones con un 820 a 2,15 Ghz en el modelo de 64 GB, y subir a 4 GB en la versión exclusiva con 128 GB de memoria interna y trasera con acabado cerámico.
Nexus 6P (Snapdragon 810) | Xiaomi Mi5 (Snapdragon 820) | Galaxy S7 Edge (Exynos 8) | |
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Antutu | 61623 | 110011 | 112920 |
Geekbench (Single/Multi) | 1342 / 4778 | 2234 / 5412 | 2117 / 6063 |
Quadrant | 23643 | 40032 | 54023 |
Con la experiencia del año pasado en el Snapdragon 810, hemos estado muy atentos en la prueba a la respuesta del Mi5 cuando se le exigía lo máximo en benchmarks, usando la cámara o jugando. Y si bien hay un calentamiento lógico, podemos olvidarnos completamente de problemas de calor excesivo porque no hemos notado nada fuera de lo que ya encontramos en otros terminales cuando se les exige al máximo.
En el día a día no hemos tenido problema alguno de fluidez ni retrasos con el Mi5 bajo Miui 7. La respuesta a las acciones es inmediata, la multitarea funciona como debe y en juegos hay rendimiento asegurado.
La memoria interna de serie es de 32 GB, pudiendo escoger modelos de 64 o 128 GB. Pero en todos los casos no hay ranura para tarjeta microSD, una pequeña decepción para el usuario. En el modelo de 32 GB y pese a la alta personalización y aplicaciones preinstaladas por parte de Xiaomi, el espacio disponible para el usuario ronda los 25 GB nada más encender el equipo.
El Xiaomi Mi5 cuenta con conectividad WiFi ac y LTE Cat12 con bandas compatibles en España. En nuestro caso no hemos tenido problemas de configuración ni conectividad ni con operadoras clásicas ni con OMV.
Si en rendimiento el Xiaomi Mi5 cumple con creces, lo hace todavía mejor con la autonomía. Su batería es de 3000 mAh, lo que unido a un procesador eficiente y las mejoras en gestión de la energía de Android 6.0 nos ha dejado el smartphone que no es phablet con más autonomía que hemos probado y una referencia a seguir.
En el test de autonomía de PC Mark nos ha ofrecido una de las puntuaciones más altas que hemos visto en nuestro laboratorio, por encima de las 11 horas. En cifras reales lo hemos traducido en dos días de autonomía con un uso moderado y fácilmente por encima de un día y media incluso siendo usuario muy intensivo del terminal. Y todo ello sin usar ningún tipo de gestión de energía.
Pero no es todo. La inmensa batería de 3000 mAh cuenta con carga rápida por cortesía de Qualcomm. En nuestra prueba hemos conseguido alcanzar el primer 25% de carga en apenas 15 minutos, alcanzado la totalidad de su capacidad en poco más de 90 minutos.
Miui 7: el lado opuesto de un Android limpio
Una de las peculiaridades de los terminales Xiaomi es su sistema operativo. Sí, es Android, pero no lo parece demasiado. No al menos respecto a la versión sobre la que el gigante chino construye un fork o versión que se adentra hasta el fondo del sistema operativo más usado del mundo. Justo lo contrario que nos encontramos en los Nexus y su Android limpio.
En el Xiaomi MI5 se estrena Miui 7 sobre Android 6.0. La personalización es muy potente y deja mucho control en manos del usuario pero a cambio de alterar profundamente Android. Menús, aplicaciones por defecto, notificaciones u opciones, entre otros, son marca de la casa (china) y ello implica que nos encontramos con una barbaridad de aplicaciones y servicios nativos muy centrados en China, el mercado nativo de la compañía. Y también nos hemos encontrado con alertas para usar diferentes aplicaciones de terceros con los que Xiaomi tiene acuerdos.
El Xiaomi Mi5 que hemos probado viene por defecto con la ROM global, lo que significa que tenemos dos idiomas por defecto: chino e inglés. Pasará todavía un tiempo hasta que otros idiomas tengan cabida en la interfaz, aunque Xiaomi, dado que parte de su negocio está en el software y su capa sobre Android, ha puesto muchas dificultades en la última versión para instalar ROMs personalizadas de forma sencilla, algo que sí se podía hacer en anteriores versiones. Ahora priman absolutamente la ROM global, que de entrada no viene con los servicios de Google ni la Play Store instalada, y tampoco deja añadirla de forma sencilla ni directa.
Además, muchas de las aplicaciones o partes de la interfaz siguen en chino, por lo que no es un smartphone que un usuario medio vaya a poder usar con comodidad por ahora.
En Miui 7 seguimos con la idea de simplicidad, diseño plano y mucha personalización. Y también con las actualizaciones muy frecuentes que son parte del ADN de la compañía y un valor que aprecian sus seguidores. Usuarios que gusten de ROMs y toquetear en opciones se vana encontrar a gusto, pero no quien quiera complicarse poco la vida.
Una cámara prometedora
Xiaomi nunca se ha cortado a la hora de presumir de cámara de fotos. En este Xiaomi Mi5 ha escogido uno de los mejores sensores disponibles en el mercado, el IMX298, una creación de Sony que cuenta con 16 megapíxeles de resolución pero también avances tan interesantes como el enfoque por defección de fase y tecnología para evitar contaminación lumínica entre píxeles cercanos. Pero lo más mediático ha sido el estreno de una estabilización que añade un eje a los tres habituales, lo que en teoría debería ayudarnos a conseguir vídeos más espectaculares y también fotos nocturnas donde poder jugar más con los controles manuales sin que salga trepidada.
Con una bestia de procesador, como hemos visto, la cámara del Xiaomi Mi5 se desenvuelve muy veloz en todas las facetas. Es rápida abriendo, enfocando y disparando, así como recuperándose entre tomas pese a los 16 MP de resolución gracias a la calidad de la memoria interna usada por Xiaomi.
Haciendo fotos nos hemos encontrado con capturas buenas aunque ligeramente por detrás de los mejores smartphones de mercado. En las escenas con buena luz el detalle que resuelve el procesado nos parece inferior al que esperaríamos de una resolución de 16 MP, y vemos como sufre en escenas con mucho rango dinámico, donde cuesta bastante equilibrar la toma para evitar o zonas muy oscuras o quemadas. El modo HDR cumple pero solo de forma correcta, aunque fascinará a quienes prefieren un HDR suave y nada exagerado.
Cuando llegan las escenas nocturnas el Xiaomi Mi5 presume de sensor pero sufre con los focos de luz puntuales y el procesado tiene bastante margen de mejora. Aquí se nota de nuevo el excelente ensamblador que es el fabricante asiático pero lo poco que aporta para sacarle el máximo partido. Un consejo: entre las opciones de la cámara hay tres destinadas a personalizar lo resultados de las fotografías variando el contraste, la saturación e incluso la nitidez.
En la interfaz, Xiaomi hace fácil tomar fotografías de forma rápida pero también cambiar entre modos. Por defecto tenemos la toma sencilla donde lo más interesante es la posibilidad de cambiar la exposición del punto donde hemos enfocado de forma táctil con una especie de dial. Luego solo encontramos los controles para cambiar de cámara principal a secundaria, activar o no el flash, así como controlar el modo HDR (encendido, apagado o automático) y el acceso al modo de vídeo.
Si en la zona de disparo deslizamos hacia la izquierda encontramos los filtros que podemos usar en tiempo, mientras que deslizando a la derecha accedemos a los modos de uso, donde están algunas opciones como el temporizador, las fotos panorámicas, grabación de audio o el llamado HHT (un modo especial nocturno para escenas de muy baja luminosidad pero con el que no hemos encontrado diferencias sustanciales respecto al automático) y por supuesto el modo Manual.
En este modo manual podemos gestionar el balance de blancos, el enfoque, el tiempo de exposición y la ISO (desde automático hasta 3200 ISO). Nada de modo RAW. De las buenas ideas que introduce MIUI sobre Android aquí hay una: la posibilidad de desactivar de forma directa cualquier opción o modo que pongamos directamente desde la interfaz principal de la cámara.
En modo vídeo, con posibilidad de grabación a 4K, podemos tomar fotos mientras grabamos, pero esa opción viene desactivada por defecto y hay que ir al menú para tenerla. Un detalle que nos ha gustado es que podemos poner en pausa la grabación de vídeo en cualquier momento y seguir después.
La calidad del vídeo merece la pena cuando grabamos a máxima resolución, pero no hemos apreciado diferencia en tomas normales a mano alzada respecto a smartphones con estabilización de tres ejes e incluso hay extraños movimientos en todas las grabaciones que hemos realizado de prueba. En todo caso la grabación de vídeo no está entre las mejores del segmento, y sufre muy especialmente con el rango dinámico, con escenas muy quemadas y cambios bruscos de exposición que también debería de poder controlar mejor Xiaomi.
Xiaomi Mi5, la nota y opinión de Xataka
Ha tardado más de 20 meses pero por fin ha visto la luz el smartphone más ambicioso de Xiaomi hasta la fecha: el Mi5. En él podemos identificar y disfrutar de símbolos que ya son marca de la casa como una elección casi perfecta de componentes que ensambla la compañía con gran maestría y por supuesto una relación calidad-precio que no tiene igual en el mercado actual, aunque dependerá de los gastos extras que tengas que pagar por traerlo a occidente.
En este Xiaomi Mi5 destacamos el diseño más cuidado aunque mejorable en la calidad del cristal de la trasera y su agarre, unas dimensiones fabulosas para su diagonal de pantalla, y sobre todo una buena pantalla que cumple en exteriores de forma sobrada y una batería que por fin nos hace olvidarnos del día de uso justo en smartphones que no son phablets.
En la lado opuesto hay que citar su sistema operativo, ambicioso, muy personalizable pero no apto para todos los usuarios. Además Xiaomi lo pone cada vez más difícil para no quedar atrapado en su propio ecosistema plenamente concentrado en su mercado local e importantes vías de ingresos para la compañía asociadas a su MIUI. También la cámara tiene margen de mejora precisamente asociado a la manera de ser de una compañía en la que hay que asumir tanto las ventajas como los inconvenientes de su forma de ser en la industria.
8,8
A favor
- Dimensiones, especialmente el peso, muy conseguidos
- Una cámara con potencial y a la altura del terminal
- Pantalla con gran brillo y visibilidad en exteriores
- Excelente autonomía más propia de un phablet
- Excelente relación calidad-precio
En contra
- MIUI 7 muy centrado en su mercado local y sin Play Store
- Trasera de cristal mejorable y resbaladiza
- El procesado de la cámara puede mejorar
- Cámara muy cerca de la esquina
- No hay ranura microSD para ampliar la memoria interna
El terminal ha sido cedido para la prueba por parte de Gearbest. Puedes consultar nuestra política de relaciones con empresas.
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