Sony Xperia X, análisis: el éxito necesita rebeldía, no ser algo mejor

En unos días llegará al mercado el nuevo Sony Xperia X. La familia de los Xperia Z quedó para la historia tras el modelo Xperia Z5 del año pasado y en este 2016 lo que toca es estrenar una nueva denominación para los franquicia de la marca japonesa.

En Xataka ya hemos probado el Sony Xperia X, la versión intermedia de una gama que cuenta por ahora con tres componentes. Hemos analizado desde el diseño renovado hasta una cámara que vuelve a aspirar a ser de referencia, así como la incógnita de la batería, que estrena tecnología para que su vida útil sea mayor. ¿Cómo ha sido la entrada del Sony Xperia X en la zona más noble de la gama media-alta?

Nuevo Xperia X: análisis en vídeo

Arrancamos como es habitual nuestros análisis con una prueba completa y muy visual por medio del vídeo del Sony Xperia X:

Sony Xperia X: un smartphone complicado de encasillar

El smarpthone de Sony con letra como apellido ya no es el franquicia de la compañía desde que con el Xperia Z5 llegara la versión Premium. Es en ese terminal por encima de precio en el que ponen toda la tecnología a su disposición. Con el Sony Xperia X ocurre lo mismo, pues por encima del Xperia X está a nivel de especificaciones y precio el Xperia X Performance.

Sony Xperia X, características técnicas
Dimensiones físicas 143 x 69 x 7,7 mm, 152 gramos
Pantalla IPS X-Reality Triluminos 5 pulgadas
Resolución 1080p (441 ppp)
Procesador Snapdragon 650
RAM 3 GB
Memoria 32 GB (con ranura microSD hasta 200 GB)
Versión 64 GB con doble SIM y microSD
Versión software Android 6.0 con capa Sony
Conectividad LTE Cat 6, Wifi ac, Bluetooth 4.2, NFC
Cámaras Principal de 23 MP 1/2,3 pulgadas (f2.0) Vídeo 1080p
Estabilización óptica y enfoque híbrido predictivo
Frontal de 13 MP (1/3 pulgadas) con vídeo 1080p / f2.0 / Angular 22 mm
Batería 2620 mAh (no extraíble)
Extras Lector de huellas
Sonido de alta resolución (LPCM, FLAC, ALAC, DSD)
Precio 629 euros (Pre-Reserva en la web de Sony)

No tengo dudas, y os lo voy a contar así a continuación, de que por acabado y muchos factores como cámara o rendimiento, el Xperia X está claramente compitiendo de tú a tú con los mejores smartphones del mercado.

En cambio, en algunos aspectos como la resolución de la pantalla, que se queda en 1080p, capacidad de batería o elección de procesador, el Xperia X queda ligeramente por detrás, justo en una gama media-alta o premium que unido a su precio de más de 600 euros, nos resulta una mezcla compleja de gestionar y sin lugar claro aparente.

El Xperia X tiene una mezcla compleja en sus especificaciones y un precio de más de 600 euros, por lo que cuesta encontrarle un sitio claro

El Sony Xperia X viene con diferentes accesorios dependiendo de si lo compras libre o con operadoras. Solo en el segundo caso se incluyen los auriculares MH750, mientras que en tanto con operadores como libre hay cargador clásico y compacto, pero sin carga rápida**.

Nueva generación; viejo pero contrastado diseño

Nada más sacar de la caja el Xperia X , tocarlo y observarlo, no hay duda de a qué terminal nos estamos enfrentando. Desde el primer Xperia Z, Sony ha ido evolucionando como ninguna otra marca una idea de diseño que ya nadie puede discutirle. Se ha ganado a pulso ser el de más personalidad del sector.

El diseño del Xperia X, a grandes rasgos, es conocido desde hace más de 3 años. Aquí creo que Sony ha arriesgado al no arriesgar. Con el cambio de denominación para la nueva saga parece que pegaba una renovación del diseño más profunda que hubiera facilitado a los consumidores pensar de forma más directa y sencilla que hay una evolución y no es más de lo mismo.

Y eso que hay cambios sustanciales en el diseño de este Sony Xperia X. Los dos más importantes ni se aprecian a simple vista ni al tacto. Curioso. El primero es el cambio de material de construcción. Hay un paso del cristal al metal (aluminio muy cuidado) en la parte trasera, pero cuesta apreciarlo porque el esmerilado del Xperia Z5 es casi indistinguible de la parte trasera metalizada de este Xperia X.

El diseño de referencia del Xperia X presenta dos inconvenientes: no supone ruptura con el pasado y pierde la resistencia al agua que todo el mundo asocia ya a un Xperia de gama alta

En segundo lugar tenemos la pérdida de resistencia al agua, la cual se mantiene en el modelo Performance pero de forma sorprendente e incompresible, se retira de este modelo. A estas alturas esto me parece muy peligroso. Quien me ha visto probando el nuevo Xperia X no ha dudado en proponerme sumergirlo o al menos mojarlo por la idea que ha quedado ya entre los consumidores de que los Xperia son ante todo resistentes al agua. Convencer a quien se compre un Xperia X de lo contrario no va a ser sencillo para Sony.

Dicho todo esto, si te detienes y piensas en lo que tienes entre manos, entonces puedes apreciar el buen trabajo continuado en el tiempo que ha hecho Sony con sus Xperia desde que estrenara la gama Xperia Z. El nuevo diseño es muy cómodo en mano, con formas redondeadas, agradables al tacto y buen equilibrio entre grosor y peso, sin despuntar especialmente en ninguno de esos dos apartados.

Como puerto de carga se ha optado por microUSB, y se mantiene el botón de disparo para fotos. De las conexiones nos gusta que se haya optado por una bandeja que no necesita de herramienta para sacarla y es más segura que los sistemas que Sony integraba anteriormente. Ahí encontramos sitio para la tarjeta nanoSIM (la versión con memoria de 64 GB llegará al mercado con sistema de doble SIM) y la microSD con la que ampliar la memoria interna. Debes tener en cuenta que cada vez que sacas y metes la bandeja, el terminal se reinicia.

Mejorable es la disposición del control de volumen, un poco en tierra de nadie. En el lateral contrario y la parte superior tendría más sentido.

Los marcos alrededor de la pantalla se han mejorado en los laterales, pero todavía nos parecen excesivos en la parte superior e inferior. Al menos Sony ha aprovechado para incluir ahí dos altavoces estéreo que suenan por encima de la media en su gama aunque sin excesivos alardes.

Por cierto, y ya que lo preguntáis mucho, el Xperia X lleva radio FM con RDS y mantiene el buen nivel de audio por la salida de auriculares, con soporte para audio HD en diferentes formatos, pero te aconsejamos que escojas unos buenos auriculares para poder apreciar esa diferenciación respecto a otros terminales que no cuidan tanto ese apartado de sus smartphones.

Lo que le funciona perfecto a Sony es su lector de huellas, muy rápido aunque hay que pulsarlo para identificarnos. Su lugar en el botón de inicio lateral tiene la ventaja de que permite un acceso muy natural cuando cogemos el terminal y lo mantenemos agarrado, pero no se puede usar con el terminal sobre la mesa. No al menos de forma natural.

Pantalla: apurando la tecnología IPS

Para este Xperia X, Sony ha decidido clavar las cinco pulgadas que muchos consideran lo más equilibrado en un gama alta y lo hace por medio de un panel de tipo IPS. Y les ha salido el elemento más destacado de su nuevo terminal.

La teoría alrededor de la pantalla del Sony Xperia X es sencilla: panel de cinco pulgadas con resolución 1080p que nos ofrecen una densidad de 441 ppp. Por precio y aspiraciones del Xperia X, no parece demasiado frente a paneles AMOLED de sobresaliente y pantallas 2K.

Pero lo mejor de la pantalla del Xperia X no está en esa densidad en sí sino en el buen panel IPS que ha conseguido integrar Sony apoyado en tecnologías propias como X-Reality y Triluminos.

No es una pantalla que sobresalga por especificaciones de resolución pero ofrece una calidad que no desmerece nada del precio y categoría del terminal, especialmente en reproducción de vídeo y fotos

Más allá de los que nos dicen las cifras, la pantalla del nuevo Sony Xperia X Nos ofrece una reproducción del color muy intensa y llamativa (podemos regularla con tres modos), a lo que hay que unir un brillo bastante alto (más de 550 cd/m2), y lo mejor de todo: un contraste que, salvando las distancias, es un acercamiento interesante a la espectacularidad de las AMOLED. En modo de vídeo y fotografía es de sobresaliente.

Es cierto que el panel IPS todavía queda lejos de la visibilidad en exteriores de los OLED con alto brillo, pero en todo caso la pantalla del Xperia X es perfectamente visible con luz directa. También es muy destacado el brillo mínimo, que facilita la visualización de contenido a oscuras sin molestar a la vista ni llamar especialmente la atención.

De añadidos en la pantalla tenemos que contaros que la del Xperia X podemos configurarla para que se active con doble toque, funcionando muy bien esta opción, pero sin embargo no se ha atrevido Sony con una de las funciones de moda de este 2016: las notificaciones e información en pantalla bloqueada.

Potencia y autonomía: que los números no te confundan

¿Qué aportan los números de un procesador o la capacidad de una batería a la experiencia final con el terminal? En el caso del Xperia X, poco.

Empecemos con el procesador. Sony, pese al precio y aspiraciones de este Xperia X, le coloca un modelo de Qualcomm de segunda fila. Concretamente el Snapdragon 650, un procesador de seis núcleos acompañado de 3 GB de RAM. Le pasamos los correspondientes test de rendimiento puros y efectivamente demuestra que está muy lejos de las fantásticas cifras del Snapdragon 820 o procesadores propios como el Kirin de Huawei con los que compite por precio.

Sony Xperia X (Snapdragon 650) LG G5 (Snapdragon 820) Huawei P9 (Kirin) Galaxy S7 Edge (Exynos 8)
Antutu 78204 125499 97406 112920
Geekbench (Single/Multi) 1503 / 3830 2277 / 4137 1779 / 6491 2117 / 6063

En otros test como PCMark Work nos deja una puntuación de 4463, mientras que en 3DMark Ice Storm Unlimited se queda en 17305 puntos.

Pero si nos ponemos a usarlo, el Xperia X nos deja una experiencia de uso muy satisfactoria y más que suficiente en tareas diarias exigentes, incluidos juegos. Resultaría a día de hoy muy complicado para un usuario determinar qué procesador incluye este Xperia y su diferencia con el mejor de Qualcomm, por ejemplo.

Sony ha sabido equilibrar las aportaciones sobre Android con una experiencia sobresaliente, pero nos quedan las dudas sobre cuándo llegarán las actualizaciones y lo mucho que ocupa el sistema de serie

La fluidez de funcionamiento que hemos experimentado es debida en buena parte a la optimización de la capa que pone Sony sobre Android 6.0. Es poco agresiva aunque permite aplicar temas (y bastante sencillos, no pienses en cambiar radicalmente la apariencia) y mantiene ideas interesantes en las barras de notificaciones y configuración.

La parte multimedia vuelve a ser la mejor aportación sobre los servicios nativos de Google, pero también nos gusta la administración de recursos y espacio que nos deja hacer con aplicaciones.

Un inciso en la parte de software es lo que ocupa el sistema nada más encendido por primera vez el terminal. De los 32 GB el sistema Android con la personalización ya se lleva más de 10 GB (11,75 GB nos marcaba a nosotros). Bastante excesivo habida cuenta de que apenas hay un par de aplicaciones preinstaladas. Nada preocupante dado que tenemos ranura para tarjetas microSD, pero había que hacerlo notar.

Ver galería completa » Interfaz Sony Xperia X (14 fotos)

La otra cifra importante de la ficha técnica del Xperia X es la capacidad de la batería. Son 2620 mAh, justa si comparamos con la competencia, y que en nuestra prueba nos ha dejado lejos de los dos días que promete Sony para ella.

Es cierto que el modo Stamina sigue sin igual en todo el mercado, y para usuarios que quieren estirar la batería más allá del día y medio de uso, es toda una garantía. Pero solo si admites limitar el rendimiento y utilidad del terminal.

Esos 2620 mAh se nos quedaban en la prueba bastante cortos en cuanto le exigíamos al terminal. No escatimar con el uso de pantalla o las notificaciones, en definitiva, no contenerse con las posibilidades de un smartphone de nivel, ya provocaba que pudiéramos alcanzar el día de uso y punto. Lo habitual ha sido acabar la jornada con no más de un 20% de batería, en la línea de lo que hemos estado viendo en muchos terminales este año, pero no en los más destacados.

Sony se ha centrado en potenciar el modo Stamina de sus smartphones para conseguir más autonomía cuando no usamos el teléfono. Es necesaria más capacidad de batería si quieren pasar del día de uso

Algo más interesante pero que quizás no pueda apreciar el consumidor (y no será un factor de compra determinante) es la tecnología Qnovo que introduce Sony en las baterías de sus nuevos terminales para que su vida útil sea mayor que las tradicionales al proteger la batería durante las cargas, algo interesante en terminales que no permiten el intercambio de las mismas y necesario. Pero insisto, solo el tiempo nos dirá si relevante.

Más importante me parece el tema de la carga rápida. Sony la incluye (QuickCharge 3.0 de Qualcomm) en su Xperia X pero sin embargo no aporta un cargador compatible de serie con su terminal. Hay que comprarlo a parte. En nuestro caso, con un sistema carga clásico hemos medido un tiempo de media hora para llegar al 30% de carga total, y 110 minutos para completar su capacidad y quedar la batería al 100%.

Una cámara para captar detalles y selfies que sufre por la noche

Mientras la gama alta y buena parte de la media de nivel están optando por una resolución para sus cámaras principales que se articula alrededor de los 12 megapíxeles (hay alguna excepción que sube como máximo a los 16 MP), Sony no renuncia a ofrecer una alta resolución que de hecho le da la única ventaja competitiva clara con sus rivales: el nivel de detalle que podemos conseguir por sus más de 20 megapíxeles de resolución.

Ningún otro terminal nos permite este acercamiento. Hay mejora del procesamiento que no estropea ese detalle conseguido a base de megapíxeles

El sensor tiene un generoso tamaño, 1/2,3 pulgadas, el mayor del segmento, y luminosidad de f2.0. Con la cámara del Sony Xperia X en modo automático es fácil conseguir fotos equilibradas, con buena exposición y reproducción del color y donde poder admirar detalles y acercarse a ellos como con ningún otro terminal.

Fotos con mucho detalle cuando hay buena luz, selfies de escándalo y vídeo muy bien estabilizando son los puntos fuertes de la cámara del Xperia X

El procesado que en generaciones anteriores le quitaba valor a las instantáneas ha mejorado, aunque todavía nos deja claras inconsistencias. En escenas que han quedado excelentemente expuestas, con un nivel de detalle fantástico resulta que en los bordes el procesado es deficiente a estas alturas del juego.

También mejora la cámara de este Xperia X en velocidad, aunque seguimos con un pequeño retraso desde el disparo hasta que podemos ver la imagen que nos deja una sensación de lentitud que no se corresponde con el disparo ni con el enfoque pero que hace que disparar varías fotos seguidas sea un proceso tedioso. Esto nos ocurre incluso con resoluciones de 8 MP.

En velocidad el mayor acierto del Sony Xperia X es poder configurar el disparo en menos de un segundo tras sacarlo del bolsillo.

A nivel técnico el enfoque híbrido predictivo es una de las novedades de la cámara del Xperia X. Si lo activamos, el sistema perseguirá a un objeto o sujeto que determinemos para mantenerlo siempre enfocado gracias a algoritmos de previsión de su movimiento.

A grandes rasgos funciona, el seguimiento lo realiza de forma eficiente y si el movimiento no es muy rápido ni hay excesivos objetos en la escena, nos permite realizar capturas bien enfocadas. Pero salvo escenas muy concretas, pienso por ejemplo en niños, no nos parece por ahora una funcionalidad que marque diferencias dado que hay otras labores de la fotografía móvil que no están al máximo nivel.

Ese mismo sistema de enfoque continuo a un objeto se usa de modo más eficiente en los vídeos. Ojo porque nos ha sorprendido que no exista vídeo 4K, así que hay que conformarse con 1080p, aunque con una calidad sobresaliente, especialmente en cuanto a estabilización. Aquí creemos que es la mejor del mercado en esta característica.

El punto más débil de la cámara del Sony Xperia X llega con la escasez de luz. Pese al buen tamaño del sensor y la apertura f2.0, con tantos megapíxeles la cámara sufre para controlar puntos de luz y recoger suficiente donde no la hay sin estropear el detalle con ruido o excesivo procesado. Hay todavía hay margen de mejora y se encuentra por debajo de lo mejor del mercado en escenas nocturnas.

La interfaz ha avanzado bastante, y es muy sencillo pasar de un modo a otro deslizando con el dedo en la pantalla. Se mantienen los modos de disparo diferentes y combinando imagen real y artificial, pero siguen siendo algo muy secundario y accesorio. También hay modo manual que sin embargo ha quedado ya bastante corto para lo que encontramos en la competencia, pudiendo solo cambiar de forma directa sensibilidad, balance de blancos y compensar la exposición, además del punto de medición ya dentro de los menús de la aplicación.

Interfaz y controles manuales han quedado atrás respecto a la competencia, y aunque más controlado el procesado, sigue sin destacar es escenas nocturnas

Viendo cómo los consumidores prefieren usar la cámara secundaria para sacarse fotos antes que pedir que alguien se la haga con la cámara principal, entendemos el protagonismo creciente que este elemento está aglutinando en un smartphone. Y de manera general, la que incluye el Sony Xperia X es la mejor que hemos probado en un smartphone de este nivel.

Ver galería completa » Sony Xperia X (13 fotos)

La cámara secundaria, destinada principalmente a los selfies, se atreve con una buena resolución de 13 megapíxeles, sensor de tamaño 1/3 pulgadas, y potenciada por un angular de 22 mm que ciertamente nos evita malabarismos para que en la foto que hagamos con ella quepa más sin recurrir a accesorios tipo palos, estabilización y apertura de f2.0, además de grabación de vídeo 1080p.

Sony Xperia X: la opinión y nota de Xataka

Adiós a los Xperia Z y bienvenida los nuevos Xperia X. Es lo que Sony nos ha querido transmitir con su nueva familia de smartphones. Para ellos es el inicio de un paso a un ecosistema más completo alrededor del smartphone y el IoT. Eso está muy bien pero el Xperia X es primero de todo un teléfono al que queremos sacarle todo el partido.

El salto de idea que Sony plantea con su X se ha quedado a medio en el nuevo Xperia X. El terminal parte de un diseño con novedades en el acabado pero ante el consumidor queda como poco evolucionado. Si encima le retiras la resistencia al agua, mal vamos.

Sus puntos fuertes están en la pantalla y el rendimiento. Y en ambos casos no son punteros por especificaciones. Sí que pretende serlo la batería y la cámara, pero en ambos casos hay inconsistencias que, a día de hoy y con un precio de 629 euros, son insostenibles y un ejercicio de equilibrio que ya es imposible en casi cualquier gama.

Hay que morder y ser rebelde, y este Sony Xperia X nos nos ha transmitido la fuerza necesaria, sin que ello signifique que quien lo escoja se sienta en ningún momento insatisfecho con el trabajo global.

8,5

Diseño 8,5
Pantalla 8,75
Rendimiento 8,5
Cámara 8,25
Software 8,25
Autonomía 9

A favor

  • Terminal equilibrado en todos los apartados
  • Pantalla de gran nivel en brillo y contraste
  • Nivel de detalle de la cámara y estabilización de vídeo
  • Sonido de altavoces y auriculares

En contra

  • Resolución pantalla por debajo de la competencia
  • Sin resistencia al agua
  • Inconsistencia de la cámara en bordes y escenas de noche
  • Precio alto si miramos a la competencia

El teléfono ha sido cedido para la prueba por parte de Sony. Puedes consultar nuestra política de relaciones con empresas

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